Escasez de producción

Italia: "No habrá aceite para todos"

La previsión es que los precios empiecen a bajar solo a partir de noviembre de 2024, si las cosechas del año que viene son mejores

¿Qué pasa con el aceite de oliva?, por Francesc Reguant

Las familias recortan su consumo de aceite de oliva ante el alza interminable de los precios

¿Qué ha pasado para que el litro de aceite más barato ya ronde los 7 euros?

Olivar en la Isla Maggiore, Umbria, Italy

Olivar en la Isla Maggiore, Umbria, Italy / 123rf

Irene Savio

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Los precios de los productos agrícolas se han disparado y el del aceite de oliva no es una excepción también en Italia. Ejemplo es el caso del célebre aceite de oliva virgen extra italiano. Su precio ha crecido un media del 50% desde el año pasado.

Las causas de las subidas tampoco difieren mucho de lo que ocurre en España: en el caso del aceite de oliva extra virgen destaca, en particular, la gravísima sequía y calor extremo que provocó las magras cosechas del año pasado en Italia, lo que supuso un frenazo en la producción (-37% con respecto a 2021) que en estos meses está entrando en el mercado. Con ello, hace un año, un litro de aceite de oliva extravirgen al por mayor costaba alrededor de 4 euros el litro. Hoy, los precios de las cotizaciones mayoristas se han duplicado, hasta cifras que superan los 8 euros. Resultado: el coste final para el consumidor ya ronda los 10 euros en Italia.

La escasez y la especulación también se ceban con el célebre aceite de oliva virgen extra italiano

La especulación y el aumento de la demanda del producto en otros países (en particular, EE.UU., Alemania y Francia), por supuesto, son concausas de las alzas. “La situación de los precios del aceite de oliva extra virgen está empezando a parecerse a la de la Bolsa, con significativas fluctuaciones especulativas propias de los mercados financieros”, han subrayado recientemente los analistas Alberto Grimelli y Marcello Scorcia en la página especializada Teatro Naturale.

Problemas estructurales

Grimelli y Scorcia también han llegado a otra conclusión. “No habrá aceite para todos”, han opinado. No son los únicos. Andrea Carrassi, director general de la Asociación Italiana de la Industria del Aceite de Oliva, ya había avisado de esta situación en mayo de este año. “Está ocurriendo lo que temíamos al comienzo de la temporada: debido a la baja producción, nuestro sector corre el riesgo de no contar con la cantidad suficiente de aceite para abastecer el mercado en los próximos meses”, dijo entonces Carrassi.

Según los observadores, el problema es que, este año, no sólo los actuales datos dicen que, con mucha probabilidad, la nueva producción seguirá siendo insuficiente (aunque podría ser ligeramente superior a la del año pasado). También se están agotando las reservas acumuladas en años anteriores. “La previsión es que los precios empiecen a bajar solo a partir de noviembre de 2024, si las cosechas del año que viene serán mejores”, ha concluido Anna Cane, presidenta de FOOI, la organización interprofesional del aceite de oliva y aceituna de mesa. 

Otros indicios de que pronto este producto se convertirá en uno destinado solo a los bolsillos más nutridos también los hay. Porque la realidad es que, en Italia, el descenso en la producción de aceite de oliva virgen extra es un fenómeno que existe ya desde hace diez años, cuando la producción alcanzaba las 500.000 toneladas al año, según recordaba recientemente el diario económico italiano Il Sole 24 Ore. Algo que, de acuerdo con el centro de estudios Nomisma, se debe también a que el 42% las empresas productoras tienen menos de dos hectáreas de olivares para sus cultivos.