Parón por el coronavirus

Seat registra un nuevo erte para 11.000 empleados de la fábrica de Martorell

Unos operarios trabajan en la cadena de montaje de la planta de Seat, en Martorell.

Unos operarios trabajan en la cadena de montaje de la planta de Seat, en Martorell. / periodico

Gabriel Ubieto

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La firma automovilística Seat ha registrado este viernes de forma telemática un nuevo erte en la fábrica de Martorell, tal como han confirmado desde el Departament de Treball. Este afectará a 11.000 empleados, aquellos vinculados directamente a los trabajos de la cadena de montaje, y tendrá una duración máxima de ocho semanas, según ha explicado el presidente del comité de empresa, Matías Carnero. El plan de la empresa es reactivar paulatinamente la actividad de la planta y asegurar así las medidas de prevención ante la actual emergencia del coronavirus; en un contexto de parálisis generalizada del sector de componentes y una caída temporal de las ventas de coches. 

El 27 de abril es la fecha que la dirección de Seat le ha puesto encima de la mesa a los sindicatos este viernes para comenzar a reanudar la actividad en Martorell. Un día después de la declaración del estado de alarma, momento en el que finalizarán todos aquellos expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) invocados por causa de fuerza mayor ante la crisis del coronavirus. La firma automovilística, al igual que cientos de miles de compañías en todo el país, tendrá que estudiar como reanuda su actividad y como reincorpora a sus trabajadores a faenar. Y la opción escogida por Seat es una vuelta a la actividad por fases, por lo que ha anunciado un nuevo erte, este por causas organizativas. Un cambio obligado que implicará que Seat deberá volver a asumir el 75% de las cotizaciones sociales de las que desde el 16 de marzo está eximido. 

Mediante este expediente la empresa pretende asegurar "un regreso que se llevará a cabo gradualmente para aplicar las medidas de prevención y protección necesarias con el objetivo de velar por la salud de los empleados y evitar los contagios del COVID-19", según ha manifestado el presidente de Seat, Casten Isensee, a sus trabajadores a través de una carta. "En la cadena de montaje muchos trabajadores están a menos de medio metro", reconoce el presidente del comité y representante de UGT, Matías Carnero. Los sindicatos desconocen si la empresa reactivará a la vez las tres líneas de producción, que fabrican los modelos León, Arona, Ibiza y el Audi A1, o reanudará solo algunas. La empresa asegurará el 90% del sueldo neto a los 11.000 trabajadores afectados y ha excluido a todos aquellos empleados mayores de 53 años, según han detallado desde UGT. 

Economía paralizada

La cuestión santiaria no es el único factor y por ello la empresa no le ha asegurado este viernes al comite que las actividades se vayan a reiniciar seguro el 27 de abril. Seat también deberá adaptar su producción a un contexto en el que la mayoría de la industria del automóvil o bien sigue parada o bien está reiniciando poco a poco su actividad. Lo que puede dificultar la provisión de materiales por parte de empresas distribuidoras. "En cualquier caso, hasta mediados de año, no prevemos regresar al ritmo de producción previo a la crisis, según la evolución del covid-19 y sus efectos en la actividad comercial", ha escrito Isensee en su misiva. Ocho semanas ha sido el plazo máximo que le ha dado la dirección a los sindicatos, dejando la puerta abierta a acortar el expediente si las condiciones sanitarias y productivas lo permiten.

La parálisis productiva de las últimas semanas no solo afecta a Seat y ello queda reflejado en las estadísticas que diariamente actualiza el Departament de Treball de la Generalitat sobre los ertes. A fecha de este viernes, justo un mes después de la declaración del estado de alarma, el número de trabajadores en erte alcanza los 672.913 empleados. La mayoría de ellos lo están por un expediente de suspensión en Catalunya lo están por uno de fuerza mayor; aunque dicho porcentaje ha descendido dos puntos en la última semana. Y está será, especialmente una vez se levante el estado de alarma, la tónica dominante. Pues las empresas deberán decidir como vuelven a reiniciar su actividad y si, para hacerlo de forma escalonada, precisan recurrir a un erte y reincorporar así por grupos a los trabajadores a la producción.

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