Tras el fin de los peajes
Transportes adjudica la redacción de seis proyectos para mejorar los accesos a la AP-7 y la AP-2 en Catalunya
El ministerio destina 3,17 millones a rehacer los enlaces de las autopistas o crear otros nuevos
Cristina Buesa
Periodista
Especialista en infraestructuras de movilidad, me ocupo de los temas de economía azul y de la Copa América de vela.
Tras la reversión de los peajes, el tráfico en las autopistas ha aumentado, lo que ha llevado a las administraciones a tomar medidas, que van desde la reducción de la velocidad en ciertos tramos a la reordenación de las propias vías. En la AP-7 y la AP-2, principalmente en Catalunya, se ha diseñado un plan para minimizar los efectos de ese incremento de vehículos, al que se suma que muchas veces esas autopistas fueron diseñadas en su día más pendientes de la situación de las taquillas de pago de peajes que de dónde se desviaban los conductores en función de la circulación de la zona.
Por este motivo, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha adjudicado este lunes por 3,17 millones de euros los lotes de un contrato de servicios para la redacción de siete proyectos de remodelación y construcción de enlaces en estas dos autopistas, seis de los cuales situados en Catalunya. El otro está en las provincias de Zaragoza y Huesca.
Tramos sin accesos o muy separados
Tal como ha explicado en un comunicado el ministerio, las obras aspiran a resolver la problemática asociada a la configuración actual de las autopistas, "con tramos muy largos sin accesos o con enlaces muy separados entre sí, lo que dificulta las condiciones de explotación de la autopista, alargando los trayectos para realizar cambios de sentido o dificultando el desvío de tráfico hacia carreteras alternativas en caso de situaciones excepcionales", advierten.
Los seis proyectos ahora adjudicados en Lleida, Tarragona y Girona son los siguientes: en la AP-2, el enlace de Castelldans y Vimbodí (Lleida y Tarragona); y en la AP-7 los enlaces de Tarragona norte y El Vendrell; el de Vilafranca centro, Martorell y la autovía C-60; los de Roda de Barà y Banyeres del Penedès; el de Sant Celoni norte; la remodelación de los enlaces de Maçanet y Girona norte; y, por último, el enlace de Figueres centro y la variante de Vilafant (Alt Empordà).
Evaluación de alternativas
El programa completo de actuaciones, valorado en 1.050 millones de euros solo en Catalunya (a siete años vista) incluye hasta 42 actuaciones de mejora en ambas infraestructuras y en otras carreteras del entorno. Las propuestas, según Transportes, son fruto de los estudios previos que se redactaron sobre la distribución del tráfico en ambas vías tras la supresión del peaje en las autopistas AP-7 y AP-2, que revirtieron al Estado en enero de 2020 y septiembre de 2021, respectivamente.
Las conclusiones de los estudios evaluaban diferentes alternativas de actuación, teniendo en cuenta objetivos funcionales (valorando criterios relacionados con los niveles de servicio, accesibilidad, captación de tráfico y aspectos constructivos), ambientales (espacios protegidos, patrimonio cultural, ocupación del suelo…) y económicos (valorando el coste de construcción y rentabilidad de cada alternativa), según el ministerio que dirige Raquel Sánchez.
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