Movimiento estratégico

La Unión Europea autoriza a Microsoft la compra de Activision Blizzard, la mayor de la historia de los videojuegos

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Microsoft ya intentó comprar Blizzard un par de ocasiones, ¿por qué fracasaron entonces?

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Carles Planas Bou

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Buenas noticias para Microsoft. La Unión Europea (UE) ha este lunes autorizado la compra del gigante Activision Blizzard por 69.000 millones de dólares (63.594 millones de euros), la mayor operación de la historia en el sector de los videojuegos y la más importante en el campo de la tecnología de consumo de las dos últimas décadas.

Los reguladores antimonopolio europeos han determinado que las soluciones propuestas por la multinacional estadounidense –fabricante de la videoconsola Xbox– ha respondido "plenamente" a los problemas de competencia señalados por la Comisión Europea.

Esta serie de soluciones pasan por ofrecer a los consumidores europeos licencias gratuitas durante diez años y servicios de streaming de juegos en la nube para transmitir los juegos de PC y videoconsola de Activision, lo que a su juicio supone "una mejora significativa (...) en comparación con la situación actual".

A la práctica, eso supone que títulos del estudio tremendamente populares como World of Warcraft y Call of Duty estarán disponibles en móviles y tabletas digitales, pero también en plataformas rivales como son Nintendo o Sony, propietarias de las consolas Switch y PlayStation. El presidente de Microsoft, Brad Smith, ha confirmado que "esto se aplicará a escala mundial y permitirá a millones de consumidores de todo el mundo jugar a estos juegos en cualquier dispositivo que elijan".

Confusión regulatoria

Aunque la satisfacción de Bruselas es una señal positiva para los intereses de Microsoft, el panorama regulatorio al que se enfrenta no es para nada claro. El pasado 26 de abril, el regulador británico optó por impedir esa megaoperación al considerar que la compañía "no abordó de manera efectiva" sus preocupaciones y que la compra podría darle una posición de dominio sobre el negocio de los videojuegos en la nube. En diciembre fueron los Estados Unidos quienes tomaron esa misma decisión, apuntando también al temor a abrir las puertas a la competencia desleal.

La decisión de la UE contrasta con su habitual posición estricta y muestra una fractura internacional sobre cómo regular la concentración de poder empresarial. Microsoft ya ha recurrido ante los tribunales el revés de Londres y Washington. La clave de esta partida de ajedrez estará en la resolución de esos casos, pero puede tardar meses en llegar. Ambos mercados son demasiado grandes como para poder ignorarlos.