La Generalitat manda a casa a todos sus trabajadores que no desempeñen servicios "básicos"

La Generalitat insta a cada uno de sus departamentos a que envíe a casa al máximo de trabajadores públicos, manteniendo en las oficinas solo a aquellos que desempeñen servicios "básicos". Así lo recoge una instrucción emitida este viernes por la 'conselleria' de Polítiques Digitals i Administració Pública, que deja en manos de cada departament el decidir cuales son dichos servicios "básicos" y cuántos empleados públicos precisa para cubrirlos. El departamento liderado por Jordi Puigneró también ha anulado todos los cursos de formación organizados o impartidos por y desde un organismo dependiente de la Generalitat. Todas estas medidas tienen vigencia indefinida y “habrá que adecuarlas a la evolución de la epidemia”, según recoge la instrucción.

La 'conselleria' insta a cada uno de los departamentos de la administración catalana a elaborar su plan de contingencia respectivo, para enviar al máximo de funcionarios y trabajadores del personal laboral a casa con "permiso de deber inexcusable". Es decir, con el 100% de salario desde el primer dia y manteniendo el alta en la Seguridad Social. Este permiso es similar al concedido en caso de que un trabajador deba acudir a un juicio o ser miembro de una mesa electoral, entre otros. El objetivo de la instrucción es “preservar al máximo la salud de los empleados públicos y contribuir decididamente a contener el riesgo de contagio”, según reza el texto.

Fuentes sindicales consultadas de la IAC recelan sobre la instrucción, ya que consideran que no concede la suficiente claridad la tramitación administrativa, y quedan a la espera de que cada depatamento defina sus propios planes de contingencia, para saber finalmente cuántos empleados públicos serán enviados a casa y cuántos deberán acudir a sus puestos de trabajo. La 'conselleria' de Polítiques Digitals i Administración Pública, en este sentido, insta a cada uno de los departamentos a priorizar en la atención al público las vías telefónica y digital; vehicular el máximo de trámites a través de dichos formatos y minimizar los turnos presenciales, hasta los imprescindibles para garantizar el servicio.