COMERCIO

El Corte Inglés aplicará otro erte por el estado de alarma

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Eduardo López Alonso

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El Corte Inglés aplicará un nuevo expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) como consecuencia de la aplicación del estado de alarma y el cese de la actividad en buena parte de los departamentos. La medida ha sido comunicada este miércoles al comité de empresa en Madrid y se aplicará en Catalunya, Castilla y León y Asturias, por el momento. El erte se escuda en una "causa de fuerza mayor" y durará mientras se prolongue el estado de alarma. En el caso de Catalunya desde el 3 de noviembre y durante 14 días. Fuentes sindicales confirmaron que la plantilla afectada será la que no esté implicada en las áreas de actividades esenciales. De esta forma, los trabajadores del supermercado y electrónica no se verán afectados. La plantilla de El Corte Inglés en esas comunidades es de unos 8.000 trabajadores (5.000 en Catalunya) y se temía que pudiese afectar al 50% de la plantilla, aunque la dirección se ha comprometido a ampliar al máximo el traslados internos por lo que el número de trabajadores con erte podría reducirse al 35% del total. 

El plan ha sido presentado al comité sindical que integran CCOO, UGT, Fasga y Cetico. Los sindicatos han intentado sin éxito que la compañía complementase el salario de los trabajadores afectados por el erte. Finalmente la intención de la dirección no ha aceptado la propuesta, pese a que sí se hizo en el primer erte (30% de complemento salarial). Ha aludido que no era posible "ante la complicada situación generada con el cierre comercial y la caída acumulada de ingresos durante este año". Los sindicatos han rechazado la medida "máxime considerando el ejemplo de trabajo, esfuerzo y sacrificio que se ha demostrado por parte de la plantilla".

Permanecerán abiertos al público los departamentos considerados de primera necesidad, básicamente supermercado y electrónica e informática, tal y como establece el estado de alarma. En el caso de Catalunya, el decreto ha establecido que los centros comerciales o establecimientos de más de 800 metros cuadrados de actividades no esenciales cierren o restrinjan el espacio de venta a ese tamaño. En fuentes de las grandes superficies se considera esa limitación de superficie de venta una variable discriminatoria con respecto al pequeño comercio. 

El sector comercial confía en que el estado de alarma pueda cancelarse antes de Black Friday y la campaña navideña, claves en la cuenta de resultados del sector comercial. 

Decisión discriminatoria del Govern

En el entorno de las grandes superficies catalanas se ha generado un elevado malestar por el decreto del Govern, al considerar que la variable establecida de 800 metros cuadrados como tamaño máximo de los comercios es discriminatoria y carente de sentido en términos sanitarios. De hecho, esta semana en un establecimiento de Decathlon del centro de Barcelona se respetaba la restricción de espacio a 800 metros cuadrados y el aforo de un 30%, pero los compradores se agolpaban en la cola sin respetar la aconsejable distancia social. Por el contrario, en los supermercados la normativa catalana no establece limitaciones de aforo y las aglomeraciones de compradores pueden darse sin que se exija límites concretos. En el sector comercial se considera que el marco legal catalán parece más bien un guiño al pequeño comercio, cuya actividad puede mantenerse en estas complicadas circunstancias mientras las grandes cadenas se ven obligadas a cerrar. Como consecuencia del estado de alarma, el centro de ciudades como Barcelona sufre un varapalo económico sin precedentes. 

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