los idiomas del futuro

Steve Kauffmann: "Nos guste o no, el inglés sigue siendo el idioma más práctico"

Cuando en una oferta de empleo piden hablar un segundo idioma, en el 92,7% de los casos es el inglés. Steve Kauffmann lo sabe y por eso recuerda que lo más práctico es dominar esta lengua, pero también recomienda no quedarse en un solo idioma extra para aumentar las oportunidades. 

Steve Kauffmann ha desarrollado el método y la plataforma LingQ, un sistema inmersivo para aprender idiomas basado en el vocabulario, la escucha y la lectura con el que garantizan resultados en solo tres meses.

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María Refojos

María Refojos

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Es un hecho: el inglés ocupa la primera posición en las demandas de las empresas en España. Cuando en una oferta de empleo piden hablar un segundo idioma, en el 92,7% de los casos se refieren al anglosajón. Steve Kauffmann lo sabe y por eso recuerda que lo más práctico es dominar este idioma extranjero, pero también recomienda no quedarse en una sola lengua extra para aumentar las oportunidades. 

Habla desde la propia experiencia: es uno de los pocos políglotas en el mundo capaz de hablar 20 lenguas no maternas. Domina con fluidez seis de ellas y asegura que le han ayudado mucho en toda su carrera laboral. 

La predisposición a seguir formándose es un punto a favor de los trabajadores que las empresas valoran cada vez más. Y en ámbitos como las multinacionales, los empleados con altos niveles de idiomas pueden llegar a ganar hasta un 36% más, según los datos de Hexagone.  

Avances en tres meses

Graduado en Estudios Políticos, empresario y exdiplomático canadiense, creó en 2007 LingQ, un método y una plataforma online destinados a enseñar idiomas eliminando las barreras que dificultan el aprendizaje. El sistema LingQ emplea la “inmersión total”, centrada en nutrir al alumno con nuevas palabras a partir de contenidos que le interesen, lo que es clave para mantener la motivación y la confianza.

Si el alumno es un apasionado de la cocina, por ejemplo, se abordará el aprendizaje del idioma con vídeos y textos sobre gastronomía. Y cuando el estudiante sabe lo básico y empieza a familiarizarse con la lengua, se van aumentando los ámbitos de interés para ampliar el vocabulario

A sus 74 años, Steve Kauffmann ha aprendido con su propio método a hablar chino, turco, coreano, polaco, ruso, japonés o persa. Asegura que no depende del talento, la edad o el nivel previo, sino de la "actitud y del tiempo". Y asegura también que en solo tres meses se pueden ver "grandes avances". Un dato a tener en cuenta si consideramos que de media, las empresas accederían a pagar hasta un 20% más a trabajadores que además de estar cualificados para desempeñar su trabajo pudieran realizar tareas en otros idiomas. 

¿Qué hace diferente el método de LingQ de otros que también facilitan el aprendizaje fuera de los cauces ‘tradicionales’?

En las escuelas y en otros métodos lo que hacen es poner el énfasis en la gramática, pero si alguien no tiene un vocabulario suficiente, no está habituado al idioma y no tiene un nivel de comprensión suficiente, es muy difícil hablar.

Nuestro sistema pone el énfasis en hacer crecer el vocabulario para que los alumnos se acostumbren al idioma escuchando y viendo cosas que les resulten interesantes. No debe ser el profesor quien decide lo que vas a estudiar. Nosotros les ayudamos a que escojan estos contenidos, disponibles en nuestra plataforma, a que aprendan palabras, las practiquen… 

El aprendizaje pasa por el input: el idioma tiene que entrar en ti. Y para esto hace falta tiempo, mucha escucha y lectura. Si no tienes esta experiencia, todos los esfuerzos con la gramática no valen.

Según indica, la mejor manera de aprender un nuevo idioma es a través de una inmersión total, como los niños cuando están aprendiendo. ¿Qué implica esta inmersión?  

