Sin cambios

El BCE mantendrá los tipos bajos más tiempo tras el cambio de estrategia

El banco central anuncia que mantendrá su política de estímulos hasta que la inflación se instale en el 2% de forma duradera

Christine Lagarde, presidenta del BCE

Christine Lagarde, presidenta del BCE / El Periódico

Sara Ledo

Sara Ledo

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Banco Central Europeo (CE) sigue con su política acomodaticia para apoyar la recuperación de la economía por la pandemia. Tras la reunión de este jueves, el consejo de gobierno mantiene los tipos de interés en sus niveles mínimos históricos en los que llevan instalados desde marzo del 2016, aunque ha cambiado las indicaciones de la orientación futura de su política monetaria para adaptarla a su nueva estrategia, lo que se traduce en tipos bajos de manera más prolongada. Así, el BCE subirá los tipos cuando observe que "la inflación se sitúe en el 2% mucho antes del final de su horizonte de proyección y de manera duradera en el resto del horizonte y considere que el progreso realizado en la inflación subyacente está lo suficientemente avanzado para ser compatible con una estabilización de la inflación en el 2% a medio plazo".

Hasta ahora el BCE decía que esperaba que los tipos de interés continuasen "en los niveles actuales, o en niveles inferiores, hasta que observe una convergencia sólida de las perspectivas de inflación hacia un nivel suficientemente próximo, aunque inferior, al 2%". Sin embargo, tras revisar su objetivo de inflación y situarlo en el 2% a medio plazo, en lugar del tradicional nivel “inferior, aunque próximo” al 2%, el banco central cambia la guía que da a los mercados sobre dónde se situarán los tipos en el futuro. "No diría que se trata de más bajo durante más tiempo, sino de una indicación de que nadie quiere endurecer prematuramente", ha indicado la presidenta del BCE, Christine Lagarde.

Esto podría implicar un periodo transitorio en el que la inflación sea "moderadamente superior" al objetivo, añade la entidad. La inflación en junio fue del 1,9%, en mayo del 2% y, según Lagarde, se espera que aumente "aún más" durante los próximos meses y que "vuelva a disminuir" el próximo año. Así, de momento, el BCE deja intactos, tanto el precio oficial del dinero, instalado en el 0%, como la facilidad marginal de crédito (el dinero que pagan los bancos al BCE por prestarles dinero) que se mantiene en el 0,25 % y la facilidad de depósito (el dinero que el BCE les da a los bancos por guardarles su dinero) que permanece en el 0,50%, es decir, el BCE cobra a los bancos en vez de pagarles.

También el programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP), creado en marzo del año pasado y ampliado en junio y en diciembre, que ni siquiera se ha discutido en el seno de la reunión, según Lagarde, aunque esperan que durante el trimestre actual las compras de activos "se realicen a un ritmo significativamente más alto que durante los primeros meses del año". Este programa tiene una dotación total de 1,85 billones de euros y seguirá en vigor "al menos hasta final de marzo de 2022 y, en todo caso, hasta que considere finalizada la fase de crisis del coronavirus". Por su parte, el programa de compras de activos (APP), lanzado mucho antes de la llegada del coronavirus, también continuará a un ritmo mensual de 20.000 millones de euros.

La sombra de la Delta

"La recuperación de la economía de la zona del euro va por buen camino", ha concedido Lagarde sobre la base de que cada vez hay más personas vacunadas y menos restricciones en los países de la zona euro. "Pero la pandemia continua arrojando una sombra, especialmente en la medida que la variante Delta constituye una fuente creciente de incertidumbre", ha advertido la banquera. Según Lagarde, la actividad económica volverá a niveles previos a la crisis en el primer trimestre del próximo año, pero si la pandemia ser intensifica o la escasez de suministro resulta ser más persistente el crecimiento podría "ser inferior".