Tubo para gas e hidrógeno verde
Sánchez pide a Bruselas que financie la interconexión energética con Europa
El presidente argumenta que los españoles ya pagan por las regasificadoras, de modo que si se quieren poner a disposición de la UE las capacidades de reserva, la infraestructura se debe abonar “con cargo a los presupuestos europeos”
El jefe del Ejecutivo conversó con el presidente argelino el domingo. Este le garantizó el suministro de gas y la “alianza energética” entre los dos países
España puede almacenar un tercio del gas europeo pero no tiene conexión
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su comparecencia ante los medios en la base militar de la OTAN en Ādaži, Letonia, este 8 de marzo de 2022. / EFE / EPA / TOM KALNINS

La guerra en Ucrania también ha traído al primer plano la dependencia energética. Y en el caso de España, su débil conexión con el resto de Europa. El país dispone de una potente red de plantas capaces de regasificar el gas natural licuado (GNL) —seis centrales operativas, y otra tiene Portugal— que se importa y llega por barco de terceros países como Estados Unidos. Pero no hay suficiente capacidad para hacer llegar esa materia prima al resto de Europa y que esta reduzca su dependencia de Rusia. El Gobierno está dispuesto a resucitar el proyecto de interconexión con el corazón del continente, pero entiende que la infraestructura ha de pagarla la Unión Europea.
Pedro Sánchez ya aseguró la semana pasada en TVE que no se oponía a la construcción de un tubo que uniese España con Francia, pero siempre que por él se canalizase no solo gas, sino también una energía limpia, el hidrógeno verde. El presidente volvió a defender esa tesis ante los periodistas en una conversación informal durante el vuelo que le conducía hasta Letonia, en una visita pensada para expresar el apoyo de España a la OTAN y a la protección del flanco oriental frente a Moscú.
El jefe del Ejecutivo explicó a la prensa que esa infraestructura para gas e hidrógeno verde debe ser “financiada con cargo a los presupuestos europeos”. Argumentó que los españoles pagan las seis regasificadoras que hay en el país. “Así que si queremos poner a disposición de la Europa nuestras capacidades de reserva [por encima del 60%, frente al 30% que hay en la UE], debe financiarlo Europa. Tiene que ser Europa quien financie, pero creo que Europa no tiene problema”, alegó. Y añadió que si se va a tardar “años” en materializar la construcción de un nuevo tubo, este debe poder conducir también hidrógeno verde.
Primar la “unidad”
La tesis de Sánchez de la doble conexión es también la que defiende la ministra de Transición, Teresa Ribera. Por tanto, no se trataría de revivir sin más el proyecto del Midcat, que decayó hace unos años y que iba a discurrir por la cordillera de los Pirineos para enlazar España y Francia. No está operativo y hoy sí haría falta.
Defiende que el conflicto bélico obliga también a buscar “exportadores alternativos” de materias primas, como Argentina, Brasil o EEUU
En el seno de la UE está vivo además el debate de incrementar más la presión hacia Vladímir Putin. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, pide una zona de exclusión aérea (a la que la OTAN y la UE se oponen porque sería escalar el conflicto y desembocar una Tercera Guerra Mundial) y que se deje de importar el gas y el petróleo rusos. Sánchez, durante su charla con los periodistas, no quiso pronunciarse sobre las futuras herramientas que podrían activarse contra el Kremlin.
“Lo más importante es que prime la unidad”, insistió el presidente. Sánchez se volcó este martes en sus contactos con los primeros ministros de Letonia y Canadá, Arturs Krišjānis Kariņš y Justin Trudeau, y con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. Pero las conversaciones se suceden estos días entre todos los líderes europeos de cara a la cumbre informal de Versalles, este jueves y viernes, y al Consejo Europeo ordinario de finales de mes. Ya se está planteando, recordó, un nuevo paquete de sanciones.
Pronto para saber las reglas fiscales
Sánchez pudo conversar el domingo con el presidente de Argelia, Abdelmajid Tebboune. Este le garantizó el suministro de gas y revalidó la “alianza energética” entre los dos países en un momento clave.
La guerra en Ucrania no solo obligará, defendió el presidente, a un pacto de rentas que ha de sustanciarse entre empresarios y sindicatos. También habrán de tomarse medidas a nivel europeo. Ocuparse del suministro energético pero también explorar la posibilidad de que países como Argentina, Brasil o Estados Unidos se conviertan en “exportadores alternativos” de materias primas. Ucrania era hasta ahora el granero de Europa, y el conflicto cierra esa puerta.
Otro tema a discusión en Europa son las reglas fiscales. El mandatario socialista anticipa que el Ejecutivo comunitario girará su posición y se acercará a lo defendido por su Gobierno, para “estimular el crecimiento”, garantizar la sostenibilidad fiscal y abordar la transición ecológica y digital. Sánchez avanzó que la Comisión ha trasladado de que en función de las previsiones económicas decidirá sobre las reglas fiscales. “Estamos en un momento muy incipiente” del debate, señaló.
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