Manifestación

Los transportistas amenazan al Gobierno con unas "Navidades muy oscuras si no se cumple la ley"

Sin cortes de carretera ni piquetes en el primer día del paro de transportistas en Catalunya

Sara Ledo

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Sin grandes incidencias. La primera jornada de paro indefinido de transportistas autónomos convocado por la Plataforma en Defensa del Transporte ha transcurrido sin cortes de carretera ni falta de suministros. Desde el Ministerio de Interior trasladan situaciones de "normalidad" en las principales carreteras y centros logísticos de toda España, informa Juanjo Fernández. Las principales incidencias las resumen en diversas identificaciones en Asturias, pinchazos en las ruedas de tres semirremolques en Cuenca y un total de 13 escoltas a convoyes por parte de la Guardia Civil. Mientras, la manifestación celebrada en Madrid finalizó sin incidentes.

La marcha, que duró unas tres horas, contó con varios centenares de transportistas a pie desde la Estación de Atocha de Madrid, dónde se encuentra el Ministerio de Agricultura, a la plaza de San Juan de la Cruz, dónde se ubica el Ministerio de Transportes. A su llegada a Nuevos Ministerios, el presidente de la Plataforma, Manuel Hernández, advirtió --megáfono en mano-- al Gobierno: "Dicen que los transportistas no están secundando el paro. Señora ministra, no de lugar a que el transporte se despierte porque es como un león y después nadie lo podrá parar". "Si la ley no funciona, Señora ministra, se avecinan unas Navidades muy oscuras", agregó.

La principal reivindicación de los transportistas autónomos y empresarios organizadores del paro es que el Gobierno aplique medidas efectivas para evitar trabajar a pérdidas. En concreto, reclaman más inspecciones al Ministerio de Transportes para certificar que las grandes empresas cumplen con la normativa porque, según explica el secretario general de la Plataforma, Rafael Alamillo, "no hay inspectores suficientes para inspeccionar a las empresas y verificar que bajen los precios". "La ley no se está cumpliendo. Están bajando los precios con bastantes represalias para la gente que cumple. Vamos a ver si la ministra de pone a trabajar", explica.

Ana María de Miguel y Carlos Bravo sonun matrimonio madrileño con un camión cada uno que transporta contenedores marítimos con todo tipo de carga (alfalfa, chatarra, tractores, coches, paja, pienso, entre otros muchos ejemplos). Son dos de los manifestantes que recorrieron las calles de Madrid mientras se escuchan gritos de "ministra, dimisión". Explican a El Periódico que el Estado hace un cálculo de lo que cuesta su camión por kilómetro, pero lo que cobran no llega a ese mínimo. La solución que se les da es denunciar de forma individual, pero eso pone en riesgo su trabajo. "Tú denunciarías a tu jefe?", pregunta Bravo.

"El Estado dice que un camión cuesta 1,60 euros cargado y 1,30 euros en vacío, pero me pagan 0,98 euros más el diferencial del precio del gasoil que llevaría a un total de aproximadamente 1,15 euros. El cliente final sí paga a 1,60 el kilómetro, pero yo recibo 1,15", protesta Bravo. "La ley dice que mínimo debo cobrar 1,60 pero no se cumple porque no hay inspecciones. Me dicen que denuncie, pero si lo hago me voy a la calle", agrega.

"Hicieron una ley. Establecieron un mínimo a pagar, si no nos pagan eso, debemos denunciar cada uno de forma individual. Pero si los demás no denuncian yo me quedo sin trabajar y el resto no", cuenta otra manifestante llegada desde Asturias que prefiere no dar su nombre. Más inspectores es la principal reclamación de los camioneros para garantizarse "unos precios justos", según explicaba al inicio de la marcha Manuel Hernández, la cabeza visible de la Plataforma, sin representación en el órgano de diálogo del sector con la administración -el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) que representa al 90% del sector-. "Es la ruina de muchas familias", añade.

Otras reivindicaciones

Otro de los manifestantes es José Ramón Fernández Martinez, camionero que trabaja para una pequeña empresa de Ponferrada y que transporta todo tipo de mercancía a diario. En su caso, se queja de que las grandes empresas a las que van a cargar y descargar las mercancías generan cada vez una situación de mayor precariedad al prescindir de área de descanso y de falta de vigilancia o disparar los tiempos de descarga hasta "seis o siete horas o incluso un día", lo que supone "perder otro viaje, no poder llegar a casa con la familia o tener que quedarte el fin de semana fuera". "Salimos a la calle para que vean lo que estamos pasando. Todo va a peor. Da la impresión q se ríen de uno", cuenta.

"Es por dignidad", añade Jorge Luis Suárez. "Hay mucha gente en el sector muy mal, que no tienen ninguna rentabilidad. Sólo pedimos que se cumpla la ley", insiste, sin perder ocasión para reivindicar también el final de otras anomalías como que un accidente de tráfico se considere accidente laboral, el derecho a enfermedad profesional o la jubilación a los 60 años.

Apoyo de agricultores

Además de a los transportistas, la Plataforma también invitó a agricultores, ganaderos y hosteleros a unirse a la marcha. "Sin agricultores ni ganaderos no de puede vivir, sin políticos sí. El campo se muere", se puede leer en una de las pancartas, que portan los representantes de Asepres, una asociación agraria con presencia en Andalucía, Albacete, Murcia Extremadura y Madrid que, como la Plataforma en el sector del transporte, se declara "libre" frente a organizaciones agrarias como Asaja, Coag o UPA. "No nos sentimos representados por esas asociaciones", explica Guillermo Sánchez, miembro de su junta directiva. Según su relato "varios autobuses" han traído hasta Madrid a cerca de unas "500 agricultores de la asociación" para apoyar a los transportistas y reivindicar sus elevados costes de producción, disparados tras la guerra de Ucrania. "Los costes de producción nos están ahogando. También nosotros tenemos un problema y queremos que se nos escuche", agrega Sánchez.