Diálogo social

El Gobierno plantea limitar a tres meses los contratos temporales por picos de actividad

El Ejecutivo mantiene su propuesta sobre negociación colectiva: la ultraactividad será indefinida y prevalecerán los convenios del sector sobre los de empresa

El diálogo social intensifica los contactos en la recta final de la negociación y habrá dos reuniones semanales: miércoles y viernes

Diálogo Social

Diálogo Social / Ministerio de Trabajo

Gabriel Ubieto

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El Gobierno ha reformulado su propuesta para atajar la temporalidad y ha trasladado a patronal y sindicatos un nuevo documento en el que establece que los contratos temporales por picos de producción no pueden durar más de tres meses y que cada empresa, según su tamaño, no podrá superar un tope. Bajo la premisa de a mayor tamaño, menor porcentaje posible de temporales y con un mayor margen para la agricultura, dados los mayores porcentajes de eventualidad existentes. En la propuesta del Ejecutivo desaparece tal como estaba redactado el modelo de nuevos ertes, que generó un rotundo rechazo tanto por la parte patronal como sindical; según afirman fuentes presentes en la reunión. La previsión es que este próximo viernes los ministerios les trasladen un nuevo redactado a este respecto. También ha introducido cambios en sus propuestas para reformulas los contratos formativos, aunque mantiene sus postulados en relación a aquellos aspectos en liza de la negociación colectiva.

Las negociaciones avanzan y las partes van puliendo algunas de las medidas más complejas para atajar una de las eternas asignaturas pendientes del mercado laboral español: la excesiva temporalidad. Ahí el Gobierno -en su conjunto- flexibiliza la primera propuesta de Trabajo y crea una figura de contrato temporal por circunstancias de la producción que no podrá durar más de tres meses. Es decir, si una empresa tiene una necesidad temporal, puntual y acotada en el tiempo debido a una mayor actividad podrá contratar a una persona para durante un máximo de tres meses. Y dependiendo de lo grande o pequeña que sea la empresa, podrá contratar a más o menos gente por esta vía. En este sentido, la última propuesta del Ejecutivo aparca establecer un tope general del 15% de temporalidad para todos los sectores y se abre ahora a adaptarlo según el tamaño de empresa; según explican fuentes del diálogo social. Esta vía, junto a la de flexibilizar los topes por sectores, eran dos de las principales fórmulas que barajaba el Gobierno para seguir negociando sobre temporalidad; tal como ya avanzó EL PERIÓDICO.

De la última propuesta se han caído dos elementos. Por un lado, ese tope común del 15% y, por el otro, el 'Mecanismo RED', el formato de nuevos ertes que tan frontal rechazo generó entre los agentes sociales. Lo que sí perdura, de momento, es la hoja de ruta del Gobierno en aquellos compromisos explicitados en el acuerdo de coalición, pero que no por ello habían dejado de generar discrepancias internas. Son los referentes a la negociación colectiva. Es decir, recuperar la ultraactividad indefinida de los convenios colectivos y volver a la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa; según han confirmado distintas fuentes del diálogo social. Estos dos puntos no gustan a la patronal, pues provoca que las empresas retrocedan posiciones respecto a la reforma vigente -la del PP del 2012-. Y tampoco son exactamente del agrado de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño; que anteriormente ha defendido mantener la prevalencia de los convenios sectoriales, pero solo en lo referente a salarios, no al resto de condiciones laborales.

Se intensifican los contactos

Tras el 'no' de los empresarios a subir las cotizaciones sociales para alimentar la hucha de las pensiones, el diálogo social se focaliza en reformular las reglas de juego del mercado de trabajo. Los agentes sociales han recibido un nuevo documento de trabajo tras el rotundo rechazo que tanto CEOE, como CCOO y UGT manifestaron ante la propuesta de nuevos ertes (el denominado 'Mecanismo RED'). Los detalles del mismo todavía no han trascendido y tanto patronal como sindicatos estudiarán las nuevas propuestas de cara a la próxima reunión de este mismo viernes. Y es que el tiempo se agota, la fecha límite del 31 de diciembre (obligada por la UE) cada día está más cerca y el Ejecutivo ha intensificado los contactos en esta recta final. A partir de ahora y hasta cerrar esta carpeta habrá dos reuniones semanales: los miércoles y los viernes.

El desmarque de la CEOE de la subida de cotizaciones sociales -que sí apoyaron los sindicatos- no bloqueará el resto de mesas ni cuestiones. De hecho, las negociaciones en pensiones siguen en materias como la transición a un sistema de cotización de los autónomos en función de sus ingresos o la nueva cotización de los estudiantes en prácticas. Y la patronal continúa en ellas. Así sucede en materia de reforma laboral. El Gobierno, tanto por boca de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, como por la de la ministra portavoz Isabel Rodríguez, negó por activa y por pasiva que el 'no' de la CEOE en ese punto de la reforma de pensiones fuera a reproducirse en la reforma laboral. No obstante, fuentes presentes en las mesas de diálogo social ven complicado, con la actual actitud de los empresarios, que estos se acaben sumando. "Han entrado en una dinámica del 'no' a todo y no creo que salgan", apunta una fuente sindical.

En las próximas semanas de dirimirá el resultado de la reforma y la clausura de las mesas no debiera tener lugar mucho más lejos de la primera semana de diciembre, pues luego precisa de un plazo para armar un real decreto ley que esté en el Boletín Oficial del Estado (BOE) antes del 31 de diciembre. Ahora las mesas le dan vueltas a las dos cuestiones que están monopolizando las mesas en estas últimas semanas, desde que los ministerios de Economía y Seguridad Social se sumaron a las negociaciones: temporalidad y ertes.