Airbnb: El "hogar, dulce hogar" libre de pandemia

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Sara Busquets (Investing.com España)

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Con la “Vuelta al cole” del pasado mes dimos por finalizado el verano que, coincidiréis conmigo, ha sido el más raro que hemos conocido los de mi generación y generaciones posteriores. Un verano en el que hemos hablado más de mascarillas y distancias de seguridad que de vacaciones, destinos soñados o canciones estrella de la temporada. Un verano horribilis para todas las compañías vinculadas al turismo, incluyendo el titán que reinventó el alojamiento turístico, Airbnb.

Es curioso cómo el destino, caprichoso él, puede torcer los planes de una compañía que, antes de que llegara la pandemia, poseía un enorme colchón de liquidez y se promocionaba como la próxima gran salida a bolsa sin ni siquiera necesitarlo: pretendía únicamente proporcionar efectivo a empleados e inversores. Estaba llamada a ser la OPV del año. Pero llegó la pandemia, y con ella, se esfumaron los sueños: las reservas bajaron, la valoración de la compañía se redujo, y llegaron los despidos, con una reducción del cuarto de la plantilla. Brian Chesky, director ejecutivo de Airbnb, lloraba por las esquinas con tan desastroso presente. 

 La misma COVID que arrastró la compañía hacia el abismo, fue también la que la rescató meses después: se creó una nueva necesidad de moverse a destinos turísticos cercanos

Pero si algo nos ha enseñado esta pandemia es que la sociedad reacciona, cambia, evoluciona y se adapta para sobrevivir. Y la misma COVID que arrastró la compañía hacia el abismo, fue también la que la rescató meses después: se creó una nueva necesidad de moverse a destinos turísticos cercanos, la posibilidad de teletrabajar desde la playa, la necesidad de seguir escapando de la ciudad y el confinamiento, al tiempo que se buscaba seguridad. Y ahí, Airbnb encontró su sitio: seguir ofreciendo lo que ya ofrecía, pero actualizándose a los nuevos tiempos: permitiendo estancias más largas, más próximas, más higiénicas y, en definitiva, más seguras. La posibilidad de sentirse en casa aun sin estar en casa. 

Además, ha restringido y controla edad y número de huéspedes, y ha prohibido todo tipo de fiesta o evento social en sus alojamientos. Medidas, todas ellas, que le han servido para salir reforzado, aumentado el número de reservas para estancias de larga duración desde junio y renovando sus ilusiones por cotizar en bolsa. “La pandemia nos golpeó y parecía imposible que pudiéramos llegar al mercado”, afirmaba Chesky recientemente. “Pero se ha demostrado que nuestro negocio es mucho más resistente de lo que ninguno de nosotros pensaba”. A finales de agosto, retomaba sus planes para saltar al parqué.

Puesto en números, y según datos de Edison Trends, más de 100.000 nuevos huéspedes en Estados Unidos han utilizado este verano la plataforma para sus vacaciones o para disfrutar del teletrabajo con buenas vistas. En julio, la facturación aumentó un 22% con respecto al mismo mes del año anterior. En España, los alojamientos aumentaron sus ingresos un 25% más en julio y agosto, cuenta ExpansiónEstas cifras lograrían ir compensando la caída del 67% que sufrieron sus ingresos en el segundo trimestre del año, hasta los 335 millones de dólares, frente a los 1.000 millones que ganaron en el mismo periodo del año anterior. Además, generó 842 millones en ventas en el primer trimestre del año.

El cambio de estrategia aplicado ayudará a la compañía y nos ayudará también a nosotros: a entender que el mundo está cambiando, y que el turismo cobrará una nueva dimensión

Ganas de seguir adelante con la OPV no le faltan, pero, sobre todo, ganas de seguir haciéndolo bien y ganarle la partida a la COVID-19. El cambio de estrategia aplicado ayudará a la compañía y nos ayudará también a nosotros: a entender que el mundo está cambiando, y que el turismo cobrará una nueva dimensión. Hagamos una lectura positiva de ello: menos demanda, pero mejor; con otras condiciones y calidad: y que sea aquí o a 300 KM de casa, siempre podamos soltar un “hogar, dulce hogar”.