Colaboración público privada

Las empresas tienden la mano al Gobierno para acelerar la vacunación

Las organizaciones empresariales proponen adaptar espacios de ocio para salas de vacunación

Las patronales también defiende usar la sanidad privada y los servicios de prevención internos

Vacunas para el coronavirus

Vacunas para el coronavirus / EFE

Sara Ledo
Gabriel Ubieto
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España se ha marcado el objetivo de alcanzar el 70% de la población vacunada en verano. Pero a día de hoy solo un 1,3% está inmunizado 'gracias' a Pfizer o Moderna. Las cuentas no salen si el ritmo de las inyecciones no aumenta. Por ello, los empresarios han salido en apoyo de la Administración para que, a medida la llegada de vacunas se acelere, tener la infraestructura preparada para acortar al máximo el periodo de vacunación. Y encarrilar así la ansiada recuperación económica. Se ofrecen espacios, como salas de cine y hoteles, capacidad de trabajo, a través de los médicos y enfermeras de las mutuas, e incluso hay quien propone comprar él mismo los viales. Lo que sea con tal de volver a poner en marcha la economía. 

«El proceso de vacunación hoy por hoy es prioritario para acelerar la recuperación de todos los sectores», reconoce el secretario general de la Mesa del Turismo, Carlos Albella. Empresarios y patronales mueven ficha de manera preventiva para tener preparada toda la logística cuando haya dosis suficientes para pinchar a gran escala. Los ejemplos llegan desde muchos lugares. Reino Unido ha abierto estadios de fútbol y centros de conferencias con el objetivo de vacunar a dos millones de personas a la semana. Y en Nueva York se reparten pinchazos en el estadio de los 'Yankees' con cita previa. 

En España hay no pocos campos de fútbol y en su mayoría no pertenecen a los clubes, sino a los ayuntamientos, por los que muchos municipios tendrían vía libre. Además, los cines, bajo la enseña de Cinesa, han ofrecido sus salas a las comunidades para gestionar la vacunación de forma segura. Y el sector turístico plantea ceder hoteles o autobuses («igual que cuando te sacan sangre», apunta Albella). «Hay incluso hoteleros dispuestos a pagar las vacunas para su personal para que los clientes tengan la certeza de que no hay problema», añade Albella. 

Además de los espacios de ocio, los empresarios miran a la sanidad privada y a sus propias empresas. «Parece que nos estamos olvidando de la sanidad privada y también vale para hacer test y administrar vacunas», advertía hace unos días el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi; según recoge Europa Press. 

Replicar el modelo de PCRs

Desde la patronal plantean la posibilidad llegar a acuerdos de colaboración público-privada entre empresas y administraciones autonómicas. La Fundación CEOE coordina acuerdos de este tipo para hacer test PCR en empresas a través de sus propios servicios sanitarios o de las mutuas. «Esa infraestructura se podría utilizar en el tema de la vacunación, si llega el caso», reconocen desde la patronal. 

Solo la industria alimentaria podría vacunar a través de su sistema de mutuas, médicos y enfermeros a 1,5 millones de trabajadores. «El Gobierno debería plantearse la colaboración público-privada porque la rapidez es esencial para llegar a la inmunidad de rebaño», reconoce el presidente de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), Mauricio García de Quevedo.

Es la misma estrategia que la propuesta por Foment del Treball, que ha cerrado un plan de vacunación con grandes empresas de los sectores de agroalimentario, metalúrgico, químico y de la gran distribución. La patronal dirigida por Josep Sánchez Llibre propone que la Administración les haga llegar las vacunas y sean las empresas las que traten de manera calendarizada a los trabajadores y a sus familiares. Todo ello con supervisión de los técnicos y profesionales del sistema público de Salut y con la previsión de vacunar a 400.000 personas en una semana.

El problema es que, en un país donde cuatro de cada diez asalariados están empleados en una empresa de menos de 50 trabajadores, no todas las compañías tienen servicio de prevención. Por ello, Pimec propone replicar estrategias coordinadas que ya han utilizado en el caso de las pruebas de PCR o los test rápidos. En Catalunya ha habido diferentes experimentos. La propia Pimec ha montado carpas itinerantes en los polígonos para realizar test rápidos de manera masiva . Y la Cambra de Comercç de Barcelona hizo lo propio en centros comerciales y Foment del Treball en Mercabarna

Y para llegar a las pequeñas tiendas y comercios en núcleos urbanos, los ejes comerciales han impulsado junto a los ayuntamientos compras conjuntas de test rápidos. «En este momento debemos colaborar todos», afirma la presidenta de Pimec Metall, Conxa Fuentes.

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