Cómo crear una tienda online sin morir en el intento

Según el estudio Anual del eCommerce España 2018 realizado por Elogia, ya hay 19,4 millones de españoles que compran a través de Internet. Es decir, siete de cada diez internautas españoles. La principal razón para elegir comprar online existiendo una tienda física es la comodidad (un 42% de los encuestados) y, en segundo lugar, el precio (13%) y la disponibilidad del producto (13%).

¿Tienes una pequeña empresa o negocio físico y te has decidido a subir tus productos a la Red para que se puedan adquirir online? Sin duda, es un canal que puede ayudarte a incrementar tus ventas considerablemente y llegar a nuevos públicos, tanto en nuestro país como fuera de él. Además, puedes hacerlo mediante dos fórmulas diferentes. La primera es creando tu propia tienda online y la segunda es a través de un marketplaceAsí que ¿por qué crear un ecommerce propio si puedes vender por Amazon? Ambas posibilidades tienen sus ventajas e inconvenientes.

“Lo bueno que tiene Amazon -y esto es innegable- es que nos proporciona una visibilidad increíble. Lo malo es que, obviamente, hay una competencia en precios y nuestro margen se reducirá, nuestra imagen como empresa de cara a la fidelización se verá dañada y deberemos adaptarnos a la política de devoluciones”, comenta para BYZness José Vicente Ribera, consultor de ecommerce y CEO de la empresa valenciana Way 2 Ecommerce. “Además, no olvidemos que al final Amazon tendrá nuestras imágenes, nuestros textos y toda la información de nuestros productos”, añade.

Bertrand Amaraggi es Country Manager en España de Prestashop, un sistema gestor de contenidos y de código abierto enfocado a la creación de tiendas online. Este experto en el mundo del ecommerce cree que se pueden -e incluso se deben- compatibilizar ambas opciones e insiste en que vender únicamente en Amazon no es aconsejable “porque no puedes depender solo de su algoritmo”.

“Tener una tienda online y vender en Amazon no es opuesto, sino que es complementario. Cuando te lanzas no tienes tráfico, pero marketplaces como Amazon, eBay, AliExpress, sí que lo tienen y mucho. Por lo cual, te aconsejamos que al arrancar vendas en marketplaces, ya que así vas a poder hacer tus primeras ventas, lo que te va a dar energía”, subraya Amaraggi, quien asegura que así puedes comprobar cuáles de tus productos funcionan mejor.

Ribera también aconseja hacer un mix. Vender también en Amazon, pero solo una selección de artículos. “Nadie nos obliga tampoco a subir todo nuestro catálogo, podemos probar el canal con un sector concreto de productos y ver cómo evoluciona”, sugiere.

Lo que debe tener una buena tienda online

Crear una tienda online propia es importante para construir una imagen de marca potente. Pero su desarrollo o apartado técnico no es lo único que se debe considerar. “Como cualquier negocio, tienes que pensar en un plan de negocio y pensar que vas a necesitar conocimientos en marketing online, dedicación de tiempo y un presupuesto acorde con tus objetivos”, destaca el responsable de Prestashop. “Uno de los errores que más vemos es el de tiendas online que dedican todo su presupuesto en la creación de su ecommerce y después ya no tienen presupuesto para la parte captación de tráfico. Es como tener una tienda física muy bonita pero en el medio de desierto”.

El CEO de Way 2 Ecommerce insiste en que hay que reservar una partida del presupuesto para afrontar el salto al ecommerce y ser conscientes de que, como en toda inversión, cuesta tiempo recuperar lo invertido. Para Ribera, antes de nada, es esencial hacer un análisis previo de nuestro producto, nuestro nicho de mercado y nuestra competencia. Además, también sería fundamental elegir correctamente el partner tecnológico ya que “será el encargado tanto de implementar el modelo de negocio de la empresa en el canal online como de su posterior evolución y mantenimiento”. Por último, recomienda también apostar por el marketing online para dar a conocer la tienda y fidelizar a los visitantes.

El consultor de ecommerce afirma que una buena tienda online debería contar con productos con precios competitivos y mostrar un diseño atractivo, usabilidad y estar adaptada a dispositivos móviles. Asimismo, recuerda que es casi imprescindible que las condiciones de devolución estén claras y destaca que “a la gente no le gusta pagar por los gastos de envío, lo ven como un sobrecoste del producto que ni deben ni quieren afrontar. Al menos, si consideran que ya ha sobrepasado un pedido de importe considerable”. Amaraggi añade otro aspecto muy importante: una tienda online debe inspirar confianza, algo que puede potenciarse con datos de contactos, métodos de pagos reconocidos o sellos de confianza.

Ya tengo mi ecommerce ¿y ahora qué?

Decidirse a poner en marcha un ecommerce no solo supone crear una tienda online y quedarse de brazos cruzados. Este es solo el primer paso.  “Una vez que te lanzas tendrás que pasar mucho tiempo probando canales de ventas, optimizando cada paso, mejorando tus fichas de producto, tu atención al cliente, tu logística…”, subraya Amaraggi. “Lo bueno de Internet es que casi todo se puede medir. Por lo cual, podrás ver exactamente lo que haces bien o mal e ir probando cosas para mejorar”, añade.

Por su parte, el CEO de Way2 Ecommerce destaca dos aspectos fundamentales que se deben cuidar una vez creado el ecommerce. El primero de ellos serían los contenidos. “No creo que a nadie le guste pasear por una tienda de ropa y ver continuamente los mismos vestidos y camisas expuestas. Pues en una tienda online ocurre exactamente lo mismo”, subraya. Además, sugiere que haya una dinamización de los productos, banners, noticias y entradas con el fin de que los clientes descubran novedades e interactúen con la plataforma.

Si has tenido en cuenta todo esto, quizás solo te falte saber una última cosa. El responsable de Prestashop en nuestro país advierte de que España no es un mercado nada fácil para los ecommerce, ya que “va mucho a precio”. No obstante, Amaraggi explica que si consigues sacar márgenes “aquí” lo podrás hacer seguramente en mercados con mayor poder adquisitivo como Francia, Alemania o los países nórdicos.