Adiós a un símbolo

Casi 1.600 millones de pesetas caducarán en 6 meses si no se cambian por euros

El 30 de junio finaliza el plazo para canjear las antiguas monedas por las de curso legal

La antigua divisa se convertirá en verano en un mero objeto de coleccionista

Guía para cambiar pesetas a euros

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Eva Cantón

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Nació con una revolución, vivió una guerra civil y se jubiló cuando otra ocupó su lugar. Aunque desaparecieron de nuestros bolsillos hace casi 20 años, todavía tenemos muchas entre manos y el tiempo para despedirse de ellas se agota. El próximo 30 de junio termina definitivamente el plazo para cambiar las últimas pesetas por euros, las que estaban en circulación cuando España adoptó la moneda única europea en 2002.

El valor de las pesetas que aún no se han canjeado es de 1.596 millones de euros, según los cálculos realizados en octubre por el Banco de España, adonde tendrá que acudir quien quiera realizar el cambio, que se podrá hacer en su sede madrileña o en cualquiera de sus 15 sucursales repartidas por el territorio nacional: Barcelona, Sevilla, Valencia, Alicante, Oviedo, A Coruña, Badajoz, Málaga, Murcia, Bilbao, Zaragoza, Valladolid, Palma, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria.

La pandemia de covid-19 obliga a pedir cita previa por teléfono (91.338.50.00) o por internet (www.bde.es) antes de acudir llevando encima el DNI, pasaporte o tarjeta de residencia. Las monedas no hay que empaquetarlas ni clasificarlas porque de eso se encargan las máquinas instaladas en los patios de operaciones del banco, que las cuentan automáticamente y separan las que no se admiten al cambio.

Hay que tener en cuenta que solo se aceptan las que estaban en circulación el 1 de enero de 2002, es decir, las de 500, 200, 100, 50, 25, 10, 5 y 1 peseta, y las de 2.000 pesetas, además de las de colección, conmemorativas y especiales. Las monedas con la efigie de Franco, retiradas de la circulación en 1997, no se cambian.

Por lo que respecta a los billetes, son válidos todos los emitidos a partir de 1939 -desde los de una peseta hasta los de 10.000- mientras que los fabricados entre 1936 y 1939 tienen que ser analizados por los expertos del Banco, porque durante la Guerra Civil hubo numerosos emisores en ambos bandos y no todos los billetes son válidos.

Sin límites de canje

No hay ningún límite para canjear monedas y billetes, que se cambiarán al tipo oficial fijado en 1 euro igual a 166,386 pesetas y según su valor facial, es decir, el que aparece acuñado o impreso, sin tener en cuenta su potencial valor numismático. Quienes vivan en el extranjero podrán cambiar los billetes (pero no las monedas) enviándolos a la sede del Banco de España en Madrid por correo postal certificado junto con un formulario descargable en la web de la entidad.

El destino final de las pesetas que se lleven a la institución será su destrucción. Las monedas se trocean y el metal de sus aleaciones se recicla para uso industrial, los billetes se trituran y se compactan en briquetas porque hasta ahora no se ha encontrado una solución rentable para reutilizarlos.

Cuando el euro llegó a nuestros bolsillos en 2002 había en circulación pesetas por valor de casi 49.000 millones de euros. Desde entonces se ha canjeado un 97%, según los datos del organismo gobernado por Pablo Hernández de Cos.

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