efectos de la pandemia

El consumo caerá el 14% en el 2020

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Max JIménez Botías

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Las restricciones adoptadas para hacer frente a la crisis sanitaria y el incremento de la incertidumbre están impulsando el ahorro en detrimento del consumo, que caerá un 14% en el 2020, según el informe 'Situación Consumo de BBVA Research' correspondiente al segundo semestre del año. El gasto aumentará un 7% en el 2021, favorecido por la recuperación prevista de la capacidad de compra de los hogares y la absorción de una parte de la demanda embalsada en 2020. La crisis ha impactado de forma intensa en el sector del automóvil. En ausencia de la pandemia, se habrían matriculado en torno a 650.000 turismos entre enero y junio, 315.000 más de los registrados.

Las principales razones que explican la abrupta caída del consumo son dos. La primera es el deterioro de la renta y la riqueza de las familias a pesar de la puesta en marcha de las políticas de soporte de ingresos, como los ertes o la prestación por cese de actividad de los trabajadores autónomos.

La segunda de las causas de la reducción del gasto de los hogares es el repunte del ahorro. Las restricciones adoptadas para hacer frente a la crisis sanitaria y el incremento de la incertidumbre, que se manifiestan en un empeoramiento de las expectativas de los hogares sobre la situación económica, impulsan el ahorro y menoscaban el consumo. La proporción de la renta que los hogares ahorran superó el 22% en el segundo trimestre, una cifra sin precedentes. En el promedio del año, la tasa de ahorro alcanzará el 15%, más del doble que la de 2019.

En este contexto, el consumo descenderá un 14% este año, pero recuperará parte de esa caída en 2021, con un crecimiento del 7%. “La recuperación, por tanto, será incompleta”, según recoge el informe, que prevé que a finales del 2021, el gasto de las familias todavía se sitúe en torno a un 5% por debajo del que existía a finales del 2019.

Servicios y bienes duraderos

Una peculiaridad de la crisis actual que la diferencia de la precedente, destaca el informe, es que la reducción del gasto en servicios acompañó y la de bienes duraderos, lo que agravó el ajuste del consumo. Así, las compras de duraderos disminuyeron en dos trimestres prácticamente lo mismo que en toda la crisis precedente (2008-2012). Las del resto de productos –tanto bienes de primera necesidad como, sobre todo, servicios– cayeron en apenas cuatro meses tres veces más que en la Gran Recesión.

En el segundo semestre del 2020, las compras de bienes repuntarán y también lo hará una parte de las de servicios, excepto las asociadas a las actividades de consumo social, como la hostelería, el ocio y los viajes. Con las cautelas que impone la situación sanitaria, BBVA Research prevé que la recuperación continúe el próximo año, sobre todo en la segunda mitad.

Menos automóviles

En ausencia de la pandemia, se habrían matriculado en torno a 650.000 turismos entre enero y junio, según las estimaciones de BBVA Research, 315.000 más de los registrados. A pesar de la recuperación de las ventas en el segundo semestre, el mercado retrocederá un 33% este año hasta las 840.000 unidades.

Tras paralizarse en marzo y abril, las ventas de automóviles comenzaron a recuperarse tímidamente en mayo con el inicio de la desescalada y continuaron haciéndolo durante los meses siguientes, en especial, tras la entrada en vigor del Plan Renove 2020 a mediados de julio. Dada la evolución hasta septiembre, el informe prevé que las matriculaciones de turismos se sitúen por encima de las 500.000 unidades en la segunda mitad del año, alrededor de 160.000 más que en la primera.

Para el 2021, el crecimiento esperado de la renta per cápita y la absorción de una parte de la demanda de turismos embalsada durante este año impulsarán las ventas, fundamentalmente en el segundo semestre, hasta superar 1.110.000 matriculaciones. Si el Plan Renove 2020 se prorrogase durante 2021, las ventas podrían incrementarse entre 40.000 y 80.000 unidades adicionales, apunta.

Las matriculaciones de turismos retroceden en todas las regiones, pero a ritmos diferentes. Las comunidades autónomas de Cantabria, Aragón y País Vasco experimentan descensos inferiores al 30% interanual en el 2020. Algunos de estos territorios, además de tener una economía menos soportada por el turismo, han puesto en marcha programas de incentivos regionales que han impulsado la demanda.