RODRIGO GARCÍA DE LA CRUZ, PRESIDENTE DE AEFI

"El miedo que hay es que nos quedemos a mitad de camino con el sandbox"

El sandbox está más cerca de ponerse en funcionamiento en España. Aefi pide recursos para no quedarnos a mitad de camino y conseguir ser líderes en innovación financiera.

El sandbox está más cerca de ponerse en funcionamiento en España. Aefi pide recursos para no quedarnos a mitad de camino y conseguir ser líderes en innovación financiera.

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Marta Gracia

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España ya empieza a preparar su sandbox, aunque aún tiene que pasar por el Congreso, pero se ve cada vez más cerca su puesta en funcionamiento. Una oportunidad para que el país se posicione como líder en la carrera de la innovación financiera. El sandbox que prepara es ambicioso, según Rodrigo García de la Cruz, presidente de la Asociación Española de Fintech e Insurtech, “hay pocos más ambiciosos”. Reino Unido cuenta con un sandbox ambicioso, pero el Brexit puede hacer que España cubra el hueco europeo que dejan los británicos.

García de la Cruz asegura que el miedo que hay es que se quede a mitad de camino con el sandbox. Por ello, pide al supervisor, al regulador y al Gobierno que lo dote de recursos. Desde Aefi son optimistas y confían en que antes de verano pueda comenzar a andar.

¿Qué es el sandbox? ¿Cómo lo explicarías para una personas que nunca ha oído hablar de ello?

Viene de la palabra caja de arena: donde juegan los niños y no se hacen daño. Por poner un paralelismo es que si el mundo de la medicina quiere hacer una nueva vacuna o una nueva solución para la población antes la tiene que probar en un entorno muy controlado, por eso se crean espacios de prueba antes de sacarlo a comercialización pura. Si esto lo trasladamos al mundo de la innovación financiera sería lo mismo. Vamos a crear un espacio de pruebas que de la mano de los reguladores y supervisores en el que podamos ver que una idea es buena para los clientes, es segura, cumple con todos los puntos de supervisión… y eso es una forma de acelerar los procesos de innovación hacia los clientes. 

¿Qué supone para el sector? ¿Qué beneficios va a tener?

Los beneficios son innumerables, todo el mundo gana. El primero que gana es el cliente porque va a poder acceder a nuevos servicios, productos y experiencias y de forma segura. También van a ganar las compañías fintech, insurtech, los emprendedores y no digo una persona que tenga una idea, sino compañías ya establecidas que piensan modelos de negocios innovadores y que no tienen la capacidad de desarrollar con toda la seguridad que quisieran. Es un acelerador de una innovación. 

También va a traer talento internacional para que se puedan poner iniciativas en España. Las compañías que entran en el sandbox suelen tener mucha visibilidad y luego no les suele hacer falta capital, porque van a tener inversores que van a querer invertir por el hecho de que tu innovación tiene el visto bueno del supervisor y el regulador no me importa invertir en tu modelo porque ya está testado. Para el emprendedor y las empresas fintech es maravilloso y para las entidades financieras también porque se les abre dos grandes vías de colaboración. La primera es el hecho de lanzar proyectos con las propias fintech. Y luego también bancos y aseguradoras van a poder llevar proyectos de transformación digital o de mejora de procesos.

Es bueno para el supervisor y el regulador porque van a tener cerca la última innovación. Van a poder estar mano a mano con la mayor innovación viendo cómo hay que hacerla y también van a poder comprobar que nuevos modelos de negocio están apareciendo y saber si se hace bien. El supervisor quiere proteger al cliente final y dar cierta sostenibilidad y cierta seguridad y control al mundo financiero y al cliente final.

Hay pocos sandbox funcionando tan ambiciosos como el que quiere montar España

¿Es oro todo lo que reluce, es decir, va a ser beneficioso sí o sí para el sector?

Desde el punto de vista legal no hay ningún problema, hasta donde yo sé, que es cualquier empresa regulada o no regulada pueda entrar en el sandbox para probar. 

