Foment y Pimec se desmarcan de las ayudas del Govern ante las contrapartidas de mantener empleo

Foment del Treball y Pimec se han desmarcado del nuevo paquete de ayudas anunciado por el Govern, debido a las contrapartidas de mantenimiento del empleo exigidas. Las organizaciones empresariales han rechazado firmar el acuerdo del diálogo social con la Generalitat y los sindicatos, al tachar de "inviables" las condiciones planteadas en paralelo al desembolso de 618 millones de euros en transferencias habilitados por el erario catalán. "Las empresas han de tener flexibilidad para tomar decisiones relativas al mantenimiento de la plantilla", han declarado en un comunicado conjunto hecho público en la tarde de este jueves.

24 horas de margen les dio el Govern a las patronales para que decidieran aceptar o no la propuesta que tenían encima de la mesa y que lleva anunciada a los medios de comunicación desde este lunes. Finalmente la respuesta ha llegado vía comunicado público, en una nota conjunta de las patronales, que en esta ocasión sí han preservado la unidad de acción. "No es posible aceptar compromisos que hacen inviable el futuro de muchas empresas", han declarado las patronales.

Las partes ya habían comenzado a despejarse agendas para hacer un hueco a la fotografía de unidad que finalmente no se producirá. Los empresarios ven bien, tal como reconocen en su comunicado conjunto, los 618 millones puestos encima de la mesa por el Govern para costear ayudas a pymes, a autónomos y a trabajadores en erte. Lo que no ven bien es que dichas ayudas -de hasta 30.000 euros por empresa- estén condicionadas no poder despedir a nadie en un periodo de un año, tal como les plantea el Ejecutivo catalán.

Pese al rechazo patronal, el Govern prevé seguir adelante con las medidas y publicarlas en el DOGC en las próximas semanas. Lo que no habrá será foto de unidad con los agentes sociales, impedida esta por el 'no' de los empresarios. 

Relación polémica

La contrapartida entre transferencias del erario público y veto a los despidos ha sido una dupla polémica desde que comenzó la pandemia. Esta cláusula de mantenimiento del empleo figura desde el primer acuerdo de los ertes de la covid, que vetan los ceses por un plazo de seis meses. Y su existencia ha levantado ampollas en la patronal desde el primer momento, con organizaciones como Foment del Treball especialmente beligerantes en este tema. Hasta el punto de que la CEOE, su representante a nivel de todo el Estado, a punto estuvo de rechazar la penúltima prórroga de los ertes por este tema. Y, cuando un debate parecido se ha trasladado a Catalunya, el guion ha sido similar.

El Govern salió el lunes a presentar en rueda de prensa un principio de acuerdo con los agentes sociales que todavía no estaba cerrado del todo. Anunció el presupuesto disponible, 618 millones de euros, y desgranó a grandes rasgos las medidas, que luego debían concretar en negro sobre blanco con los agentes sociales. Y ahí embarrancaron los consensos, pues Foment y Pimec no estaban dispuestas a aceptar que las pymes con un erte activo que recibieran ayudas directas, de hasta 30.000 euros, no pudieran despedir en un plazo de un año. Encima de la mesa se barajó en algún momento el plazo de seis meses, según cuentan fuentes conocedoras, pero finalmente se acabó imponiendo el plazo de un año.

Ayudas para trabajadores en erte, en tres tramos

Las patronales se desmarcan del acuerdo, pero los sindicatos seguirán negociando la letra pequeña de ayudas como la destinada a trabajadores en erte de bajos ingresos. Esta se estructurará, según el esquema preliminar que ha dibujado el Departament de Treball, en tres tramos. Para aquellos trabajadores que lleven menos de tres meses en erte, entre tres y seis meses y más de seis meses; según ha explicado este jueves el 'conseller' Chakir El Homrani en rueda de prensa. El importe para cada tramo todavía está pendiente de definirse y el pago podría ser efectivo entre finales de febrero y principios de marzo.