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El Santander evita pronunciarse sobre pactos y pide "crecimiento inclusivo" a los partidos

José Antonio Álvarez, consejero delegado del Santander, durante la presentación de los resultados, ayer.

José Antonio Álvarez, consejero delegado del Santander, durante la presentación de los resultados, ayer.

P. Allendesalazar

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La presidenta del Santander, Ana Botín, sorprendió hace unas semanas al reclamar a los grupos políticos "responsabilidad y madurez" y "huir del cortoplacismo" para evitar un bloqueo institucional tras el 28-A. Pero una vez conocidos los resultados de las elecciones, el banco ha optado este martes por mantener un perfil más bajo. Su consejero delegado, José Antonio Álvarez, se ha limitado a señalar que a los "partidos les corresponde llegar a acuerdos para hacer más atractivo el país y generar confianza en los inversores extranjeros y los empresarios", con el objetivo de generar un "crecimiento sostenible e inclusivo con sostenibilidad fiscal" y reducir el paro.

El mayor banco de la eurozona se ha decantado por la prudencia después de que los analistas de su sociedad de valores señalaran este lunes en un informe a sus clientes que "la coalición entre PSOE y Ciudadanos probablemente complacería a los mercados financieros dado que la postura liberal de Cs sería mejor recibida que el populismo de Unidas Podemos". El líder del partido naranja, Albert Rivera, ha criticado este martes esa presunta intromisión. Álvarez ha querido subrayar que no se trata de la posición oficial de la entidad: "Esos informes reflejan la opinión personal de un analista y en este caso se refería más bien al consenso del mercado, no a su opinión".

Victoria en los tribunales

El banco, por otra parte, ha logrado este martes una importante victoria judicial. La sala de lo penal de la Audiencia Nacional ha decidido que el Santander no debe seguir como imputado en la investigación de la debacle del Popular (entidad que compró por un euro en 2017), en contra de la opinión del juez instructor y el fiscal. El banco, eso sí, mantendrá su responsabilidad civil, con lo que podría tener que hacer frente a indemnizaciones a los perjudicados en caso de sentencia condenatoria.

Los jueces consideran que el Santander no debe heredar "ninguna imputación ni responsabilidad penal" como consecuencia de "los posibles defectos de organización de la entidad absorbida, ni la existencia de una cultura de incumplimiento de la norma, susceptibles de reproche penal". Además, señalan que "no existe dato alguno" que apunte a la participación del Santander en los hechos investigados (no participó en la ampliación de capital ni en la supuesta alteración del valor de las acciones del Popular previa a la compra). Si durante la investigación se encuentran indicios en dirección contraria podría volver a ser imputado penalmente, peor parece poco probable.

Resultados

El Santander ganó 1.840 millones de euros en el primer trimestre, un 10,4% menos que un año antes. El descenso se debe sobre todo a operaciones extraordinarias: el banco obtuvo unas plusvalías de 150 millones por la venta de Prisma en Argentina, pero las minusvalías fueron mayores, ya que incluyeron una pérdida de 180 millones por la venta de una cartera de inmuebles residenciales en España y los costes de reestructuración de la red comercial en Reino Unido y Polonia (78 millones de euros). 

Sin estos efectos, el beneficio ordinario también hubiera caída pero menos, un 5%, debido a la negativa evolución de los mercados de capitales, la aplicación de las nuevas normas contables NIIF 16 (que cambia el tratamiento de los alquileres de edificios por parte de las empresas) y la alta inflación en Argentina.

Los ingresos del grupo cayeron ligeramente (-0,5%) debido a las menores comisiones (-0,8%) y sobre todo al menor resultado de las carteras de deuda pública (-43,8%). La contención de los gastos (-0,1%) y sobre todo las menores provisiones para afrontar pérdidas (-4,8%) permitieron un resultado antes de impuestos plano (-0,1%), pero el aumento de la presión fiscal global (del 34,7% al 36% del beneficio) y los citados impactos extraordinarios elevaron la caída final del beneficio.

Por áreas

En España, el grupo ganó un 11,4% menos, hasta los 403 millones, después de que en el primer trimestre del año pasado el beneficio se hubiera visto favorecido por ventas de deuda y una situación de los mercados de capitales más favorable. El banco iniciará el lunes las negociaciones con los sindicatos sobre el recorte de plantilla y oficinas que va a realizar tras la absorción del Popular y que pretende completar en su mayor parte antes de que acabe el año.

Pero aún fue la evolución del resultado en Reino Unido (205 millones, -36%). En cambio, el resultado global se vio favorecido por sus filiales de Brasil (724 millones, 7% más), México (206 millones, 18,3%) y el resto de Latinoamérica (1.287 millones, 17,1%).

El capital del grupo cayó ligeramente del 11,3% al 11,25% por el impacto de cambios en la normativa contable y ajustes en los modelos internos de medición del riesgo de los activos. El nivel sigue dentro del margen que se ha fijado el banco como objetivo a medio plazo de entre el 11% y el 12%, aunque está algo por debajo del 12% que el mercado ha fijado como nuevo estándar de calidad. La rentabilidad también ha bajado en línea con el resultado, del 8,46% de diciembre al 7,45%, y sigue por debajo del coste que supone hacerse con el capital (en torno al 10%).