Alemania logró un superávit récord de 13.500 millones de euros en 2019

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Andreu Jerez

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Alemania entra en el nuevo año con otro superávit presupuestario récord: el presupuesto federal alemán cerró 2019 con un plus de 13.500 millones de euros, el mayor desde la reunificación en 1990, según el Ministerio de Finanzas. Este superávit llega por sorpresa, porque la mayor economía de la Unión Europea evitó por muy poco la recesión el año pasado.

El ministerio dirigido por el socialdemócrata Olaf Scholz argumenta que mayores ingresos fiscales de los esperados, el ahorro en cierta partidas de gasto y el bajo precio del dinero establecido por el Banco Central Europeo – que permite colocar deuda pública al Estado alemán a tipos negativos – son las principales razones que han permitido el sorprendente superávit.

Otro elemento clave es que Alemania ha conseguido cerrar por sexto año consecutivo su presupuesto federal con una reducción de la deuda pública acumulada. La reducción de la deuda es una de las obsesiones de los principales institutos económicos alemanes y también de los últimos ministros de finanzas de Berlín: la grave crisis demográfica, que se acentuará con la próxima jubilación de las últimas generaciones de los llamados baby bommers, generará un aumento de gasto destinado al sistema de pensiones, argumentan economistas y políticos.

DISCUSIÓN EN EL GOBIERNO

El nuevo superávit atiza un poco más la discusión dentro de la Gran Coalición gobernante: mientras los democristianos de la canciller Angela Merkel pretenden seguir conteniendo el gasto público con la reducción de la deuda como principal objetivo, los socialdemócratas del SPD – cuya presidencia está controlada desde el pasado diciembre por el ala izquierda del partido – insisten en poner fin a la austeridad militante del gobierno federal y destinar más dinero a infraestructuras y a políticas sociales.

“Se trata de que invirtamos mucho más”, dijo el ministro Scholz este lunes en Berlín. Según él, “ahora será algo más fácil” destinar dinero público a infraestructura, escuelas, hospitales, así como para combatir el calentamiento global y llevar adelante la digitalización, dos de los principales objetivos del gobierno de Merkel. No obstante, el gasto federal alcanzó un total de 343.600 millones de euros, alcanzando un nuevo récord. Por su parte, los ingresos sumaron 357.100 millones, superando en 700 millones de euros la recaudación presupuestada.

La nueva dirección del SPD, conformada por Saskia Esken y Norbert Walter-Borjans– que no forman parte del gabinete de Merkel –, lleva semanas pidiendo un paquete millonario de prespuesto público que alivie la falta de inversión en infraestructuras que arrastra Alemania desde hace años y que suponga al mismo tiempo un impulso keynesiano al débil crecimiento económico. Scholz, sin embargo, se opone a que esa inversión suponga contraer nueva deuda pública.