Reducción de la jornada laboral: ¿por qué los inspectores de trabajo se oponen?

Ya desde las primeras propuestas de la reducción de la jornada laboral máxima a 37,5 horas semanales, hubo un sector que rechazó esta modificación. Se trata de los inspectores de trabajo, quienes llegaron a convocar una huelga indefinida en junio que quedaría suspendida un día después de su comienzo pese a que el Gobierno no desencalló la reforma.

Ahora, con esta novedad integrada dentro del acuerdo entre PSOE y Sumar cada vez más cerca de volverse realidad, los inspectores vuelven a la carga y se rebelan contra este proyecto encabezado por la ministra de Trabajo y Vicepresidenta en funciones Yolanda Díaz.

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Complemento de productividad

El rechazo de Inspección de Trabajo a la reforma de la jornada laboral cobra sentido con algunos datos significativos sobre la mesa. Según cifras del Sindicato Estatal de Subinspectores Laborales de Empleo y Seguridad Social (Seslaess) compartidas con el portal Economía Digital, los empleados de este sector trabajan un total de 2181,2 horas anuales, o lo que es lo mismo, una media de 44 horas semanales. Se trata de un número muy alejado de las 37,5 horas establecidas dentro de la jornada laboral de la Administración General del Estado, pero por supuesto que este trabajo 'extra' esconde una razón.

Tal como explican desde el citado medio, el complemento de productividad es la causa principal de esta diferencia entre las horas estipuladas y las supuestamente realizadas. Al parecer, Inspección de Trabajo y Seguridad Social fija unos objetivos particulares para cada funcionario y otros colectivos, que se revisan trimestralmente. En caso de cumplirse estas metas, se obtienen distintas puntuaciones, que pueden alcanzar hasta 133 puntos (4,10 horas). Este máximo, que supone cerca del 30 % del salario de estos trabajadores públicos, exige al trabajador dedicar más horas para cubrir esta parte importante de su sueldo.

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Sin refuerzos

Ante un escenario de estas características, en el que los inspectores critican la necesidad de este trabajo "no remunerado" y la ausencia de horarios fijos, se crea un conflicto entre dicho sector y el departamento dirigido por Díaz, además de un Ministerio de Hacienda que también es responsable de Función Pública. La mejora de condiciones –tanto organizativas como retributivas– que reclamaban desde Inspección se aprobó por medio de un Plan Estratégico aprobado en 2021 que, sin embargo, nunca ha llegado a implementarse.

Finalmente, cuando parecía que las negociaciones entre sindicatos y el Gobierno se habían encarrilado por momentos, estas volvieron a torcerse; y ahora el acuerdo entre PSOE y Sumar ha acabado de despertar serias dudas acerca de cómo se realizará la revisión del cumplimiento de esta reducción paulatina de la jornada laboral hasta 2025 "sin el refuerzo de Inspección de Trabajo", según palabras de Ana Ercoreca, presidenta del sindicato.