Precarización del trabajo

Grecia aprueba una reforma laboral salvaje con jornadas de hasta 13 horas

Mitsotakis

Mitsotakis / Bloomberg / Christopher Goodney

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El Parlamento griego ha aprobado este viernes una nueva ley laboral impulsada por el Gobierno conservador que permite a las empresas imponer un sexto día laboral y variar los horarios de los empleados para adaptarlos a las necesidades de producción. La reforma de la derecha fue respaldada por los 158 diputados, de un total de 300, de que dispone tras las elecciones del pasado junio la conservadora Nueva Democracia, del primer ministro Kyriakos Mitsotakis, mientras que todos los partidos de la oposición votaron en contra, desde la extrema derecha a la izquierda radical.

Durante una intervención en el Parlamento previa a la votación, el ministro de Trabajo, Adonis Georgiadis, defendió su proyecto de ley y aseguró que "ni elimina la jornada de ocho horas ni (la semana) de cinco días". El Gobierno argumenta que la ley flexibiliza el horario para reducir el trabajo y las horas extraordinarias no declaradas y así protege a los trabajadores.

La reforma permite a los trabajadores tener voluntariamente un segundo empleo, de un máximo de cinco horas diarias, junto a su actividad principal de ocho horas al día. Además, establece que las empresas de varios sectores pueden imponer un sexto día laboral por el que los trabajadores recibirán un 40% adicional sobre el salario diario.

Reforma 'antieuropea'

La reforma emprendida va en contra de las tendencias actuales que promueven la mejora de la productividad entendida por la mejora de los procesos y la mejora de la calidad de la producción y de los servicios, y no por la vía del abaratamiento de los costes laborales o el incremento de la jornada laboral. De hecho, los estudios sobre productividad aconsejan la reducción de la jornada y la mejora de las condiciones laborales (incluida la conciliación familiar) como forma de mejorar la productividad y rentabilidad de las empresas.

Pese a que la reforma griega establece que el aumento de la jornada laboral puede suceder "en condiciones excepcionales", tanto los sindicatos como la oposición argumentan que en la práctica la ley convertira los seis días laborales por semana en algo común, teniendo en cuenta también las "casi inexistenes" inspecciones de trabajo.

Asimismo, la reforma introduce contratos para "empleados de guardia" que prácticamente no tendrán un horario fijo sino que trabajarán cuando su empleador lo requiera, siempre y cuando sean notificados al menos 24 horas antes. La reforma griega se aleja del modelo europeo de relaciones laborales.

Beneplácito de los mercados

La medida llega en unos momentos en los que los mercados internacionales están premiando las reformas económicas griegas. Moody's acaba de elevar de un solo golpe dos escalones la nota de Grecia, situándola en Ba1, a un paso del ascenso a grado de inversión. La subida refleja la visión de Moody's de que la economía griega, sus finanzas públicas, sus instituciones y el sistema bancario están asistiendo a un profundo cambio estructural que respaldará su crédito y su resistencia ante futuras crisis. DBRS también ha colocado la deuda de Grecia en grado de inversión. S&P y Fitch también trabajan en modificar sus valoraciones. Todo ello facilitará la compra de bonos griegos a inversores que solo acuden a emisiones de bajo riesgo. El bono griego se paga en torno al 4%, frente al 17,6% que pedían los inversores en 2015.