FORMACIÓN

Esta startup paga tus estudios en tecnología a cambio de una porción de tu sueldo en el futuro

StudentFinance ha nacido para facilitar a personas que no tienen recursos especializarse en competencias digitales y tecnológicas. Además, acerca a las empresas el talento en estos puestos tan demandados.

StudentFinance ha nacido para facilitar a personas que no tienen recursos especializarse en competencias digitales y tecnológicas. Además, acerca a las empresas el talento en estos puestos tan demandados

Financiación

Financiación / economia

Alberto Payo

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En muchas ocasiones el círculo de la pobreza hace que jóvenes con mucho talento, pero que pertenecen a familias muy humildes, se queden fuera del circuito la educación superior al no poder asumir sus costes. Esto suele ocurrir mucho en EE.UU, donde pagar la universidad supone un desembolso económico importante y requiere un gran ahorro por parte de los padres de los futuros alumnos.

Precisamente en este país ha comenzado a popularizarse una fórmula denominada ISA (Income Share Agreement o Acuerdos de Ingresos Compartidos), por la cual hay algunas entidades -que ejercen como una especie de mecenas- financian los estudios de algunos jóvenes a cambio de quedarse con un porcentaje de sus sueldos en el futuro. 

Ahora ese modelo ha llegado a España. Una startup de nuestro país lo hace posible. “Un estudiante puede acceder a una formación aprobada por StudentFinance sin pagar nada por adelantado. Una vez consigue un trabajo y gana por encima de un umbral mínimo, comienza a pagar por la educación con un porcentaje fijo de su salario”, explica para BYZness Mariano Kostelec, cofundador y CEO de la compañía. 

El emprendedor había fundado previamente Uniplaces, un portal de alojamiento para estudiantes, y gracias a su contacto con la comunidad universitaria se dieron cuenta de que los estudiantes constantemente pedían ayuda y más opciones a nivel de financiamiento.

Sólo financian formación TIC

StudentFinance no permite financiar cualquier carrera o grado como es común en EE.UU, sino que se centra exclusivamente en programas de formación relacionados con el ámbito digital o tecnológico. Kostelec señala que se han enfocado en estos sectores debido a la carencia de profesionales (hay unos 100.000 puestos tecnológicos sin cubrir) y para acabar con la brecha de talento digital. “Queremos asegurarnos un 100% de empleabilidad, por lo que estamos constantemente analizando la demanda del mercado laboral y la calidad de cada programa de educación para conseguir esto”, aclara.

En concreto, la startup permitiría financiar programas de formación con duración menor a un año y focalizados en competencias como desarrollo web, ciencia de datos, diseño UX, ciberseguridad, etc. “Es el caso de los bootcamps, que son cada vez más populares tanto a nivel mundial como en España. Estos cursos en España suelen costar entre 5000 y 10.000 euros, y tienen una tasa de empleabilidad de más del 90% en 3-6 meses”. En principio ofrecen su modelo de ISA a jóvenes, pero también los contemplan para profesionales más senior que han optado por este tipo de estudios para reciclarse y cambiar de carrera o sector. 

 “La gran ventaja es la eliminación completa de la barrera financiera para acceder a educación de calidad, y sin tener la preocupación de qué pasaría si no consigue trabajo, o consigue un trabajo que pague por debajo del umbral mínimo”, apostilla. 

¿Cuánto porcentaje del salario se llevan?

La startup se queda con un porcentaje de entre el 8 y el 12% del sueldo mensual de los estudiantes. No obstante, se supone que debe haber una cantidad mínima. “Mientras el ingreso de la persona sea inferior, los pagos se ponen en “pausa”. El porcentaje exacto y la duración se fija en base al coste inicial del curso y las proyecciones de empleabilidad y nivel salarial de las personas que pasan por ese curso”, matiza Kostelec. 

Pero ¿qué pasa si los estudiantes no acaban encontrando un trabajo de este campo? ¿Cómo devuelven el dinero que les han adelantado para cursar sus estudios TIC? ¿De qué forma afrontan la deuda que han contraído? 

“Si no encuentran trabajo, y por lo tanto no tienen ingresos, o si el trabajo que consiguen paga por debajo del umbral mínimo no pagan nada. Este modelo convierte el acceso a la educación a un modelo basado 100% en el éxito donde la misma escuela participa en el éxito de la persona y tiene el interés de que el estudiante consiga un empleo bien pagado”, cuenta Mariano. El cofundador de StudentFinance afirma que no obligan a las personas a elegir cualquier tipo de empleo, pero sí “se les ayuda” en el proceso de búsqueda, entrevistas, etc.

Diferencias respecto un crédito bancario

¿Por qué optar por esta fórmula en lugar del clásico préstamos o crédito bancario? Según el también cofundador de Uniplaces en un ISA el pago total está basado en el ingreso de la persona, por lo que “algunos pagarán más, otros menos, y algunos incluso nada - sin tener ninguna obligación de pago en casos de que el ingreso sea inferior al umbral mínimo”. 

Sin embargo, el emprendedor advierte de que en un crédito hay dos inconvenientes: “la escuela recibe todo el dinero por adelantado, por lo que no tiene la incentiva de asegurarse el enfoque a la empleabilidad (esto es en realidad el principal problema con la educación tradicional donde mucha gente acaba estos programas y no consigue trabajo, y su universidad no está incentivada para que eso suceda)”. Además, subraya que “el estudiante tiene que pagar su cuota mensual tenga o no un empleo”.

En conclusión, el CEO de StudentFinance cree que la educación está atravesando “un profundo cambio” y es necesario que “las escuelas, universidades, bootcamps y otros centros de formación tengan un modelo que dependa del éxito de los estudiantes que pasan por estos centros y que el dinero nunca sea una barrera para el acceso a la educación”.