FILANTROPÍA EN CATALUNYA

Las fundaciones reclaman mejor trato fiscal de las donaciones

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Eduardo López Alonso

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La filantropía en Catalunya gana adeptos entre los ciudadanos pero pierde peso e  ingresos procedentes de las empresas. Según un estudio presentado ayer por la Coordinadora Catalana de Fundacions la donación media de la empresas se desplomó el 64% entre el 2004 y el 2016 en España al pasar de 22.377 euros por donante a 7.847. Paralelamente, desde el 2003 se duplicó el numero de donantes en Catalunya hasta los 655.000. Según el presidente de la Coordinadora, Pere-A Fàbregas, esos datos responden a los efectos de la crisis en la actividad filantrópica, que hizo que las empresas recortasen drásticamente sus aportaciones y que no han vuelto después con la recuperación. 

Mientras las empresas han moderado sus aportaciones, la estadística demuestra que el número de ciudadanos catalanes filantrópicos ha aumentado, con una aportación media que ha pasado de 71 euros por donante a 146 desde el 2004. Buena parte de este incremento se debió al cambio fiscal que estableció en el 2015 que los primeros 150 euros aportados a fundaciones desgravasen de la declaración de la renta. 

Los portavoces de las fundaciones aprovecharon ayer para reclamar a la Administración cambios fiscales que premien las aportaciones a fundaciones sin ánimo de lucro. Según Fàbregas, sería conveniente establecer en España una desgravación equivalente a la existentes en Francia, por ejemplo que es del 66% de la aportación, al margen de su cuantía. En la actualidad en España esa desgravación es del orden del 30%.

Aunque el número de empresas donantes se ha triplicado desde el 2004, no alcanza al 1% del total de declarantes. En el 2007, previo al inicio de la crisis, se consiguió una cifra máxima de 176 millones aportados por las organizaciones, pero 10 años después la cifra cayó más del 50%, hasta 88,6 millones. 

Aportaciones individuales

Las donaciones individuales de los catalanes se multiplicaron por cuatro en los últimos 13 años. El importe gestionado llegó a los 95,6 millones en el 2016, último año con datos disponibles. La evolución de esa cuantía ha estado muy por encima del crecimiento económico. El PIB catalán creció el 41%, mientras que las donaciones lo hicieron en un 194%.

Las fundaciones generan en torno a 80.000 empleos en Catalunya, aunque no existen en la actualidad estudios concretos del impacto económico directo e indirecto en el PIB.   Llama la atención que el ritmo de crecimiento de las donaciones en el resto de España es mucho más alto que en Catalunya. Mientras las catalanas suponían el 25% del total de España en el 2005, en el 2016 ya cayeron por debajo del 20%.La previsión es que baje el número de donantes pero que la aportación individual sea cada vez mayor. 

Las «causas de proximidad» son las preferidas

«A diferencia de las empresas, las personas no piensan solo en términos fiscales sino en los emocionales a la hora de decidir sus aportaciones», explica Ricard Valls, consultor y experto en fundaciones. Es por ello que los ciudadanos exigen que se concrete la actividad en la que la fundación se gastará los recursos obtenidos y prefieren que sea en una «causa de proximidad», y mejor en iniciativas relacionadas con la salud. Dos elementos destacan sobre el perfil del filántropo: la mujer es más solidaria que el hombre y el móvil es «la herramienta de donación del futuro».