La guerra en Israel revitaliza las acciones de las empresas de armamento

La extensión de la guerra de Ucrania a Oriente Próximo ha revitalizado la industria armamentística mundial y mejora sus expectativas futuras. Las acciones de las principales empresas productoras de armamento y munición están de enhorabuena en la misma proporción que el drama internacional se extiende y entristece al Planeta. Tras el ataque de Hamás contra Israel basta un vistazo del Stoxx Europe Total Market Aerospace & Defense para evaluar que efecto directo tuvo en las expectativas de la industria bélica y aeroespacial. Después de unas semanas con predominio de las ventas, desde septiembre, el ataque de Hamás del sábado supuso una subida del 2,8% en el índice general hasta los 1.133,12 puntos, que retorna a la tendencia alcista frente al récord establecido en 1.201,8 a principios de septiembre. En 20 años, este índice se ha multiplicado por ocho. 

Son muchas las empresas que se benefician por el consumo masivo de armamento que suponen tanto la guerra de Ucrania como en Oriente Próximo. Los expertos ya han alertado de que se está produciendo una nueva carrera armamentística no conocida desde los tiempos de la Guerra Fría. La primacía militar depende ahora de nuevas tecnologías, principalmente derivada de la espacial y de la inteligencia artificial. Y estos sectores multiplican sus ventas y expectativas futuras. Los drones son la avanzadilla de esa nueva guerra tecnológica controlada desde el espacio, tecnológicamente adaptada a este siglo y que requiere inversiones millonarias. Las empresas españolas también están ganando protagonismo en la nueva era espacial, fundamental en la nueva escalada armamentística.

Tras años de recortes en el presupuesto de defensa de los estados, ahora la mayor parte de los países desarrollados han anunciado importantes incrementos en sus gastos militares. Alemania anunció 100 millones más y hasta Japón confirmó el pasado mes de diciembre que el país prácticamente duplicará su presupuesto militar hasta 50.000 millones durante los próximos cuatro años y reforzará su armamento para tener capacidad de alcanzar bases enemigas, mirando directamente a la amenaza china.

Armas obsoletas

Mientras armas casi obsoletas salen de los almacenes de los estados con destino a los campos de batalla en forma de apoyo altruista o trueque futuro, los países actualizan sus presupuestos de defensa a la vista de las posibilidades del nuevo armamento nacido con la era de la digitalización y la inteligencia artificial. Mientras la guerra de Ucrania pasó de ser pretendida contienda relámpago a enquistarse en conflicto bélico de horizonte incierto y consecuencias económicas y geoestratégicas impredecibles, la guerra de Oriente Próximo abre un nuevo frente entre Occidente y los países árabes. La alianza entre Rusia y China casi pasa a un segundo plano ante la amenaza de un conflicto en el que Irán gane protagonismo.

La firma alemana Rheinmetall, fabricante de los carros de combate Leopard y el vehículo de combate de infantería Marder, elevó el 8,7% el precio de sus acciones en la Bolsa de Fráncfort entre el viernes, 6 de octubre, un día antes del ataque de Hamás, y el lunes, 9 de octubre. La firma estadounidense Aerovironment, que fabrica vehículos aéreos no tripulados, ha subido en bolsa el 14,85 desde principios de septiembre. La italiana Leonardo, especializada en helicópteros y sistemas de navegación ha incrementado el precio de sus acciones el 35,5% desde julio. También la francesa Thales, especializada en servicios de seguridad aeronáuticos, elevó el precio de sus títulos el 5,5% desde el viernes. 

Crecimiento económico y gasto militar

Sobre la cuestión de si la industria armamentística es motor o no del crecimiento económico, los economistas no se ponen de acuerdo. Para algunos fue la guerra fría un motor indudable del crecimiento de EEUU, capaz de financiar con deuda casi sin límites cualquier carrera militar internacional que beneficiaba especialmente a sus empresas. El respaldo de la deuda pública, la capacidad de generar dinero, es clave para determinar si una industria militar genera riqueza para el país que alberga la tecnología y las fábricas. En caso contrario, la producción de armas requiere clientes para ser rentable. Un escenario mundial de guerras, revitaliza la industria sin necesidad de ser financiada con deuda pública o impuestos.