Mercado laboral

42.000 estudiantes catalanes, pendientes de si tendrán transporte gratis durante sus prácticas el próximo curso

Más de un tercio de tu sueldo depende de quiénes son tus padres

La inteligencia artificial amenaza más los empleos ocupados por mujeres

Una investigadora trabaja en el desarrollo de una vacuna contra el covid-19 en el laboratorio del Instituto Químico de Sarrià.

Una investigadora trabaja en el desarrollo de una vacuna contra el covid-19 en el laboratorio del Instituto Químico de Sarrià. / Jordi Cotrina

Gabriel Ubieto

Gabriel Ubieto

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Más de 42.000 estudiantes catalanes aguardan a la espera de saber si durante el curso que viene tendrán o no transporte y material gratis durante sus prácticas. Y si ello correrá a cargo de las empresas o universidades donde ejerzan de becarios, si lo costeará el Estado o si deberán ser ellos y sus familias donde, además de pagar por las prácticas, también tendrán que rascarse el bolsillo para el abono transporte.

Entre las muchas carpetas del Gobierno que se quedaron en un cajón tras el adelanto electoral, el Estatuto del Becario fue una de ellas. Una reforma pendiente a la que se le está poniendo cara de ese jugador de fútbol cuyo fichaje suena todos los veranos y no acaba llegando nunca. Ya en los comicios del 2019, el PSOE lo llevaba en su programa electoral y, pese a ello, los socialistas acabaron descartando la aprobación de un texto para el que Yolanda Díaz, la titular de Trabajo, tenía el beneplácito de los sindicatos. “Está muy verde”, alegaron desde Moncloa

El curso 2023-2024 será novedoso, administrativamente hablando, para los estudiantes en prácticas. Según datos facilitados a EL PERIÓDICO por todas las universidades públicas catalanas, en el curso pasado un total de 42.802 alumnos, entre grados y másteres, realizaron prácticas.  

Una nueva obligación que ya es segura –o al menos ya está en el BOE- es que a partir de enero del 2024 todos los becarios deberán cotizar durante sus prácticas, ya sean estas curriculares o extracurriculares. Eso implicará un pago a la Seguridad Social que correrá a cargo del centro donde los alumnos realicen la estadía, ya sea una empresa, una fundación o la propia universidad. El Estado bonificará alrededor del 90% de las cuotas, lo que rebajará la factura a una aportación de entre 10 y 15 euros mensuales por estudiante. 

¿Qué pasa con el transporte y el material?

El próximo inquilino de Moncloa deberá decidir qué hace con ese acuerdo ya suscrito entre el anterior equipo del Ministerio de Trabajo y CCOO y UGT. Según el mismo, los estudiantes en prácticas adquirían una serie de nuevos derechos, entre los que destacan la obligación por parte de las empresas o centros formadores de costearles el transporte. Ya fuere mediante un plus monetario, ya fuere proporcionándoles un abono transporte o similar. Y lo mismo con el alojamiento, si las prácticas implicaban desplazarse y pernoctar fuera de la residencia habitual, y el material.

Además, el texto también incluía una serie de nuevas sanciones para castigar a las empresas o centros incumplidores. En su grado máximo, las multas podían alcanzar los 225.018 euros para quienes incurrieran en una discriminación clara y sistemática de los estudiantes por razones de edad, género, religión o capacidades. Aunque las más frecuentes serían de entre 751 y 7.500 euros para aquellas sociedades que no pagaran el transporte y el material de sus estudiantes. Fue la inclusión de esa batería de multas, entre otros, lo que provocó la oposición de la patronal a la norma.

Si el nuevo Gobierno lo acaban formando la coalición entre el PSOE y Sumar, la aprobación del Estatuto del Becario tiene el camino encarrilado. A tenor de los programas electorales con los que ambas formaciones se presentaron a los comicios. “Impulsaremos la aprobación definitiva del Estatuto del Becario mediante dialogo, el acuerdo y pacto con los agentes sociales”, llevaba el PSOE en el suyo. Aunque, al margen del mismo, los socialistas también prometieron la gratuidad total del transporte público urbano estudiantes hasta los 24 años, así que gran parte de los becarios quedarían parcialmente cubiertos por dicha vía.

Si quien logra finalmente armar mayorías es el PP, el recorrido de esta norma y la materialización de los beneficios derivados de la misma para los estudiantes es bastante más difuso. “Desarrollaremos incentivos que promuevan la participación de la empresa en la formación”, es la única referencia a los estudiantes en prácticas que llevaba Alberto Núñez-Feijóo en su programa electoral. Y, de repetirse los comicios por falta de mayorías, la aprobación y entrada en vigor del Estatuto del Becario parece improbable hasta, como mínimo, el curso 2024-2025. 

Suscríbete para seguir leyendo