Los autónomos de Pimec buscan como recuperar su voz en Madrid

Los autónomos de Pimec se han quedado huérfanos de representatividad en varias de las esferas de poder de Madrid tras romper con la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) y ahora estudian como recuperar su voz en la capital. Todavía no han decidido el cómo, pero ven con buenos ojos la propuesta lanzada esta semana por otra organización de autónomos, UATAE, que aboga por medir la representatividad de las organizaciones basándose en la máxima "un autónomo, un voto".

Así lo ha manifestado el presidente de Autònoms Pimec, Miquel Camps, este viernes en un desayuno con periodistas, en el que ha explicado los motivos de la ruptura con ATA, tras la integración de esta el pasado enero en la CEOE. "ATA ha perdido su independencia", ha afirmado Camps, que considera que los intereses de las grandes empresas y de los trabajadores por cuenta propia no pueden defenderse desde una misma organización.

Como ejemplo ha puesto el régimen sancionador en caso de morosidad en los pagos a proveedores, que hasta el adelanto electoral se estaba ultimando en el Congreso. "La morosidad es la primera causa de cierre de las pymes y los autónomos y son las grandes empresas quiénes han bloqueado legislar en ese sentido", ha declarado el presidente de Autònoms Pimec.

Desde el 2013 y hasta el próximo mayo Autònoms Pimec ha mantenido un convenio de colaboración con ATA, según el que la primera cedía su representación a la segunda, con la condición de que la entidad presidida por Lorenzo Amor delegara dicho territorio en Pimec. 

Un autónomo, un voto

Según los últimos datos del Ministerio de Trabajo correspondientes al 2018, ATA ostenta el 61,4% de la representación de los autónomos de España, seguidos del 19,6% de UPTA, el 16% de UATAE y el 3% de CIAE. Pese a que está en vigor un ley del 2017 que instaba al Gobierno a actualizar los barémos según los que se efectuaba dicho cálculo, el adelanto electoral truncó dicha oportunidad. Las organizaciones llegaron a avanzar en un borrador de real decreto, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, que el Gobierno no ha llevado al Consejo de Ministros.

Este pretendía modificar los criterios con los que medir la representatividad y establecerla para periodos de cuatro años. El principal era el número de trabajadores por cuenta propia afiliados a cada organización, aunque también incorporaba otros barémos vinculados a los recursos de cada federación. Estas debían tener presencia con sede permanente en al menos tres comunidades autónomas, aunque recibirían puntos extra cuanta más implantación territorial tuvieran.

Otro variable sería el número de trabajadores a nivel interno que preseten servicios en las sedes de las federaciones de autónomos, contando este de manera ininterrumpida durante el año anterior al recuento. Además, también se contabilizarían los acuerdos de interés profesional suscritos y la presencia en los Consejos del Trabajo Autónomos.

Organizaciones como UATAE abogan por mecanismos de representación más similares a las cámaras de comercio, donde se celebran periódicamente elecciones. En este sentido, lanzaron esta semana la campaña "un autónomo, un voto", que ha recogido en unos días más de 1.600 firmas. Este viernes el presidente de Autònoms Pimec ha aplaudido la iniciativa.