Según BBVA

Los catalanes ya gastan el 40% más en bares y restaurantes que en el verano del 2019

El BBVA mejora sus previsiones y anticipa un crecimiento del PIB del 6,6% para el 2021 en Catalunya y del 7,2% para el 2022

Comensales en la terraza de un restaurante en la plaza Reial de Barcelona

Comensales en la terraza de un restaurante en la plaza Reial de Barcelona / FERRAN NADEU

Gabriel Ubieto

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La economía catalana va mejor de lo esperado hace unos meses y las clases medias y altas catalanas están gastando lo que no han podido gastar durante el confinamiento y las segundas y terceras olas. Según un informe del BBVA, el gasto de los catalanes en bares y restaurantes ya es el 40% superior en julio en comparación con el mismo mes del 2019. La quinta ola está teniendo una incidencia "moderada" y, de momento, no esta suponiendo un lastre para la recuperación económica; coincidiendo aquí con las estimaciones oficiales del Gobierno. El equipo de economistas de la entidad bancaria ha mejorado sus previsiones y anticipa un crecimiento del PIB del 6,6% para el 2021 en Catalunya y del 7,2% para el 2022. No obstante, también advierte de que dichas proyecciones están condicionadas por variables difícilmente controlables, como los posibles rebrotes, y otras más manejables, el despliegue de los fondos europeos. Sobre estos últimos, el BBVA advierte de la lenta implementación de los mismos y alerta de que de ellos dependen hasta dos puntos del posible crecimiento.

Los datos presentado este miércoles en rueda de prensa trazan un escenario de aceleración del crecimiento de la economía catalana. El PIB de la misma aumentó en el 1,2% en el primer trimestre, pese al retroceso a nivel de restricciones. Siguió la escalada con un avance de entre el 2,5 y el 3% PIB para el segundo trimestre, según anticipan desde el BBVA. Cifras "elevadas, sobre todo después de la incertidumbre de la segunda y tercera ola", según ha destacado el economista jefe en España del BBVA Research, Miguel Cardoso. Estas cifras se multiplicaran por más del doble en el 2021, con un avance estimado del 6,6% (una décima por encima de la media española), y del 7,2% en el 2022 (dos décimas por encima de la media española). Lo cual se traducirá en un aumento de la ocupación, concretamente el BBVA anticipa que con el impulso del consumo, la inversión y el turismo se podrían crear 200.000 empleos entre el 2020 y el 2022.

Gran parte de ese crecimiento se explica por el dinamismo del consumo interno, dado que todavía, por restricciones, el turismo internacional no ha recuperado los niveles prepandemia. Según los datos del BBVA, el gasto por tarjeta se encuentra actualmente el 10% por encima respecto a los niveles del 2019. El impacto de la pandemia cada vez se nota menos en el consumo en los bienes del sector servicio, así como otros especialmente lastrados durante el último año y medio. Por ejemplo, el gasto de los catalanes en alojamientos era en enero y febrero el 80% por debajo del 2019 y actualmente está cerca del mismo gasto que en julio del 2019; según ha explicado Cardoso. No obstante, el nivel de gasto de los turistas extranjeros todavía está el 30% por debajo de los niveles del verano previo al covid y desde la entidad no esperan una recuperación completa hasta el verano del 2023.

Y gran parte de ese gasto se está financiando con ahorro que parte de los ciudadanos -especialmente aquellos de rentas más altas- no ha podido gastar el año pasado. Según los datos de la entidad bancaria, en toda España hay un ahorro embalsado de 68.000 millones de euros y en Catalunya los depósitos de ahorro son actualmente el 15% superiores a los niveles del 2019. Ello se explica, entre otros, por el mantenimiento del empleo y los salarios durante la presente crisis por parte de la población trabajadora, además de la figura de los ertes, que han contenido el desplome de rentas entre otras capas de población. Es decir, pese a que la pérdida de ingresos ha sido notable entre parte de la población, especialmente aquella que ya partía de menores ingresos; hay otros colectivos que sí han conservado sus rentas, pero no han podido o querido gastar en la misma proporción que lo venían haciendo.

Ello se empieza a notar en el mercado inmobiliario, que se reactiva tras el parón registrado al inicio de la pandemia. Ello se visualiza tanto en la compra de inmuebles, como en la concesión de hipotecas, tal como ha explicado el economista jefe de BBVA Research.