VIVIENDA Y JUBILACIÓN

¿Cómo puedes convertir tu casa en un plan de pensiones?

Ante la incertidumbre generada sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones, ¿qué podemos hacer para tener una jubilación más desahogada? Si tenemos en propiedad una vivienda, algo muy común en nuestro país, podemos obtener unos ingresos extra.

Ante la incertidumbre generada sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones, ¿qué podemos hacer para tener una jubilación más desahogada? Si tenemos en propiedad una vivienda, algo muy común en nuestro país, podemos obtener unos ingresos extra

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Fran Leal

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El contexto en el que vivimos y el futuro que se va dibujando cada día ante nosotros nos invita a todo menos a tener certezas. Y la verdad es que, en lo relativo a la vivienda, factores como los precios o la rentabilidad pueden marcar nuestras decisiones.

España es un país con una cultura de la propiedad innegable, donde siempre se ha dicho aquello de que “alquilar es tirar el dinero”. Pero la crisis que azotó nuestro país a finales de la década pasada puso en entredicho muchas de las que hasta ahora habían funcionado como certezas, y la propiedad como la mejor opción comenzó a ponerse en duda. Llegados a este punto, y teniendo en cuenta que a pesar de lo que acabamos de comentar nuestro país sigue siendo predominantemente propietario, ¿es mejor comprar o alquilar? Pues dependerá de muchos elementos: la mentalidad, la capacidad adquisitiva, el salario, lo dispuestos que estemos a la movilidad geográfica, cuestiones familiares...

El futuro de las pensiones

Un aspecto que es, y lleva ya bastante tiempo siéndolo, motivo de reproche entre los partidos políticos comienza a germinar en la población. ¿Es sostenible el sistema público de pensiones? Aquí, acaban cruzándose aspectos ideológicos, económicos, territoriales, demográficos…, pero lo cierto es que el panorama no parece muy alentador, con una población cada vez más envejecida (esperanza de vida larga y baja natalidad), que ve cómo el número de pensionistas puede crecer hasta unas cotas que haga más que insuficiente el de cotizantes. Si a esto le sumamos que en España, al menos de momento, los planes de pensiones o de previsión social no son tan exitosos como en otros países de nuestro entorno, la preocupación de cara a nuestra jubilación puede parecer algo inevitable. Pues bien, en este contexto, si hemos optado por la vivienda en propiedad, podríamos decir que contamos con un arma fundamental de cara a asegurarnos un complemento a nuestra pensión.

¿Qué puedo hacer para sacarle partido a mi casa?

Para ver qué opciones tenemos, hemos podido charlar con Carlos Martínez Cerezo, presidente de Grupo Retiro. En primer lugar, ha querido aclarar que, aunque se diga repetidas veces que los españoles no ahorramos, en su opinión sí que lo hacemos, pero lo hacemos en vivienda. Dicho esto, hemos preguntado por los productos que tenemos a nuestro alcance para convertir nuestra vivienda en liquidez de cara a la jubilación, a lo que Martínez nos ha detallado los productos que se trabajan:

  • La hipoteca inversa. Consiste en un crédito hipotecario especial destinado a personas mayores de 65 años, que reciben una paga mensual o una entrada inicial junto a una renta. Estas cantidades serán devueltas cuando el titular fallezca, por lo que los herederos, normalmente, tendrán que vender la vivienda para pagar la deuda generada, para lo que cuentan con un límite de un año.
  • La renta vitalicia inmobiliaria. Se trata de la venta de la nuda propiedad de la casa. Así, la persona se reserva el derecho de usar y disfrutar la vivienda hasta su muerte (usufructo). Aquí se puede recibir una cantidad al inicio más una renta. Además, este producto libera el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), así como de derramas extraordinarias.
  • Venta de Nuda Propiedad. Es prácticamente igual que la renta vitalicia, dado que se vende la nuda propiedad y el titular se asegura el usufructo hasta su fallecimiento. La diferencia con respecto a la renta vitalicia radica en que aquí se recibe un pago único, aunque también descarga de la obligación de pagar el IBI o las derramas extraordinarias.
  • Venta con Alquiler Garantizado. La persona mayor vende el pleno dominio de la vivienda y se convierte en el inquilino. Recibe el dinero de la venta y a partir de entonces vivirá de alquiler en la casa durante todo el tiempo que quiera. Además, lógicamente, ya no tendrá que correr con los gastos que conlleva tener una propiedad.

Viendo la oferta de productos que tenemos para elegir, llega el momento de preguntarnos por cuál decantarnos... Pues, como todo en la vida, depende. Hay multitud de factores que influyen a la hora de optar por uno u otro, como pueden ser “la edad, el valor de la propiedad, la existencia de hijos o no, la necesidad de cancelar una carga o deuda previa, la prioridad entre obtener mayores ingresos o que la vivienda llegue a nuestros herederos”, nos cuenta Martínez.

La figura del inversor

Como decíamos, la inversión en vivienda es un clásico en nuestro país, pero estos productos suponen una alternativa. Eso sí, hay que tener claro que esta inversión es a largo plazo, por lo que nos va a exigir contar con recursos suficientes que nos permitan subsistir hasta que nos hagamos con el dominio total de la vivienda. 

Desde Grupo Retiro, además, resaltan el carácter social de la nuda propiedad, pues al fin y al cabo repercute en una mejora de la calidad de vida de la persona que se reserva el usufructo, al disponer de más recursos económicos. 

Por último, es muy importante a la hora de llevar a cabo una inversión de este tipo acordarnos de la figura del asesor fiscal, porque dependiendo del producto y de si somos persona física o jurídica, las especificaciones son diferentes. Y con hacienda, es mejor prevenir que pagar.