EL FUTURO DE LAS PENSIONES

Pedagogía y gran consenso

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EL PERIÓDICO

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Nueve millones de pensionistas, un gasto anual de 150.000 millones de euros, un déficit de casi 18.000 millones (un 1,4% del PIB) este año, y un fondo de reserva, la conocida hucha, tiritando, con solo 2.150 millones. Este es el sombrío panorama del sistema público de pensiones en España que, una vez empiecen a jubilarse los 'baby boomers' solo puede ir a peor. Se impone una reforma que garantice la sostenibilidad, pero la modificación solo podrá salir adelante y ser aceptada si es fruto del consenso político y social y va acompañada de mucha pedagogía. Porque, pese a que las pensiones figuran entre las principales preocupaciones de los españoles, su nivel de conocimiento es muy bajo.

Estas son algunas de las conclusiones del debate organizado por EL PERIÓDICO y BBVA, en el que han participado Mercedes Ayuso, catedrática de Economía, Estadística y Econometría de la UB y miembro del foro de expertos del Instituto BBVA de Pensiones; David Carrasco, director comercial de BBVA AMElisa Chulià, profesora de Sociología de la UNED y también miembro del Foro de expertos del Instituto BBVA de Pensiones; Jaime García, socio director de Novaster y miembro del grupo de trabajo del Col.legi d’Actuaris de Catalunya sobre Pensiones y Seguridad Social; y Óscar Belmonte, economista y máster en Dirección Financiera por EADA Business School.

Un modelo diseñado en el siglo XIX

El sistema público de pensiones español, como los de muchos países de nuestro entorno, beben del modelo de la Alemania de Bismarck, diseñado en el siglo XIX con las estructuras propias de la época. O sea, con trabajo infantil y una esperanza de vida mucho menor a la actual. Este modelo, recuerda David Carrasco, ha sobrevivido, con algunos retoques, durante 130 años y ha "hecho un trabajo extraordinario", pero hoy la realidad social, gracias a la "explosión de la longevidad", es muy diferente. "La probabilidad de que una persona llegue a los 65 años es del 90% y además va a vivir, de media, otros 21 años más", añade. De ahí que esta longevidad, "la mejor noticia para la humanidad", tenga, a su juicio y parafraseando al profesor José Antonio Herce, "consecuencias fastidiosillas".

El sistema español, reformado en el 2011 y 2013, aunque esta última reforma está en suspenso, proporciona al pensionista una de las tasas de sustitución más elevadas del mundo: un 80%, frente, por ejemplo, al 50% de Alemania. Esto quiere decir, según Jaime García, que para la mayoría de los españoles su primera pensión está muy cerca de su último salario cotizado. En ese sentido, el socio director de Novaster apunta que si de algo se puede acusar al sistema público es de haber impedido que se desarrollaran otros sistemas complementarios, el segundo y el tercer pilar. Esto es, el ahorro en el ámbito de la empresa y el ahorro individual.

Los 'baby boomers', a punto

Entre 1957 y 1977 en España nacieron unos 14 millones de personas. Son la generación del 'baby boom', cuyos primeros componentes, como recuerda Elisa Chuliá, están a punto de llamar a la puerta de la jubilación. Mercedes Ayuso agrega otro dato: en lo que llevamos de siglo el número de personas de entre 45 y 65 años ha crecido en tres millones. Y los 'baby boomers' no solo pondrán en jaque al sistema por su número, sino porque, como coinciden todos los expertos, tienen carreras de cotización largassalarios más altos que sus antecesores por el progreso social y serán más longevos. "Entramos en una fase crítica por la incorporación de los 'baby boomers'. Y eso ya se sabía", afirma Chuliá, quien recuerda que Pedro Solbes, allá por febrero de 1994, ya advirtió de que los que tuvieran 40 años deberían ir pensando en complementar su pensión pública con un plan de pensiones. Felipe González enmendó a su ministro de Economía diciendo que hablaba con la vista puesta en el 2020-2025. "Pues ya estamos ahí", concluye. Ayuso destaca que "ahora más que nunca hay que afrontar el reto demográfico. Estamos, dice, "en un momento relevante", aunque expresa sus dudas de que "la población sea consciente" de ello.

