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El Cercle exige al Govern y al Ayuntamiento de BCN que se alejen del extremismo

La entidad reclama seguir de forma "urgente" los pasos de Alemania, Holanda y Portugal o de París y Milán con estrategias compartidas y colaboración público-privada

El foro de opinión alerta de que las dos principales instituciones políticas catalanas abocan al país con sus actuaciones a la decadencia y la irrelevancia económica

Javier Faus

Javier Faus / ALBERT GEA

Agustí Sala

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Decepción es lo que dice sentir el Cercle d'Economia tras el ciclo de esperanza que comenzó después de las elecciones catalanas del 14-F y los indultos a los presos del 'procés', que esta organización fue de las primeras en defender públicamente como vía hacia una necesaria estabilidad política. Pero, a juicio de este foro de opinión, que en su reunión anual celebrada en junio pasado en Barcelona logró que primara un cierto clima de distensión, ni el Ayuntamiento de Barcelona ni el Govern "tienen definido un modelo de prosperidad que la gran mayoría de los ciudadanos, la sociedad civil y el empresariado puedan compartir" y empujan al país hacia la decadencia y la irrelevancia económica. Hoy por hoy, "la política barcelonesa y catalana no ayuda a hacer progresar el país para buscar y ejecutar un desarrollo económico que nos acerque a la prosperidad compartida y que genere consensos y llegue a todo el mundo".

En su última nota de opinión, la organización que preside Javier Faus reclama al Govern de Pere Argonès y al municipal de Ada Colau que "se alejen de los extremos que condicionan llegar a consensos de país" e impulsen de forma "urgente" "un modelo compartido de prosperidad". La actitud tanto del Ejecutivo de ERC y Junts como del gobierno municipal encabezado por los Comuns nos puede dejar "atrapados en una espiral de irrelevancia económica, de decadencia lenta pero inexorable", alerta el Cercle. Tras afirmar que "esta década ya hemos perdido muchas oportunidades", la entidad insiste en la necesidad de que las administraciones trabajen para que la frustrada ampliación del aeropuerto de Barcelona, salga adelante, dado que existe "un consenso absolutamente mayoritario" a favor de que se realice minimizando el impacto medioambiental.

Estrategias compartidas

Tras defender modelos de estrategias compartidas y colaboración público-privada, como la que se practican en Alemania, Holanda, la ciudad de París, Milán o en Portugal, el Cercle reprocha a las dos principales instituciones políticas catalanas que lleven a cabo un modelo de desarrollo económico "con frecuencia fuertemente ideológico y con falta de pragmatismo" y en otras ocasiones generadores de "confrontación y, por tanto, difíciles de ejecutar en sociedades tan complejas y diversas como las nuestras". Y afirma que en sus actuaciones no tienen en cuenta a la iniciativa privada "o directamente van en su contra", con modelos de "corto recorrido para contentar a los extremos".

La nota de opinión subraya "la irresponsabilidad" que supone la "apología del decrecimiento" Y destaca que "la historia económica nos ha enseñado que es gracias al crecimiento que el nivel de vida y el bienestar de los ciudadanos ha podido mejorar". Y es que "se pueden hacer compatibles el crecimiento económico y la reducción de emisiones", remacha.

Según el Cercle d'Economia, que defiende el interés general frente a los particulares y, por tanto, rechaza el capitalismo extractivo, hay cinco sectores estratégicos que tanto el Govern como el Ayuntamiento deberían potenciar. el primero es el turismo, que aporta como mínimo el 10% del PIB, con una mejora de la calidad de la oferta. Y eso no es posible, agrega, sin renovar constantemente la planta hotelera, por lo que decisiones municipales como las trabas a los hoteles de lujo o algunos aspectos del plan especial urbanístico de alojamientos turísticos "van en contra de la estrategia que la ciudad persigue". En este apartado subrayan la necesidad de atajar la inseguridad ciudadana "creciente" y critican que se haya realizado una reforma urbanística "sin suficiente debate y estéticamente discutible", así como "el deterioro alarmante del espacio público", con zonas sucias, degradadas o dañadas y "actos vandálicos recurrentes".

El documento también defiende apostar por la digitalización, la investigación y la innovación científica y tecnológica. En este sentido recomiendan seguir los pasos de Portugal, gobernado por la izquierda, que se ha convertido en un país atractivo para el talento y con su capital, Lisboa, como serio competidor de Barcelona, al igual que Milán. Otros puntos estratégicos han de ser, afirman, la transición hacia un modelo energético nuevo, así como la apuesta por ls ciencias de la vida y la salud desencallando proyectos como la ampliación del Hospital Clínic, proyecto que lleva 10 años paralizado. También abogan por la industria y critican abiertamente que no hubiera nadie del Govern en la visita que realizaó el presidente de Volkswagen a la fábrica de Seat, la prinicipal industria del país. El Cercle reclama normalidad, con más atención a la gestión diaria, ambición, realismo, consensos amplios y coraje político y sentido de país.