banco malo

El FROB abre la puerta a retrasar la liquidación de Sareb más allá del 2027

Su presidente evita pronunciarse sobre si el banco malo necesitará más ayudas

Jaime Ponce, presidente del FROB.

Jaime Ponce, presidente del FROB. / periodico

P. Allendesalazar

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El presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Jaime Ponce, ha abierto la puerta este jueves por primera vez a retrasar el plazo de liquidación y desaparición de la Sareb más allá del 2027. El banco malo en el que se aparcaron los activos inmobiliarios tóxicos de las entidades financieras rescatadas nació en noviembre del 2012 con el mandato legal de vender todo lo recibido en 15 años. "Se puede llegar a considerar cambiar" la ley que fija ese límite, ha sostenido, pero ahora no sería necesario porque todavía tiene siete años y medio de vida por delante.

El alto funcionario, así, ha recordado que la norma vigente no permite al Gobierno ampliar directamente el plazo, como sí puede realizar en el caso de la privatización de Bankia. Pero ha destacado que la ley se puede cambiar. En cuanto al banco nacionalizado, también ha sostenido que el Ejecutivo podría volver a ampliar el plazo máximo de venta, como ya hizo en el 2016 y el 2018, para atrasarlo más allá de finales del 2021 si las condiciones de mercado se mantienen "inadecuadas" para desinvertir.

En un curso de la APIE y el BBVA en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Ponce ha evitado pronunciarse sobre si la Sareb podría necesitar más capital público, adicional a los 2.192 millones de euros aportados en su momento. "Nada hace indicar que vaya a necesitarlo a corto plazo", se ha escudado. Sin embargo, la empresa ha reconocido en su última memoria anual que "puede ver consumidos sus fondos propios en el medio plazo, aunque en todo caso nunca durante los próximos doce meses". Y la Comisión Europea advirtió ya en el 2016 que podría necesitar una "nueva ronda" de dinero público

En sus cuentas del 2018, el FROB consideró recuperables solo 168 millones de los que inyectó en la compañía, con lo que dio por perdidas el 92,4% de las ayudas. La Sareb cerró el año pasado con unos fondos propios que cayeron a los 2.607 millones, después de perder 878 millones de euros, un 55% más. Su presidente, Jaime Echegoyen, adelantó que los números rojos del 2019, los octavos consecutivos desde su creación, serán similares a los del curso anterior. De mantenerse ese ritmo, la sociedad se quedaría sin fondos propios en unos tres años y sus accionistas (el Estado con un 45,9% y empresas privadas, principalmente bancos) tendrían que poner más capital, salvo que se cambie la normativa contable aplicable al banco malo.