Empresas

Diseñar para la gran industria china desde Barcelona

El estudio catalán Ánima Design obtiene el 70% de sus ingresos de empresas asiáticas que fabrican para gigantes europeos

La compañía está en vías de acelerar su crecimiento trabajando directamente para Roca, Almirall o Repsol

Diego Quiroga, socio fundador del estudio Ánima Design, trabajando en el diseño de la moto eléctrica de Volta

Diego Quiroga, socio fundador del estudio Ánima Design, trabajando en el diseño de la moto eléctrica de Volta / Ánima Design

Paula Clemente

Paula Clemente

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Lo que empezó como un pequeño estudio de diseño para agencias de publicidad, hoy está detrás de algunos microondas Electrolux, de parte de las herramientas que vende Bosch y de una moto eléctrica de Peugeot. Como mínimo, de las partes de estos productos que fabrican grandes corporaciones chinas. La empresa de diseño industrial Ánima Design, con sede y oficina principal en Barcelona, celebra este año su 20 aniversario con un 70% de su volumen de negocio en China y un ritmo de desarrollo que cada vez coge más velocidad. Si en 2020 creció un 20%, el año pasado lo hizo casi un 50%. Y la intención es ir todavía más allá este ejercicio y pasar de los 1,2 millones de euros que facturó la firma en 2021, a los 2 millones de euros. 

“Puede parecer poco, pero si piensas que es una empresa de servicios que lo único que factura son horas, realmente es mucho”, afirma uno de sus socios fundadores, Diego Quiroga. Este directivo relaciona el acelerón en su crecimiento con un reciente cambio estratégico que les ha animado a ir a buscar a clientes más grandes (han trabajado directamente con Grupo Roca, Almirall y Repsol, por ejemplo) y les ha ayudado a asumir más proyectos y a más velocidad.

También ha sido clave empezar a aceptar cada vez más encargos relacionados con la salud y con la movilidad eléctrica. De hecho, entre sus diseños más ejemplares la empresa destaca la moto eléctrica de Volta o una bicicleta también eléctrica sin radios en la rueda delantera de Oohbike. “Queremos seguir haciendo énfasis en estos sectores, trabajar cada vez más para grandes corporaciones e ir metiéndonos en la parte de producción, que da bastante facturación”, proyecta Quiroga.

Prototipaje y fabricación

Estos objetivos no parecen una quimera. La compañía ya trabajaba en sus orígenes con Freixenet, Vieta y Casals. Fue precisamente esta última la que les abrió las puertas del continente asiático, donde empezaron a encargarse también del prototipaje de los diseños o incluso de su fabricación.

“Un día, una empresa china que fabricaba para Casals nos dijo que fuésemos a China, que les encantaba nuestros diseños y que querían que los hiciéramos para ellos”, recuerda el socio fundador del estudio. La empresa hacía marca blanca de herramientas para otras empresas, y contratándoles a ellos, a una firma europea, conseguía diseños más alineados con las tendencias de este continente. “Empezamos a trabajar para esta empresa, luego fuimos a ferias y así fuimos abriendo mercado hasta el punto que entre 2015 y 2016, el 80% de nuestra facturación era Asia”, indica.

Allí tienen ahora una oficina que emplea a 6 de las 27 personas que conforman la plantilla de Ánima Design. Estos trabajadores se ocupan en realidad de tareas relacionadas con el ‘supply chain’ (búsqueda de componentes o fabricantes), porque todo el diseño se concentra en Barcelona. Y, de hecho, parece que incluso la fabricación podría empezar a venir hacia aquí: "Con la crisis de contenedores, nos está llegando una avalancha de clientes que fabrican en China y que se plantean empezar a hacerlo en Catalunya", dispara Quiroga. "Es una oportunidad para nosotros", concluye.

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