4 de cada 5 empresas españolas amplían sus plazos de pago para no dañar la relación con sus clientes

Debido a la crisis provocada por la COVID-19, se ha producido un aumento de la morosidad que está afectando a la cadena de pago de miles de empresas españolas. 

En este sentido, cuatro de cada cinco empresas (un 80%) ha reconocido haber extendido sus condiciones de pago para mantener la buena relación con sus clientes e intentar salvar sus negocios. Este dato está once puntos porcentuales por encima de la media europea (un 69%).

A esta conclusión ha llegado el Informe Europeo de Pagos elaborado por Intrum. También ha destacado que el 92% de los encuestados señala a la recesión económica como el principal reto que tendrán que afrontar las empresas para que sus clientes paguen a tiempo. Asimismo, las dificultades financieras también se posicionan como otro de los desafíos ante esta nueva situación.

El informe ha explicado que en 2020 el 48% de organizaciones cree que el riesgo deudor aumentará de cara al próximo año, frente al 10% que realizaba esta afirmación en 2019. Es decir, aquellos que prevén un aumento de los impagos en los próximos 12 meses se ha quintuplicado.

Ante la creciente incertidumbre económica, cada vez son más los negocios que deciden tomar medidas de prevención ante los impagos, siendo el pago por adelantado el mecanismo más utilizado por las empresas españolas. Según el informe, el 51% de los encuestados recurre a esta medida para reducir las deudas de sus clientes, mientras que el promedio europeo se sitúa en el 31%.

No obstante, a pesar de adoptar estas precauciones, el informe ha asegurado que las empresas españolas registran facturas impagadas una vez superado el plazo de vencimiento y solo una de cada cuatro recurre a un asesoramiento especializado en gestión de impagos para solventar la situación.