Política monetaria en EEUU

La Reserva Federal de EEUU sube por cuarta vez consecutiva tres cuartos de punto los tipos de interés

El banco central estadounidense mantiene la agresiva estrategia de encarecer el precio del dinero para tratar de contener la inflación

Powell sugiere que los próximos incrementos pueden ser más bajos pero también advierte que los tipos pueden acabar más alto de lo previsto anteriormente

Archivo - El presidente de la Fed, Jerome Powell, durante una rueda de prensa el 16/06/2019.

Archivo - El presidente de la Fed, Jerome Powell, durante una rueda de prensa el 16/06/2019. / Reserva Federal de EEUU

Idoya Noain

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Por cuarta vez consecutiva desde junio la Reserva Federal de Estados Unidos ha aprobado este miércoles una subida de tres cuartos de punto en los tipos de interés, que se colocan ya en una horquilla entre el 3,75 y el 4%. La decisión confirma la determinación de los responsables de la política monetaria estadounidense de mantener la agresiva estrategia con la que tratan de ralentizar la economía para combatir la inflación, que se ha disparado al ritmo más rápido en cuatro décadas, incluso cuando se elevan los riesgos de una recesión.

La subida, adoptada por unanimidad y que sitúa los tipos en su nivel más alto desde principios de 2008, era esperada, por más que estén apareciendo cada vez más voces que reclaman a la Fed que pise el freno. Y aunque gana enteros la opción de que se suavicen algo las subidas de tipos en las próximas reuniones de diciembre y febrero, ese paso no está garantizado y dependerá de los próximos datos económicos. Además, no representará un giro en la dirección que han emprendido y con la que siguen "firmemente comprometidos", según ha dicho en rueda de prensa Jerome Powell.

Tipos más altos

Esa intervención de Powell ha enfriado la buena recepción que había tenido inicialmente en las bolsas el comunicado. En ese texto se reconocía que para futuros aumentos se tendrá en cuenta "el endurecimiento acumulado de la política monetaria" y "los retardos con los que la política monetaria afecta a la actividad económica", así como acontecimientos económicos y financieros, un lenguaje en el que se leía la posibilidad de subidas más leves. Y aunque el presidente del banco central estadounidense ha dicho que podría ser así, también ha advertido de que el estancamiento de la inflación y su golpe, que están siendo mayores de lo esperado, pueden hacer que tengan que acabar subiendo los tipos hasta que terminen a un nivel definitivo "más alto de lo previsto" con anterioridad.

Powell ha querido ser contundente en su mensaje. Ha insistido en que están empeñados en devolver la inflación al objetivo del 2% aunque para ello tengan que seguir con medidas que están teniendo otros impactos negativos. "No queremos cometer el error de no hacer suficiente o retirar nuestra fuerte política demasiado pronto", ha dicho. Y ha defendido también que tienen herramientas para lidiar con las consecuencias de un endurecimiento excesivo, asegurando que quedarse cortos representaría un riesgo mayor para la economía.

Powell también ha descartado tajantemente cualquier posibilidad de detener las subidas, asegurando que "es muy prematuro hablar de pausas". Algunos miembros de la Reserva Federal habían estado sugiriendo recientemente esa posibilidad de una pausa para comprobar el efecto que está teniendo su agresiva política.

Inflación y campaña

Aunque la inflación en EEUU en la última lectura de septiembre descendió ligeramente respecto al mes anterior, sigue obstinadamente elevada, en el 8,2% interanual. Se ha convertido en el tema principal para los votantes en las elecciones legislativas del próximo martes y uno por el que los votantes pueden castigar al Partido Demócrata, al que los republicanos responsabilizan del alza de los precios.

Desde la Casa Blanca Karine Jean-Pierre, la portavoz del presidente Joe Biden, ha dado la bienvenida a la decisión de este miércoles. "Las acciones de la Fed ayudan a reducir la inflación", ha declarado la portavoz, que ha subrayado también la independencia de la Reserva Federal.

Desde el ala más progresista del Partido Demócrata y desde organizaciones como el principal sindicato de EEUU, no obstante, arrecian las críticas. Esta misma semana un grupo de congresistas liderados por la senadora Elizabeth Warren enviaron una carta a la Fed mostrando su "profunda preocupación" porque las subidas de tipos arriesgan ralentizar la economía a la vez que no están consiguiendo frenar los precios al alza que siguen dañando a las familias". Y el presidente del sindicato AFL-CIO ha emitido este miércoles un comunicado asegurando que el alza de los tipos tendrá "un impacto nocivo y directo en la clase trabajadora" y denunciando que las políticas de la Fed no atajan causas subyacentes de la elevada inflación, entre las que ha señalado a la "avaricia de las grandes corporaciones", que están ampliando sus márgenes de beneficios, o a la guerra en Ucrania.

Powell, que en sus declaraciones este miércoles reconocía el golpe que pueden sentir precisamente los trabajadores y familias de ingresos más bajos, y que también ha asumido los retos que plantea el dólar fuerte para algunos países (aunque defendiendo que "el mundo no estará mejor" si EEUU no controla la inflación), ha dicho no tener la sensación de haberse movido demasiado rápido ni de haber endurecido más de lo debido las condiciones financieras. Tras su intervención las bolsas han cerrado con acentuadas caídas.