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La única opositora catalana que será registradora este año se llama Ariadna y tiene 26 años

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BARCELONA 25/07/2023 Economía Entrevista con Ariadna Estrada, la única persona en Catalunya que ha aprobado este año las oposiciones para pasar a formar parte del cuerpo de registradores de la propiedad de España. PERSONAJE: Ariadna Estrada En el 'Decanat autonòmic de Catalunya' del Colegio de Registradores. Passeig de la Zona Franca, 109. FOTO de RICARD CUGAT

BARCELONA 25/07/2023 Economía Entrevista con Ariadna Estrada, la única persona en Catalunya que ha aprobado este año las oposiciones para pasar a formar parte del cuerpo de registradores de la propiedad de España. PERSONAJE: Ariadna Estrada En el 'Decanat autonòmic de Catalunya' del Colegio de Registradores. Passeig de la Zona Franca, 109. FOTO de RICARD CUGAT / RICARD CUGAT

Paula Clemente

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Siendo su madre abogada, habiéndose criado entre debates jurídicos y teniendo una hermana dos años mayor trabajando en convertirse en jueza, para Ariadna Estradé Alasà no fue complicado decantarse por estudiar derecho cuando tuvo que elegir. “Siempre me había llamado la atención”, resume ocho años después de aquella decisión y justo el día antes de jurar el cargo como Registradora de la Propiedad, Mercantil y de Bienes Muebles. Con una sonrisa casi permanente, un movimiento de pierna incesante y una velocidad de discurso propia de quien ha entrenado salvajemente para recitar leyes a contra reloj, Estradé es una de las 45 personas –de 800 que se presentaron– que ha aprobado este año una de las oposiciones más difíciles de España. La única que llega al cargo desde Catalunya. Y lo ha hecho tras cuatro años de estudio (cuando la media se sitúa en torno a los 10), a la primera (con solo una pequeña prueba piloto orientada a saber cómo funcionaba el examen) y con solo 26 años. ¿La clave? Cuatro años sin hacer otra cosa que estudiar entre 10 y 15 horas diarias.

Así lo decidió solo acabar la carrera. Esta vecina de Tarragona se dio aquel verano para relajarse y se puso a estudiar en septiembre. Según su propio relato, la profesión de registradora se le había antojado importante y con una función de servicio público muy bonita cuando la conoció en la universidad, así que, tras cerciorarse llamando a registros y notarías para que le contasen todo lo que pudiesen sobre aquel trabajo, fue decidida a por las oposiciones.

“El registrador lo que hace es validar jurídicamente que todos los documentos que llegan al registro son correctos”, argumenta Estrada. “Es como un control de que todo lo que se ha hecho, todos los documentos que envían notarios o jueces, está bien. Esto da unos efectos muy importantes de cara a terceros”, define. El notario es quien tiene el trato con el cliente, el registrador, quien revisa que la compra de un piso, la apertura de un comercio o la adquisición de un barco se haya hecho correctamente y que el contrato cumpla con todos los requisitos de la ley.

En el camino para lograr desempeñar este papel, han sido clave dos preparadoras que la han acompañado voluntariamente en el proceso. La única condición que le pusieron es que siga con esta especie de cadena de favores y que en el futuro, forme ella a alguien también.

“Tuve la suerte de que mi madre estaba todo el día ayudándonos, no solo económicamente, si no que estaba siempre preparada para nosotras, para que pudiésemos solo estudiar”, agradece la futura registradora. “Además, mi hermana llevaba dos años opositando cuando yo empecé, por eso ya veía más o menos lo que era esto: estar todo el día estudiando, no distraerse…”, analiza. También ver a los amigos haciendo viajes, ganando un sueldo o yéndose a vivir con sus parejas. “Todos avanzan y tu estás parada estudiando, no puedes hacer planes, no puedes salir de fiesta, y piensas ‘me estoy quedando atrás’”, confiesa Estrada, que ha estado completamente inmersa en este proceso de los 22 a los 26 años.

Ariadna Estrada, la única persona en Catalunya que ha aprobado este año las oposiciones para pasar a formar parte del cuerpo de registradores de la propiedad de España.

Ariadna Estrada, la única persona en Catalunya que ha aprobado este año las oposiciones para pasar a formar parte del cuerpo de registradores de la propiedad de España. / RICARD CUGAT

Lo raro, en realidad, es que no haya sido más tiempo, porque eso es lo habitual. Superó prueba 1, prueba 2 y prueba 3. Recitó de memoria y en 17 minutos prácticamente exactos una ley sobre el derecho en la Unión Europea, otra sobre donaciones, una tercera de testamentos y tantas otras sobre cheques o sucesiones. Se mudó a Madrid algo más de dos meses para formarse allí para la tercera prueba. Resolvió un caso práctico para el que es necesario saberse de memoria todas estas leyes y muchísimas más. Y, entonces, el 30 de mayo, siete meses después de haber hecho la primera prueba, le dijeron que había aprobado.

“Estaba esperando a que la publicaran, de repente me llama mi preparadora, no sabía si era algo bueno o malo que me llamara, cojo el teléfono y me dice ‘¿ya has visto que has aprobado?’ y empecé a llorar y a preguntarle donde lo había visto”, rememora Estrada. “Me pasó el PDF, se lo pasé a todo el mundo, llamé a mi madre y me encerré a llorar de alegría”, prosigue.

Su hermana, sentada a su lado, también confiesa haber llorado: de alegría, pero también del alivio de que Ariadna evitara tener que volver a empezar.

Soledad y priorización

“Yo recomiendo mucho opositar, pero es muy diferente hacerlo tu a cuando ves a un familiar haciéndolo: no se le deseo a nadie, más cuando tu lo has vivido antes”, asegura Carmen Estrada, esta hermana mayor y ahora también jueza.

“Sabes perfectamente lo que está sintiendo: yo me sentía súper sola, nadie te entiende de verdad, porque eres la única que está en la habitación con los apuntes, nadie ve la presión que supone saber que si suspendes, todo empieza otra vez”, explica. “Puedes ir el año siguiente sabiéndotelo mejor y volver a suspender porque te ha tocado un tema que no te gusta, porque estás nerviosa o porque el de delante se lo sabía mejor que tu”, remata.

Pero ambas han conseguido el objetivo. Ahora, Ariadna Estradé, la única catalana que ha superado la prueba en esta convocatoria, disfruta de sus primeras vacaciones en mucho tiempo, aunque aún tiene pendiente elegir plaza. Lo que sí ha hecho ya es balance. Lección primera: “Uno de los trucos básicos de la oposición, aparte de la constancia y el esfuerzo, es priorizarla ante casi todo, ese ha sido mi truco”. Lección segunda: “Si ahora volviera atrás, descansaría más, porque yo me pasaba, pero es que cuando ves la competencia…”. 

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