Hay etapas: cuando empiezas y no sabes, supone que hay que escuchar la misma cosa una y otra vez. Para este nivel en la plataforma tenemos historias cortas con mucha repetición. Y luego viene la progresión. Después puedes ver películas, podcast… Siempre con un seguimiento y un itinerario recomendado. Así te vas acostumbrando al idioma de forma gradual.

¿La plataforma de LingQ es un sistema específico para su método?

Sí, hace 15 años que lo desarrollamos y estamos siempre mejorándola. 

Aseguran que el temario y los contenidos son 100% personalizables en función de los intereses del alumno, ¿qué tipo de contenidos se emplean?

Tenemos recomendaciones en función de los niveles. Los principiantes empiezan conociendo verbos y muchas palabras. Nosotros recomendamos, pero después es libre: en nuestra biblioteca de contenidos pueden buscar recursos según el nivel de dificultad que quieren. Y después de los primeros seis meses, no es raro que los alumnos busquen cosas fuera de nuestros contenidos, incluso mails o artículos de su trabajo. Aunque para comenzar siempre aconsejamos seguir el curso para principiantes, porque puede ser frustrante si es demasiado difícil. 

 No tenemos exámenes. La mejor manera de medir el progreso en un idioma es a través del vocabulario"

¿Qué va marcando esta progresión? ¿Hay exámenes para pasar de nivel? 

No tenemos exámenes porque lo más importante es el vocabulario. Cuando tienes dudas de gramática las puedes buscar en un libro o en Google. Desde mi experiencia, la mejor manera de medir el progreso en un idioma es a través del vocabulario. Con 20.000 palabras tienes un nivel bueno y con 5.000 aún no tanto…

Nuestra plataforma tiene herramientas para evaluar cuántas palabras saben los alumnos y les mostramos estadísticas para mostrar el nivel y el progreso al alumno. Esto es muy motivador porque nuestras mentes quieren aumentar el nivel de palabras conocidas, es un estímulo. Estas estadísticas ayudan a mantener la motivación.

En España tenemos precisamente un sistema centrado en gramática y exámenes, y los resultados a nivel de dominio de idiomas no son muy buenos. ¿Podría ser esta rigidez una de las causas por las que falla el aprendizaje de idiomas con el sistema educativo reglado? 

Esto no pasa solo en España, en Canadá también. Por ejemplo, los alumnos que hablan inglés y aprenden francés en el colegio en Canadá, después de diez años no saben hablarlo. Hay una concentración sobre la gramática, pero no suficiente escucha y lectura. Tampoco funciona el método: el profesor enseña y hace un examen. Si yo tengo un examen, voy a estudiar y quizá tenga buenas notas, y dentro de dos semanas lo voy a olvidar todo.

Se necesita tiempo para que el nuevo idioma sea asimilado por el cerebro, y también se necesitan estímulos: no vale de mucho que durante una hora el alumno escuche una explicación sobre el idioma, a veces incluso en español sobre el idioma inglés. Y el hecho de hablar en clase con pocas palabras, siempre las mismas, tampoco vale: hay que avanzar escuchando cosas cada vez más difíciles. 

En las escuelas también tienden a criticar mucho los errores, pero en la vida real se habla con errores, porque lo importante es poder comunicarse. Tenemos que cometer errores para poder avanzar.    

Indican que con el proceso de aprendizaje  de LingQ se pueden hacer “avances importantes“ en solo tres meses, ¿qué dominio se alcanza en este tiempo? 

No quiere decir que en tres meses se pueda hablar un idioma. En el aprendizaje de idiomas es fundamental la confianza: cuando tienes confianza todo cambia porque hay motivación. En tres meses lo que vas a sentir es un gran avance: “cosas que no entendía, ahora las entiendo”; “cosas que no sabía decir, ahora las sé”. Se siente el éxito en el aprendizaje y esto es importante porque te motiva a seguir. 

¿Y en qué contextos podremos manejarnos después de tres meses, en un viaje, quizás?

Para un viaje es difícil, se necesita más nivel. Porque tú manejas algunas frases, puedes hacer preguntas, pero lo cierto es que posiblemente no vayas a entender la respuesta. 

¿Cuál sería entonces el tiempo medio para manejarnos con un idioma?

