Sector financiero

140 años del Sabadell: de banco local a cuarta entidad española

El pasado 31 de diciembre se cumplió el aniversario de la fundación de la entidad por 127 empresarios para financiar la industria textil

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El pasado 31 de diciembre marcó el 140 aniversario de la fundación del Sabadell, la tercera entidad financiera más antigua de la gran banca española por detrás del Santander y el BBVA (ambos creados en 1857) y por delante de La Caixa (1904). El pequeño banco fundado en 1881 por 127 empresarios y profesionales de la población vallesana para financiar la importante industria textil local ha vivido un largo viaje en el que ha sobrevivido a la desaparición de centenares de entidades hasta convertirse actualmente en la cuarta entidad española por activos (236.094 millones de euros en septiembre).

Sabadell vivió una época de efervescencia en la segunda parte del siglo XIX: su población pasó de 6.000 habitantes en 1850 a 20.000 en el momento de fundación de la entidad en 1881 gracias a la industria textil, cuya producción representaba el 20% de la de toda España. Unos años antes, en 1859, había nacido Caixa Sabadell (hoy integrada en BBVA) para promover el ahorro de los trabajadores, pero dicha entidad no estaba diseñada para cubrir las necesidades del floreciente empresariado local. 

De hecho, el Sabadell no nació por iniciativa de una persona o una familia, al contrario que muchos otros bancos de la época, sino de un grupo de hombres de negocio locales. Con un capital inicial de diez millones de pesetas, el banco se dedicó durante sus primeros años principalmente a financiar la importación de lana de Argentina y Australia y de carbón de Francia y Asturias, actividad que abandonó a principios del siglo XX para enfocarse exclusivamente a los servicios financieros a particulares y empresas. Unos años después, las crisis económicas y políticas del periodo de entreguerras mundiales de los años 20 y 30 llevaron al joven banco a la mayor crisis de su historia. 

La gran crisis

En 1926, un grupo de trabajadores liderados por Francesc Monràs i Ustrell se presentó en el despacho del director general con un balance de la entidad alternativo al oficial que resultó ser verdadero. Los administradores llegaron a decidir solicitar en el juzgado la suspensión de pagos, pero los principales directivos les convencieron de que ello supondría la desaparición de la entidad y de que les enviaran a Madrid a buscar una solución. Tras entrevistarse con el presidente del Gobierno, dos ministros y el gobernador del Banco de España, lograron salvar la situación con una línea de crédito de 400.000 pesetas ampliable a tres millones avalada por el patrimonio personal de los miembros del consejo de administración.

En la década de los años 40, el banco se ve obligado a centrarse en estabilizar su situación y volver a la normalidad tras la Guerra Civil. La recuperación económica posterior le permitió ir creciendo hasta que en 1965 abrió su primera oficina fuera de Sabadell, en Sant Cugat del Vallès. A partir de entonces, las sucursales se expandieron por las poblaciones próximas y hasta Barcelona. Poco tiempo después, abrió la primera en Madrid y a finales de los 70 inauguró su primera delegación internacional, en Londres. Paralelamente, fue la primera entidad española en adquirir un ordenador (de 10k de memoria) para informatizar sus procesos administrativos.  

Compras y bolsa

El gran salto corporativo, en cualquier caso, comenzó en 1996 con la primera compra de un rival: el negocio en España de NatWest, en el que estaba incluido el Banco de Asturias. La red de oficinas, formada por 400 sucursales, se incrementó de golpe en un 60%. En los años siguientes, las adquisiciones continuaron con la integración del Banco Herrero, el Atlántico y el Urquijo, así como con el desembarco en Florida mediante varias pequeñas compras. El proceso de crecimiento se vio reforzado por la salida a bolsa en 2001 (con un núcleo de accionistas formado inicialmente por La Caixa y el portugués Millennium BCP) y la entrada en el Ibex 35 en 2004.

El ascenso a la primera división de la banca española, con todo, se produjo tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008. En los años siguientes, el Sabadell compró el Banco Guipuzcoano (2010), la CAM (2011), la red de oficinas de Catalunya y Aragón de la antigua Caixa Penedès (2012), el Banco Gallego y el negocio en España de Lloyds (2013). Además, dio por fin un gran salto en su internacionalización con la integración del británico TSB (2015) y la creación de un banco en México (2016).

La digestión de todas estas compras y el entorno persistente de bajos tipos de interés le llevó a negociar su absorción por el BBVA a finales de 2020, lo que hubiera supuesto su desaparición. Pero la falta de acuerdo sobre el precio rompió las conversaciones y el consejo presidido por Josep Oliú desde 1999 decidió apostar por seguir en solitario, lo que ha permitido a la entidad cumplir los 140 años.