Situación laboral

Santiago Niño Becerra y la amarga experiencia de un camarero de 18 años: "Invita a meditar"

La oferta de trabajo que indigna a media España y a Niño Becerra

Niño Becerra habla de una seria amenaza para la humanidad

Un camarero sirve en una mesa

Un camarero sirve en una mesa / 123RF

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El economista Santiago Niño Becerra siempre busca el reverso oscuro de las buenas noticias económicas. Últimamente se está centrando en la situación del mercado laboral, en especial la baja productividad y la precariedad de numerosos empleados.

En un tuit reciente el catedrático expone el caso de un camarero como ejemplo de lo que ocurre en España en plena carencia de determinados profesionales. "Hace tres meses en un restaurante de España contrataron como camarero a un chico de 18 años", relata Niño Becerra, que recuerda que la experiencia del joven era "limitada". Las condiciones parecían aceptables: "30 horas de trabajo a la semana y un salario de 1.060 euros, y las horas de más que tuviera que trabajar se las pagarían como extras. Todo legal".

Pero el economista explica cómo las cosas se torcieron rápidamente: "La primera semana trabajó casi 50 horas, la siguiente más y cuando el mes acabó no le pagaron ni un céntimo de más". El joven protestó porque no eran esas las condiciones acordadas. "La respuesta fue que si no le gustaba ya sabía donde estaba la puerta. Se quedó", relata.

Con el paso del tiempo, recuerda Niño Becerra, el joven "fue viendo como camareros con más experiencia se iban yendo y eran sustituidos por otros con muy poca experiencia o no eran sustituidos."

Santiago Niño Becerra

Santiago Niño Becerra / Enric Fontcuberta

Otro contrato

"Tres meses después y con más experiencia -prosigue el experto en economía-, el chico de nuestra historia dijo que se iba. Y entonces le dijeron que le harían otro contrato: 40 h semanales y 1.340 euros".

En el fondo la cosa no ha cambiado mucho: "Hoy está trabajando casi 60 horas a la semana y ya está buscando otro empleo para irse."

Niño Becerra desvela que quien le contó esta historia es el padre del camarero, que dijo que "a partir de un núermo de horas no había salario que las pagase".

"En esta dinámica de falta de trabajadoras/es en la que España parece que ha entrado, pienso que este ejemplo invita a meditar. ¿No creen?". Con esta reflexión acaba el hilo de Twitter..