Energía

Las claves del pulso entre España y Francia sobre el hidrógeno que ha salpicado al hidroducto de Barcelona

El final de la negociación de la directiva de renovables en Bruselas lleva a una polémica dialéctica entre el embajador francés y la vicepresidenta tercera sobre el H2Med

Emmanuel Macron y Pedro Sánchez.

Emmanuel Macron y Pedro Sánchez.

Sara Ledo

Sara Ledo

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La Comisión Europea está inmersa en la negociación de los últimos flecos de la directiva comunitaria sobre el futuro de las energías renovables. Francia quiere incluir en esta norma que el hidrógeno producido a partir de energía nuclear sea etiquetado como hidrógeno renovable, postura a la que se opone España (también Alemania) que defiende que el hidrógeno nuclear debe tener cabida en la directiva de gas como tecnología "baja en carbono", pero no 'verde'. El choque entre ambos países ha pasado a la primera línea esta semana con declaraciones cruzadas entre el embajador francés, Jean-Michel Casa, y la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, sobre el futuro del hidroducto entre Barcelona y Marsella. El embajador Casa llegó a mostrar su malestar con una tribuna en EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica. 

Esta semana Francia ha condicionado la construcción de este hidroducto a que el flujo vaya en los dos sentidos, desde España hacia Alemania y viceversa. "Hay maneras de expresarse que no me gustan. Pero Francia ha dicho que se comprometía con este tubo. Si ha cambiado de opinión, que lo diga; aunque no tengo la impresión de que haya cambiado de opinión, honestamente", decía el martes tras las preguntas de los periodistas Ribera tras un foro energético organizado por el IESE. El embajador francés le respondió el viernes con un tuit que después borró: "A nosotros tampoco nos gustan algunas maneras de expresarse de la vicepresidenta tercera del Gobierno español".

¿Por qué ha surgido la polémica?

Este lunes, la Comisión Europea abría una pequeña puerta para considerar renovable el hidrógeno nuclear francés con su propuesta de acto delegado --que debe ser aprobada o rechazada por el Parlamento Europeo y el Consejo, pero sin posibilidad de modificación-- sobre hidrógeno verde en la que se sientan los criterios que definen a esta tecnología. La norma establece como excepción que el hidrógeno producido a partir de un mix energético que emita menos de 18 gramos de CO2 por megavatio producido --algo que solo cumplen Suecia y Francia-- será etiquetado como 'verde', como Francia pedía.

¿Eso implica que el hidrógeno nuclear es renovable?

No. La propuesta comunitaria hace una excepción concreta hacia el caso francés al permitirle producir renovables a través de su red eléctrica (donde la mayor parte de sus mix energético es nuclear), pero le obliga para hacerlo a firmar acuerdos de compra venta de energía (ppa) renovables por una cantidad equivalente. Es decir, tendrá que construir renovables en la misma cuantía. Además, producir hidrógeno directamente a partir de una conexión con una central nuclear (el denominado hidrógeno rosa) no se considera hidrógeno verde.

¿Qué le parece a España esa decisión de Bruselas?

Mal. Pero un mal menor. "Es razonable ser pragmáticos y que el hidrógeno 'low carbon' tenga cabida como tal. Creo que sin embargo es más discutible calificar como renovable lo que no lo es porque eso pervierte y distorsiona algo que es fundamental para el futuro del sistema energético. Pero estamos abriendo el debate ahora", decía la vicepresidenta sobre la decisión de Bruselas. La clave es lo que ocurra en la directiva sobre energías renovables que se debe aprobar en los próximos meses porque igualar las instalaciones eólicas y solares con las nucleares a la hora de producir hidrógeno verde promocionaría las nucleares por encima de las renovables y haría peligrar las inversiones en estas últimas.

¿España es contraria a que Francia produzca hidrógeno nuclear?

No. "Francia aspira a producir hidrógeno con centrales nucleares. Nunca lo ha ocultado. Y a nosotros esto nos parece razonable", explicaba Ribera el martes. Dicho esto, la vicepresidenta añadía que este tipo de hidrógeno "debe encontrar espacio en la regulación de hidrógeno y en la directiva de gas", pero no ser calificado como renovable. El Gobierno español, de hecho, no se niega a que hidrógeno renovable y nuclear puedan compartir infraestructura, fluir por el mismo hidroducto, pero estableciendo la diferencia entre uno y otro.

¿El hidroducto entre Barcelona y Marsella depende de lo que se decida sobre esa etiqueta?

"No en lo que respecta a España. Tenemos que estar tranquilos. Que Francia esté mandando señales en estos momentos un poco extrañas en contexto de negociación forma parte de lo que cada cual elige como herramientas de negociación", respondía la propia vicepresidenta. España ha dicho siempre que el planteamiento es el de exportar hidrógeno desde la Península Ibérica al norte de Europa y solo lo hará con hidrógeno verde. Pero el proyecto está todavía en fase de estudio técnica.

Suscríbete para seguir leyendo