Invertir es como hacer dieta: es mejor pedir ayuda a un experto

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Inversión / economia

Álvaro Menéndez (Fintup)

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En verano muchos tratamos de poner nuestro cuerpo a tono para la playa o la piscina, y más aún este año, después del confinamiento, nos urge poner en marcha una estrategia eficaz de pérdida de peso que nos haga sentirnos bien durante las vacaciones. Buscando el resultado rápido, muchas veces cometemos el error de ponernos a dieta por nuestra cuenta, eligiendo una de esas dietas milagrosas que nos pueden costar caro, por el efecto rebote o porque nos quedemos sin nutrientes. Sin embargo, yendo de la mano de un nutricionista podremos conseguir una bajada de peso sostenida que realmente nos permita alcanzar nuestro objetivo sin sufrir daños colaterales.

Del mismo modo que un buen nutricionista nos ayudará a perder peso sin riegos, es recomendable que recurramos al asesoramiento de un experto en finanzas cuando nuestro objetivo es invertir nuestros ahorros para intentar aumentar nuestro patrimonio. Si lo hacemos por nuestra cuenta podemos tomar las decisiones equivocadas. 

Es recomendable buscar asesoramiento de un experto en finanzas para invertir nuestros ahorros. Si lo hacemos por nuestra cuenta podemos tomar las decisiones equivocadas

Por ejemplo, vendiendo toda nuestra cartera cuando el pánico de ver las caídas de las bolsas nos haga sentir que nuestro dinero peligra, cuando lo recomendable es, precisamente, lo contrario: aprovechar que los mercados están ‘en rebajas’ y aumentar nuestras inversiones, comprando más barato para obtener una buena rentabilidad de esa inversión en un futuro.

Hasta ahora muchos pensaban que para poder invertir hacía falta tener mucho dinero, pero hoy día, gracias a la aparición de las fintech, cualquier persona, desde una pequeña cantidad, puede empezar a construir su colchón para el día de mañana, gracias a un plan de inversión a su medida y a un acompañamiento personalizado.

Ejemplos prácticos

Cuando empezamos una dieta, el nutricionista nos orienta sobre los kilos que debemos perder para alcanzar nuestro peso ideal de acuerdo con nuestra altura, masa muscular, edad. O puede preguntarnos simplemente con qué peso nos sentiríamos cómodos o satisfechos. Una vez marcado el objetivo, se define la estrategia -la dieta-, y podemos tener una estimación de cuántos meses puede llevarnos el proceso. 

Imaginemos que queremos perder 10 kilos y nos recomiendan una dieta basada principalmente en verdura, fruta, carnes blancas y pescado a la plancha y en reducir la ingesta de hidratos de carbono, con la que podemos perder entre 500 y 1.000 gramos por semana. Podríamos estimar que alcanzar nuestro objetivo nos podría llevar entre 3 y 5 meses. 

Muchos pensaban que para poder invertir hacía falta tener mucho dinero, pero hoy día, gracias a las fintech, cualquier persona puede empezar a construir su colchón desde una pequeña cantidad

Del mismo modo, podemos marcarnos un objetivo de inversión, diseñar un plan de ahorro basado en nuestros ingresos y circunstancias personales, definir un plazo de tiempo concreto y seleccionar determinados productos de inversión para conseguirlo. 

Imaginemos ahora que al mes ganamos 2.000 euros y tenemos 5.000 euros ahorrados para empezar nuestra carrera como inversores. Si ponemos esos ahorros a funcionar, con una cartera diseñada según nuestro perfil de riesgo, para invertir en fondos diversificados recomendados por los expertos, y además establecemos un plan de ahorro para aportar cada mes el 10% de nuestro sueldo (200 euros), al cabo de 10 años habríamos aportado 29.000 euros. Si tenemos en cuenta la rentabilidad media anual histórica del índice S&P 500, que ha sido del 9,85% anual entre 1994 y 2019, esa cantidad en esos 10 años se habría convertido en 54.509 euros. Y si en vez de 10 años nos marcamos un horizonte temporal de 15 años, nuestro patrimonio ascendería a 103.238 euros.

Si en lugar de 200 euros aumentáramos nuestra aportación mensual a 400 euros, al cabo de 10 años habríamos acumulado, gracias al ahorro y a la rentabilidad correspondiente, 96.226 euros, que podrían convertirse en 186.014 euros si ampliamos el plazo a 15 años.

Son dos ejemplos, pero es posible hacer estimaciones de cómo, cuánto y durante qué plazo debemos ahorrar para conseguir un objetivo de inversión concreto que nos hayamos marcado: ahorrar a largo plazo, o para un proyecto concreto -un piso, un coche, un viaje-, o para preservar nuestro patrimonio.