Hay pocos sandbox en el mundo que estén funcionando tan ambiciosos como el que quiere montar España. ¿Cuáles son los miedos? Que nos quedemos a mitad de camino, que seamos tímidos como país y digan “en vez de ponerle a los supervisores x personas, pues pon la mitad, que lo mire el que tiene menos que hacer”. Es estratégico para  nuestro país. Este es el gran problema que tenemos ahora: el problema es que cuando se presente no tengamos recursos. 

En muchas intervenciones habéis asegurado que si se hace bien este sandbox podríamos ser pioneros y líderes en el sector, ha llegado un poco más tarde de lo previsto, ¿pero todavía podemos ganar esa posición?

Sí. Siempre hubiese sido mejor haberlo hecho antes, pero esta es la realidad y estamos aquí. La foto europea ahora mismo es que Reino Unido tiene su sandbox, que funciona muy bien, han pasado por él 170 proyecto en cuatro años y que va como un tiro, pero es verdad que ahora Reino Unido está fuera de la UE, por lo tanto es la oportunidad de coger ese hueco para europa continental. Dicho esto, en Holanda hay un sandbox que funciona de aquella manera, Francia y Alemania en principio no están muy por la labor. 

Los que sí que se están fijando en nosotros son Italia y Portugal. Italia un poco menos porque no son muy ágiles con el tema financiero, pero Portugal sí que está evolucionando mucho y daba un poco de miedo que la gente pudiera decir oye pues en vez de a España me voy a Lisboa, pero si somos capaces de tener esto probado antes de verano creo que aún tenemos la oportunidad de ser el polo de atracción en Europa porque nuestros competidores financieros en Europa son Bélgica, Holanda que son muy ágiles a la hora  de tramitar licencias e iniciativas y con recursos. Tenemos esa oportunidad. 

¿Qué pides al Gobierno, supervisor y regulador que tenga el sandbox?

Carta de los reyes magos: al regulador que le dé máxima prioridad, aunque ya no depende de él, le diría a lo mejor que es una ley técnica, que es bueno para los emprendedores, para el crecimiento de la innovación. Al supervisor que dote de recursos, que es muy importante. Los modelos de negocio de la banca tradicional y de la fintech van todos hacia el mismo sitio y es la digitalización y el sandbox puede ser la gran palanca para dotar de recursos a los supervisores en términos de innovación y tecnología, porque sino tienen recursos habremos hecho todo y nos habremos cargado lo más importante.

¿Cuándo confiáis en que pueda estar en marcha este sandbox?

Si dependieran de nosotros lo antes posible, pero yo calculo que por lo menos un par de meses nos llevará que esté en el Congreso, por eso pedimos rapidez a los políticos en estos trámites para que se ponga en marcha. Una vez que esté en marcha que haya un mes en el que se lance la oportunidad de avanzar y que se presenten proyectos y que arranque el sandbox. Deberíamos tener a final de año muy avanzados ya los proyectos que hayan entrado y hablando ya del segunda cohorte.

¿Qué pasos tengo que hacer si tengo un proyecto fintech?

No está totalmente articulado. Pero si nos fijamos en otros países, especialmente en Reino Unido. Nosotros tenemos un libro blanco y ya plantemos como tiene que ser este modelo fijándonos en alguna práctica internacional. Al final la startup tiene que montar una memoria o documento para entrar. Entrarán por concurso. Es para empresas que tengan tracción de clientes, que tengan un modelo importante y que digan si yo no puedo me voy con un banco y lo hacemos juntos. La idea tiene que tener cierta madurez desde el punto de vista de la innovación, no es una incubadora de ideas. Desde Aefi vamos a ayudar todo lo posible a las compañías para que entren en el sandbox, porque hay muchas que si no entran en el sandbox no pueden vivir o se tendrán que ir a otros países. Creo que es una buena oportunidad para que los negocios se puedan desarrollar aquí.

Somos optimistas porque hay que serlo, pero si no ponemos recursos esto no valdrá para mucho. Es importante.