Justicia social e intergeneracional

"El sistema público no va a desaparecer, nunca, pero habrá que evolucionarlo", resalta García, mientras que para Carrasco hay que reformarlo "para que continúe haciendo honor a sus promesas de pensión no solo para las generaciones presentes sino futuras". Y para conseguir entre todos, añade, un sistema que sea sostenible, adecuado y suficiente. A juicio de Chuliá, "es profundamente injusto no diseñar una solución colectiva que asegure la sostenibilidad del sistema", porque la gente menos formada e informada no puede procurarse unos ingresos al margen de su pensión pública. "Es un tema de justicia social e intergeneracional", agrega Ayuso.

A Óscar Belmonte, 'baby boomer', el debate de las pensiones le recuerda al de la emergencia climática. "Tenemos que actuar, tenemos que actuar, pero nadie hace nada, o se hace a medias, y hasta que no estemos cerca del colapso no se va a reaccionar, y el ciudadano entonces no le quedará otra que adaptarse", se lamenta. Ayuso considera injusto que se diga que no se ha hecho nada, aunque admite que lo que se ha hecho ha sido "poco y costoso en términos temporales". La catedrática apuesta por desarrollar el segundo pilar, el de los planes de empresa, un tema que reconoce parece "tabú" y sugiere recurrir a expertos de países del entorno que han reformado ya sus sistemas para aprender de la experiencia. En cualquier caso, Ayuso y el resto de ponentes mandan un mensaje de tranquilidad a los actuales pensionistas: "nadie va a quitarles su pensión".

Liderazgo político e implicación social

Aunque la fragmentación el arco parlamentario no invita al optimismo, los ponentes abogan por un consenso político para abordar el futuro de las pensiones. Los líderes políticos son los que, opinan, tienen la responsabilidad de pilotar el debate, aunque tenga coste electoral, pero también avisan de que es preciso el consenso de la sociedad civil. En este sentido, BBVA creó hace ya seis años su Instituto de Pensiones, cuya misión es hacer pedagogía. El concurso de la sociedad en su conjunto se antoja imprescindible: "Si no hay esa implicación, ya vemos lo que está pasando en Francia. Solo con decir que se va a hacer una reforma la gente sale a la calle", argumenta García, a lo que Carrasco agrega que "para que las reformas se entiendan, se compartan y acepten socialmente hay que hacer pedagogía".

'Preocupados, pero no ocupados'

Para los ponentes, la información es clave en este proceso, y los españoles por ahora están "preocupados, pero no ocupados" en su jubilación. Belmonte, con su ejemplo, les da la razón. Admite que no ha calculado cuándo se podrá jubilar ni cuál será su prestación. "Tenemos interiorizado que cuando lleguemos a la jubilación seguiremos cobrando y mantendremos el mismo nivel de vida que hemos tenido hasta el momento", agrega, aunque sí admite tener un sistema de previsión.

BBVA dispone una nueva herramienta, el ‘Future Planner’, que permite calcular una estimación de pensión sobre la base de las situaciones presentes y pasadas del usuario. La plataforma, abierta tanto a clientes como no clientes del banco, mide también el 'gap' entre ingresos y gastos que tendrá esa persona y le da alternativas que pueden ser por el lado del ahorro o de la racionalización del gasto.

Una campaña institucional e informar a los trabajadores, como ya preveía la reforma del 2011, de su expectativa del derecho a pensión son medidas que los ponentes ponen sobre la mesa para acabar con este desconocimiento. "La buena noticia es que cuando lo explicas, la gente lo entiende", concluye Chuliá.

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