Fondos europeos

Catalunya ha movilizado ya el 70% de su parte de los Next Generation, pero la mitad está aún por adjudicar

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La consellera d'Economia i Hisenda, Natàlia Mas Guix, a la roda de premsa presentant el balanç del Pla de prevenció i reducció del frau fiscal 2019-2022, al Districte Administratiu.

La consellera d'Economia i Hisenda, Natàlia Mas Guix, a la roda de premsa presentant el balanç del Pla de prevenció i reducció del frau fiscal 2019-2022, al Districte Administratiu. / Queralt Ribé / ACN

Paula Clemente

Paula Clemente

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Satisfacción y optimismo en el ecuador del reparto de los fondos europeos Next Generation. La Generalitat de Catalunya ha transferido, licitado o, como poco, abierto convocatoria para canalizar el 60% del dinero que le asignó el Estado a través de las conferencias sectoriales y un 70% de lo que ha recibido ya de este paquete. En la práctica, en realidad, solo la mitad de este volumen está comprometido, pero incluso ahí la Generalitat encuentra una buena noticia a la que agarrarse: este porcentaje es un 42% mayor a la media del resto de comunidades.

En total son 3.420 millones de euros asignados, 2.845 millones de euros ya en manos de la Generalitat, 1.984 millones de euros movilizados y 953 millones de euros comprometidos. Es decir: solo se ha adjudicado la mitad de lo movilizado y menos de un tercio (27,9%) del total.

“Nos falta información y planificación de base: hay una parte importante de los recursos que no está asignada y que no sabemos cuando la tendremos”, explica el director general de fondos europeos y ayudas de Estado de la ‘conselleria’ de Economia i Hisenda, Aleix Cubells, para justificar la dificultad de valorar que apenas un 28% de los recursos con los que puede contar de momento el Govern estén comprometidos. “No sabemos si es bueno o malo y por eso hacemos este ejercicio de compararnos con los otros”, ha añadido. De acuerdo con los datos que manejan, la radiografía autonómica habla de una adjudicación media del 19,6%.

Además, a modo de referencia, el Govern cuenta con los datos de un estudio de Esade que colocan a la comunidad como líder en términos de dinero movilizado a través de su administración pública: un 29% frente al 16% de la C Comunitat Valenciana y de Madrid, segunda y tercera en el ránking, o al 7,8% de Andalucía, quinta en este listado y territorio que más dinero tiene designado.

“La Generalitat está haciendo un muy buen trabajo de movilización de los Next Generation tanto en relación a la movilización de los recursos como en la agilidad en la gestión, y no es un trabajo nada sencillo, porque nos encontramos ineficiencias de base”, ha valorado la ‘consellera’ de Economia i Hisenda, Natàlia Mas, quien ha presentado el balance junto a Cubells y al secretario de asuntos económicos y fondos europeos del mismo departamento, Miquel Puig. “Pese a todas las limitaciones que tenemos, que son muchas, desde Catalunya estamos haciendo muy buena gestión de los fondos, lo estamos haciendo mejor que el resto de territorios del Estado, y si tuviésemos más poder de decisión o margen de maniobra lo haríamos mucho mejor”, ha insistido esta responsable, que ha destacado también el buen ritmo que se ha cogido en los últimos meses: la mitad de los 1.900 euros movilizados se ha gestionado entre enero y mayo de este año.

Aviso de ralentización

Entre las limitaciones, han enumerado que el sistema de gestión esté excesivamente centralizado, el gran volumen de convocatorias, que las ventanas de solicitud sean cortas o que los programas de ayudas se solapen entre ellos. A todo esto se ha sumado ahora la entrada en vigor de la orden ministerial 55 que ha paralizado muchos de los procedimientos de licitación y que puede ralentizar -han avisado- el ritmo de adjudicación de los fondos Next Generation en Catalunya.

“Tenemos actualmente expedientes por valor de 800 millones de euros que están bloqueados para que se haga la comprobación del conflictos de intereses, y es por una cuestión de gestión administrativa del sistema informático que está paralizado”, ha detallado Cubells.

En este sentido, los tres responsables han aprovechado para reclamar que el Estado corrija los errores detectados en esta primera fase del reparto de los fondos (según lo previsto, el 31 de diciembre de este año tendría que terminar la primera fase y empezar una segunda que se alargaría hasta 2026), porque se corren “riesgos de calendario y de que una parte del impacto transformador de estos fondos se pierda”, han concluido.