Port de Barcelona

Un plan de futuro que apuesta por la sostenibilidad

El complejo portuario de la capital catalana ha desarrollado un proyecto a través del cual busca la electrificación de los muelles del recinto

Imágen del Port de Barcelona

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Por el Port de Barcelona pasan cada año todo tipo de productos de importación y exportación con un valor de más de 60.000 millones de euros. Estas mercancías representan el 24% del comercio exterior marítimo del Estado y el 74% del de Catalunya. La aportación de la Comunitat Portuària de Barcelona al Producto Interior Bruto (PIB) de Catalunya alcanza el 2%. Sin embargo, la actividad que se genera en los muelles del recinto portuario sólo supone el 0,7% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Es decir, el Port de Barcelona genera más riqueza que emisiones.

Consciente de la situación climática y acorde con su compromiso con el medioambiente y con la ciudadanía, el Port de Barcelona ha desarrollado en los últimos años numerosos proyectos para descarbonizar la actividad y reducir las emisiones. En el Plan Estratégico del enclave barcelonés para el período 2021-2025, la sostenibilidad ambiental y la transición energética son dos de los ejes centrales y se ha fijado un objetivo ambicioso: ser un puerto neutro en emisiones en el año 2050.

Nexigen

Uno de los proyectos con los que se podrá hacer realidad este reto es Nexigen. Se trata de un plan para descarbonizar la actividad y mejorar la calidad del aire, contribuyendo al bienestar de las nuevas generaciones. Un plan de futuro que comportará notables beneficios ambientales gracias a la electrificación de los muelles del Port de Barcelona y que en su nombre suma las palabras next, generation y oxígeno.

Para hacer realidad el proyecto Nexigen, el Port de Barcelona invertirá 110 millones de euros en adecuar sus muelles haciendo posible que los barcos se conecten a una red eléctrica alimentada por energía limpia con certificación de origen 100% renovable mientras estén atracados. De este total, 90 millones de euros corresponden a las inversiones que se realizarán en los sistemas OPS (onshorepowersupply) de conexión. Los 20 millones de euros adicionales son necesarios para desplegar la red que incluye la construcción de la nueva Subestació Port, la conexión en alta tensión a la Subestació Ronda Litoral de Red Eléctrica y el despliegue de la red de media tensión por todo el recinto portuario. En el momento en el que Nexigen sea una realidad, se habrán extendido más de 240 kilómetros de cable y se habrán realizado 20,5 kilómetros de canalizaciones hasta las terminales. No es, pues, un proyecto sencillo pero, tal y como aseguran desde la institución, los beneficios que conllevará para las personas justifican su realización.

La institución invertirá 110 millones de euros en la adecuación de los muelles

Se extenderán más de 240 kilómetros de cable y 20,5 kilómetros de canalizaciones

Barcos conectados

Las primeras conexiones eléctricas de barcos se podrán realizar en la terminal de contenedores BEST y en la Terminal Ferry de Barcelona entre finales del año 2023 y principios del 2024. Seis años más tarde, en el 2030, la idea es tener electrificados todos los puntos de atraque de los cruceros, el muelle Prat de contenedores y las terminales de ferrys de la dársena de Sant Bertran y el muelle de Costa, eliminando 66.000 toneladas de CO2 y 1.234 toneladas de NOx de las emisiones de la actividad portuaria. Esto significa reducir el 38% del NOx y del CO2 emitidos por los barcos durante su estancia en muelle, además de eliminar el 22% de las emisiones de NOx y CO2 de toda la actividad portuaria.

La efectividad que el proyecto Nexigen tendrá para reducir las emisiones portuarias está garantizada y permite asegurar al presidente del Port de Barcelona, Damià Calvet, que se trata de una “acción climática para contribuir a un mejor planeta, con mayor bienestar para la gente y más respeto por el medio natural”. Además, Calvet también remarca que “con Nexigen nos preparamos para el futuro poniendo al Port de Barcelona a la cabeza de la descarbonización de la actividad portuaria, marítima y logística”.

Cooperación portuaria

Para poder afrontar la elevada inversión y la complejidad que comporta un proyecto como Nexigen, el Port de Barcelona ha buscado aliados a escala internacional. En este sentido, el enclave barcelonés participa en dos proyectos importantes en el ámbito de la descarbonización de las actividades portuarias.

Por un lado, el proyecto Ealing, en el que participan diferentes puertos de nueve países de la Unión Europea (UE), busca aportar la financiación necesaria para llevar a cabo estudios y análisis sobre diferentes temas relacionados con las infraestructuras portuarias: desde la conexión eléctrica de barco a muelle (OPS) hasta el proceso de licitación. El objetivo de esta iniciativa es lograr una armonización técnica y legal a escala europea que permita estandarizar los procesos de suministro eléctrico en las embarcaciones.

Por otro lado, el Port de Barcelona también es partícipe del proyecto Pioneers. Una iniciativa formada por un total de 46 socios a través de la cual se pretende desarrollar soluciones concretas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en los enclaves portuarios, todo ello sin poner en riesgo su competitividad. Se trata de un proyecto que ha recibido una subvención de 25 millones de euros del programa europeo Horizonte 2020.

GNL, una alternativa más limpia para el mar

En su apuesta por invertir en combustibles menos contaminantes, el Port de Barcelona cerró el 2021 como el puerto del Mediterráneo líder en suministro de gas natural licuado (GNL) a embarcaciones. A lo largo del año pasado, se llevaron a cabo en el enclave catalán un total de 236 operaciones de suministro de gas natural licuado, alcanzando un total de 65.050 metros cúbicos. 

De hecho, a pesar de las circunstancias adversas, el volumen alcanzado en el Port de Barcelona ha sido muy superior a los registrados en los ejercicios 2019 y 2020. Son muchas las embarcaciones alimentadas por este tipo de combustible de transición que han visto afectadas sus rutas por la pandemia de coronavirus y por el fuerte encarecimiento del gas. Sin embargo, el Port de Barcelona ha experimentado un crecimiento del 66% en el suministro de GNL. Y es que en el 2019 y en el 2020 apenas se gestionaron 37.500 y 39.150 metros cúbicos, respectivamente.

Asimismo, gracias al impulso de bonificaciones por parte del puerto, a la puesta en servicio de un nuevo barco de suministro y a la apuesta de las navieras por combustibles más limpios, se prevé que el uso del GNL en la capital catalana siga creciendo.