Nueva economía

Glovo, Deliveroo y Uber piden formalmente al Gobierno una legislación a medida para sus 'riders'

Un repartidor de Glovo pedaleando en Barcelona.

Un repartidor de Glovo pedaleando en Barcelona. / periodico

Gabriel Ubieto

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La patronal de las empresas de la denominada economía de plataformas, Adigital, ha presentado este martes en Madrid de manera formal y pública su propuesta para un cambio legislativo que les permite un encaje nítido de su modelo laboral, basado en un sistema de trabajadores autónomos. La organización, a la que pertenecen GlovoDeliverooUber Stuart, ha apelado por primera vez de manera conjunta al Gobierno pidiéndole que reforme la ley del trabajo autónomo y le propone repensar la figura del autónomo dependiente para dotarla de mayores protecciones sociales y nuevas obligaciones.

Dicha petición llega en plena batalla legal por los juzgados de las principales ciudades de España, en la que los magistrados están dirimiendo sobre si el actual modelo laboral de estas plataformas se ajusta a la legislación española. Ante dicho panorama, las empresas de plataformas digitales han decidido dar un paso adelante y exigir un cambio normativo para dotarse de mayor seguridad jurídica. Con el documento presentado este martes Glovo, Deliveroo, Uber o Stuart buscan que el Gobierno les haga un traje a medida para sus modelos laborales y abra la legislación laboral a los "nuevos entornos de trabajo".

Su propuesta es crear la figura del "auto-entrepreneur" (autoemprendedor), referenciándose en la legislación francesa, y para ella proponen reformar la figura del trabajador autónomo económicamente dependiente (TRADE). Esta es la fórmula bajo la que estas empresas obligan a operar a la red de "colaboradores" que reparten mediante sus aplicaciones. Un TRADE es un trabajador por cuenta propia que obtiene el 75% o más de sus ingresos de un mismo proveedor. 

Figura intermedia

La propuesta de Adigital plantea al Gobierno una "revisión innovadora" de la figura del TRADE hacia el "TRADE digital", que, según las características que incluye el documento, lo ubicaría con una protección más cercana al asalariado, cuyo coste alguna de las partes debería asumir. La flexibilidad tanto de la empresa para rescindir contratos como del repartidor para declinar comandas permanecería, aunque con algunos nuevos condicionantes. Para ello, la patronal propone rebajar el grado de dependencia exigido para que los repartidores puedan adscribirse a la modalidad de TRADE, sin especificar el porcentaje.

Adigital pone encima de la mesa medidas como una indemnización por finalización de la colaboración, algo similar a la indemnización por despido de los asalariados. También un seguro por accidente a cargo de la empersa, un kit de seguridad obligatorio o la posibilidad para los 'riders' de acceder a cursos de formación, que impartiría la empresa. No queda claro, en este último punto, quién costearía esta medida. En definitiva, un modelo que necesariamente implicaría más gastos en protección social, ya sean asumidos directamente por el autónomo o bonificados por la Seguridad Social, y que reduciría en algunos aspectos la flexibilidad del mismo, aunque sin reducirla hasta el nivel de un asalariado.

Según cálculos de Adigital, las plataformas digitales dieron trabajo en el 2017 a 14.337 personas en España, calculando repartidores y empleos generados en comercio y hostelería, y aportaron el 0,1% del PIB español (unos 643 millones de euros). Para el 2020, la patronal multiplica sus estimaciones y calcula que hasta 50.000 trabajaran en una plataforma digital y el sector moverá 2.277 millones de euros.

Batalla judicial en curso

Varios han sido los reveses, alguno más que las alegría (que también las ha habido), que han sufrido las grandes empresas de plataformas en España. La Inspección de Trabajo se ha manifestado unánime y en los últimos dos años en todas sus actuaciones ha considerado que los repartidores de Glovo o Deliveroo, las dos compañías con mayor peso en el mercado, operan como falsos autónomos. Imponiendo por ello multas millonarias que se encuentran recurridas ante los tribunales.

Por otro lado, los juzgados han ido dando una de cal y otra de arena, validando de manera mayoritaria el modelo de Glovo y condenando el de Deliveroo. Al respecto de esta última, la Seguridad Social ganó el pasado junio en Valencia su primer macrojuicio contra Deliveroo, cuyo magistrado determinó que 97 de sus 'riders' eran falsos autónomos. Quedan pendientes juicios de mayores proporciones en Madrid Barcelona, tanto contra Deliveroo como contra Glovo, donde están implicados más de 500 repartidores.