Alimentaria reafirma la importancia de la actividad ferial para la recuperación

La próxima feria Alimentaria reafirma la sensación de que la actividad ferial vuelve ya a los niveles prepandemia y que las empresas están deseosas de restablecer las relaciones presenciales con clientes y proveedores. La mayor feria del sector de alimentación de España, que se celebrará en Barcelona entre el 4 y el 7 de abril, es la punta de lanza de un conjunto de salones del sector alimentario (ojo con la Seafood Expo) que consolidan la ciudad como referencia. 

De la edición 2022, la dirección de Fira resalta especialmente el éxito internacional de la convocatoria, que atraerá a unas 400 empresas de 52 países en unos momentos de especial complejidad, como consecuencia de la pandemia y la guerra de Ucrania. El gran motor del sector de la alimentación español es la exportación, con un crecimiento del 12,5% el pasado año, hasta los 33.945 millones de euros. Las firmas alimentarias han potenciado especialmente en los últimos años sus exportaciones, pasando de destinar el 90% de los productos a la UE a solo el 60%, con mayor peso de las ventas a Asia, Latinoamérica y EEUU. Al menos 13.000 empresas, muchas de ellas pequeñas y medianas, son exportadoras regulares de productos alimentarios. 

Han confirmado su asistencia a Alimentaria más de 3.000 empresas, que ocuparán la práctica totalidad del recinto de Gran Via y el de Montjuïc, un total de 85.000 metros cuadrados.

Según el director de Alimentaria, Antoni Valls, el salón prevé reunir a unos 100.000 asistentes, con un impacto económico para la ciudad de unos 180 millones de euros y la creación de entre 8.000 y 10.000 empleos temporales. La organización calcula que se darán cita al menos 1.400 firmas compradoras de 68 países, que han apalabrado ya en torno a 12.500 reuniones de negocios. 

Para el director general de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), Mauricio García de Quevedo, Alimentaria llega en momentos complejos tras una larga pandemia y una guerra, pero de manera oportuna para resaltar el papel estratégico de la alimentación en la búsqueda de una imprescindible soberanía alimentaria. 

La huelga del transporte ha impulsado también a las empresas de distribución a diversificar sus proveedores por lo que una feria como Alimentaria es el escenario idóneo para sembrar nuevas relaciones con clientes y suministradores. García ha abogado por reforzar las relaciones público privadas en el sector de la alimentación, potenciar las ayudas a la inversión en el sector y aplazar todas aquellas medidas que lastran los beneficios de las empresas (objetivos medioambientales, por ejemplo). 

Innovaciones

Sobre la feria Alimentaria de este año destaca también el peso de la industria cárnica, con unos 14.000 metros cuadrados de superficie ocupada y presencia de las principales firmas del sector. Es Alimentaria una de esas ferias presenciales a la vieja usanza, en las que la innovación tiene especial relevancia. Innovación, gastronomía e internacionalización son ejes claros de Alimentaria, junto a una completa oferta de charlas y conferencias, componente básico de los encuentros empresariales de mejor lumbre. Los lanzamientos más sorprendentes se anuncian ya, especialmente en torno a la proteína vegetal. Desde un chorizo elaborado con calabaza (calabizo), al atún de soja y legumbres, huevos vegetales a base de garbanzos, carne picada de legumbres, croquetas veganas, etcétera. Pero también se esperan novedades interesantes en conservas, quesos, alimentación envasada de todo tipo, alimentos ecológicos, Halal, probióticos, chips de cecina o tortillas en lata... 

En la feria también participa Hostelco, el encuentro de material para la hostelería. Rafael Olmos, presidente de Hostelco, considera que el salón «será más relevante que nunca para un sector que ha iniciado la recuperación. Las actividades programadas serán el mejor escaparate».  

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