Calcula tu cuota de autónomos a partir del 2023 con el nuevo sistema | CALCULADORA

El sistema de cotización de los trabajadores autónomos que entró en vigor el 1 de enero de 2023 supuso un cambio de paradigma. Si antes los autónomos cotizaban según la cuota que ellos mismos elegían, ahora deben hacerlo en función de su volumen de ingresos. Según los cálculos de la Seguridad Social, tres millones de trabajadores han estrenado cuotas en 2023: alrededor de dos millones de autoempleados pagará menos de lo que paga ahora y otro millón pagará algo más.

Anteriormente, los trabajadores por cuenta propia cotizaban en función de la cuota que ellos escogían, con independencia de si ganaban más o menos. La cuota más frecuente era la mínima, que es de 294 euros mensuales. Con el sistema vigente, el trabajador debe calcular su cuota en función de los rendimientos que tenga y los 15 tramos consensuados con los agentes sociales. Estos quedan definidos mediante la siguiente operación: sumar todos los ingresos, restarle los gastos deducibles y aplicar a final de año una deducción del 7% adicional en concepto de gastos de difícil deducción. En este artículo queda explicada la operación con más detalle.

El esquema es de despliegue progresivo y no entrará en vigor de golpe. En 2023 se aplican ya unas cuotas con menor distancia entre la mínima y la máxima, para luego en los dos años posteriores ir ampliándose. Es decir, si bien la cuota mínima será de 230 euros en 2023 y la máxima de 500 euros, en 2025 la primera será de 200 euros y la segunda de 590 euros. El modelo en vigor incluye también el compromiso de revisar cada tres años el sistema de tramos y ampliar la equidad del mismo (pues en la actualidad grava más a aquellos que menos ganan), con horizonte 2031.

El negocio de la mayoría de autónomos se caracteriza por no tener unos ingresos fijos y unos meses van mejor y otros peor. Ante ello, la Seguridad Social ideó un esquema flexible en el que el autónomo puede cambiar hasta seis veces al año de cuota, en función de cómo vaya el negocio. El funcionamiento, de inicio, es el siguiente: el autónomo hace una estimación y escoge qué cuota se adapta más a sus previsiones de rendimientos. Paga esa cuota, pero si ve que ingresa más o menos de lo previsto, puede tramitar el cambio y pasar a pagar más o menos. Y a final de año, Hacienda realizará un cruce entre sus cotizaciones y sus ingresos. Si ha pagado de más, le devolverá; si ha pagado de menos, le exigirá la diferencia.

Suscríbete para seguir leyendo