Juicio en Versalles

Francia multa a Ikea con un millón de euros por espiar a sus empleados

Bajo la dirección de Jean Louis Baillot, la filial vigilaba desde antecedentes penales a modo de vida y patrimonio de su personal

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El Periódico

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La filial de Ikea en Francia y uno de sus antiguos directores generales han sido multados, respectivamente, con un millón de euros y condenados a penas de prisión en suspenso por espiar a varios cientos de empleados entre 2009 y 2012. El tribunal penal de Versalles los ha declarado culpables de robar datos personales por medios fraudulentos pero los ha condenado a penas menores que las solicitadas por el fiscal, que los había acusado de "espionaje masivo".

La fiscalía había pedido una multa de dos millones de euros para la filial francesa de Ikea y una pena de prisión firme para el expresidente y director general de la sociedad, Jean Louis Baillot.

A lo largo del juicio, en marzo pasado, Baillot, a cargo de la compañía desde 1996 hasta 2002, negó por completo haber ordenado espiar a empleados. Este martes, ha sido condenado a dos años de prisión en suspenso y una multa de 50.000 euros. Ha sido absuelto de otros cargos, entre ellos el de violación del secreto profesional.

El sucesor de Baillot, Stefan Vanoverbeke, expresidente y director general de Ikea Francia de 2010 a 2015, ha sido absuelto, como había pedido la fiscalía, porque no se ha hallado "material de prueba" en su contra.

Sistema de vigilancia

Revelado por la prensa e investigado en 2012, este caso puso al descubierto un sistema de vigilancia de los asalariados, e incluso de los clientes, que iba desde sus antecedentes penales hasta su modo de vida, pasando por su patrimonio.

Además de Ikea Francia, quince personas han pasado por el estrado durante el juicio para contar su versión de los hechos, entre ellos exdirectivos, directores de tiendas, así como funcionarios de policía y el jefe de una empresa de investigación privada.

Los acusados comparecieron por hechos cometidos entre 2009 y 2012, aunque estas prácticas ilegales se remontan a principios de los años 2000, según la fiscala, que ha lamentado que el expediente solo afecte a tres años por cuestiones de prescripción.

En el centro del "sistema" de vigilancia estaba el exjefe de seguridad de Ikea Francia de 2002 a 2012, Jean-François Paris, que reconoció "controles masivos" a empleados. Fue condenado a 18 meses de prisión en suspenso y una multa de 10.000 euros.