Depende del idioma y también del nivel previo, claro. Por ejemplo, para un español que quiere mejorar su nivel de inglés, que ya lo ha estudiado en la escuela, un año es un tiempo normal con una hora cada día escuchando y otros 30 minutos leyendo.

Entonces, es un año dedicándole como mínimo una hora y media al día, que no es poco… 

No es poco, pero la mayor parte es escuchando, que lo puedes hacer por ejemplo cuando preparas el desayuno, cuando estás caminando o conduciendo… Siempre hay tiempo muerto al día y la escucha se hace mientras haces otra cosa. Y cuando tienes tiempo para dedicar al estudio del idioma, es cuando te pones a leer y a trabajar en el sistema LingQ salvando frases, practicando, etc. Cualquier persona lo puede hacer. 

En España ahora mismo una de cada tres ofertas de empleo ya exige hablar un segundo idioma. ¿Es fundamental hablar más de un idioma para abrirse paso en el mundo laboral? 

Sí lo es. Cada idioma conlleva oportunidades. A mi en toda mi vida laboral siempre me ha ayudado mucho hablar varios idiomas y no solo para hacer negocios, sino también a nivel social, para hacer networking. Tienes que cenar, hablar de la familia… 

Es muy importante hablar idiomas y es no tan difícil. Pero no tiene que ser un deber, si no un placer. Con nuestro sistema puedes hablar hasta 35 idiomas, incluso el catalán, que quiero aprenderlo.

Es muy importante hablar idiomas y es no tan difícil. Pero no tiene que ser un deber, si no un placer"

Habla ya 20 idiomas y seis de ellos con fluidez, pero sigue queriendo aprender. ¿Existe un número máximo de idiomas que podamos absorber? 

No, pero requiere gozar el aprendizaje, es cuestión de la actitud del alumno y del tiempo. Si haces cosas que te gustan, las vas a mantener, es muy importante tener una actitud positiva. Yo por ejemplo no puedo aprender listas de palabras, porque no me gustan. Para querer aprender necesito que me interese. Es muy difícil si hay resistencia. 

Sin embargo, parece que en la mayoría de los casos no nos ponemos a aprender o mejorar en un idioma hasta que lo necesitamos, porque por ejemplo nos lo piden en el trabajo. ¿Cuáles son las principales motivaciones que les trasladan los alumnos?

Hay de todo. Sí hay muchos casos que nos cuentan que han podido conseguir un mejor trabajo gracias a que han aprendido un idioma. Pero también hay quien nos dice que es porque siempre habían querido hablar ese idioma.

El inglés sigue siendo el idioma más solicitado a nivel laboral en España. ¿Ve usted algún cambio o tendencia que indique qué otro idioma podría captar el interés de las empresas? 

Después del inglés, el idioma mayoritario es el español, así que los españoles ya tenéis eso ganado. En Europa el francés también es importante, así como el chino a nivel global. Pero nos guste o no, el inglés sigue siendo el idioma más práctico y yo no veo otro idioma que lo vaya a sustituir. 

Aunque no debemos aprender solo inglés, porque aprendiendo un tercer idioma el nivel de inglés va a mejorar. El aprendizaje de idiomas es una cuestión de flexibilidad del cerebro: cuantas más referencias y sonidos, más sencillo es. En los colegios deberían enseñarse dos idiomas, no solo el inglés. Por ejemplo en España, los niños que aprenden catalán tienen una ventaja.

 En los colegios deberían enseñarse dos idiomas, no solo el inglés"

¿Cuál es la edad óptima para empezar a aprender idiomas? 

Los niños tienen menos inhibiciones, no tienen miedo a equivocarse. Hasta la edad de 5 nuestros cerebros son muy flexibles, después un poco menos. Es más fácil hasta los 12 años. Pero entre 12 y 74, como los que yo tengo, no hay diferencia. Después de cumplir 60 años yo he aprendido casi 10 idiomas, y además difíciles, como por ejemplo el ruso.

Es esperanzador que no exista una edad tope para aprender una nueva lengua...

No la hay. Si tú quieres aprender, puedes aprender.