Mercados

La energética gallega EiDF pierde el 86,4% de su valor en solo dos días en la bolsa

El descenso de este martes se suma al registrado el lunes, cuando volvió a cotizar después de cuatro meses y medio de suspensión

Fernando Romero, fundador de EiDF.

Fernando Romero, fundador de EiDF.

Irene Juárez

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Las acciones de EiDF vuelven a derrumbarse este martes, en su segunda jornada de cotización en el BME Growth después de más de cuatro meses y medio de suspensión. En dos días, el valor de la firma en Bolsa ha descendido un 86,4%. Ayer, en su debut, lo hizo en un 70%. El valor de sus acciones ha pasado de los 29,76 euros a los que cotizaban en abril a los 4,05 que ha registrado al cierre de hoy. La firma valía 1.700 millones en Bolsa y ha finalizado la jornada con 234 millones de euros.

Las acciones de la compañía han comenzado la jornada al alza, pero poco después han retomado las caídas. Y es que los analistas ya advirtieron ayer de que los inversores habían perdido la confianza en ella. Esto se tradujo en un aluvión de órdenes de venta (176.303), muy lejos de las de compra (67.238). EiDF se ha visto implicada en un escándalo que cuestionaba sus buenas praxis. Dos informes de sus auditores, primero de PwC y después de Deloitte -que la misma empresa contrató por sus discrepancias con las conclusiones del primero- apuntaron a presuntas falsificaciones de contratos y facturas bajo la dirección de su CEO, Fernando Romero.

La compañía deberá renovar su Ejecutiva, Romero incluido, para intentar reflotar el valor de sus acciones. Lo hará en un plazo máximo de seis meses, según ha remitido a la CNMV. Algunos analistas avisan, sin embargo, de que en el proceso los inversores podrían traspasar su confianza hacia otras empresas de energía fotovoltaica como Soltec, Ecoener y Opdenergy.

El pasado 14 de abril, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suspendió la cotización de EiDF, alegando que no había presentado la información que se le requería. El supervisor la acusó de haber omitido aspectos "muy relevantes" sobre el estado de la misma. Y el pasado jueves le requirió públicamente más información. La CNMV entiende que la compañía ya ha realizado las gestiones suficientes como para levantarle la suspensión, pero las consecuencias en el parqué siguen cayendo sobre ella.

El mayor golpe económico de estas caídas ha sido para su fundador y consejero delegado, que posee el 72,1% del accionariado a través de Prosol Energía. Pero también ha afectado a Alejandro Alorda, de la familia fundadora de Muebles Kettal que tiene un 7,6% de las acciones y a Sergio Palmero, fundador de ODF, empresa que ahora pertenece al grupo, que posee el 6,6%. El 13,5% está controlado por accionistas minoritarios.