Inversión inmobiliaria en Catalunya

S'Agaró Vell, la joya de la corona rusa en la Costa Brava

Esta urbanización, en Castell-Platja d'Aro, se haconvertido en un lujoso refugio veraniego para muchos ciudadanos del Este, donde disimulan la procedencia, con alguna frecuencia, opaca de su fortuna

zentauroepp47140723 s agaro sagaro vell urbanizacion   cases de luxe 26 02 19  f190305111434

zentauroepp47140723 s agaro sagaro vell urbanizacion cases de luxe 26 02 19 f190305111434 / periodico

MAX JIMÉNEZ BOTÍAS / ANTONIO BAQUERO

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La urbanización S'Agaró Vell "es la joya de la corona" de la Costa Brava. Así la describe uno de sus residentes históricos, que además aporta algunos argumentos para justificar tal aseveración. Lo es por el especial cuidado que acompaña su desarrollo urbanístico, que se remonta a 1916 --aunque acumula diferentes etapas de crecimiento—cuando Josep Ensesa recibió parte de esos terrenos a cambio de una deuda comercial. Los es también por las restricciones arquitectónicas que obligan a respectar proporciones y materiales de construcción de la concebida como ‘ciudad jardín’ de la costa catalana. Además, por la exclusividad de su vecindario, que en diferentes épocas ha dado albergue veraniego a lo más granado de la burguesía catalana. Y, también, por los límites de accesos mediante vehículo impuestos por el consistorio para preservar medioambientalmente la zona. 

Las barreras de entrada a S'Agaro Vell no se levantan si la matrícula del coche que quiere transitar por la urbanización no está registrada en el puesto de seguridad o el Ayuntamiento no ha concedido el permiso de transito de acuerdo con el plan especial de protección de la zona que exige la clasificación de Bien Cultural de Interés Nacional reconocido por la Generalitat de Catalunya para este. Se trata de un entorno ideal para llevar una vida discreta lejos de la mirada de curiosos. Circunstancia valorada por mucho de sus moradores, pero particularmente por la colonia de ciudadanos del Este, en su mayor parte rusos, que habitan en la urbanización.

S'Agaró Vell tiene 183 casas construidas, una parte encaradaras a la playa de La Conca, uno de los paisajes más hermosos de la costa catalana. Las hay más y menos lujosas, pero algunas de ellas, las primeras construidas, destacan no tanto por la ostentación como por el diseño modernista del arquitecto que las construyó: Rafael Masó. Se atribuyen a su talento 35 de esas propiedades. "No son las más exclusivas, pero sí las más protegidas por su valor arquitectónico", destacan entre los propietarios. Del total de propiedades, más del 20%, casi el 30% de las mansiones, pertenece a ciudadanos del Este. Se le atribuía una propiedad en esa urbanización a Aliya Nursultanovna Nazarbaeva, empresaria kazaja, e hija menor de Nursultan Nazarbaev, el presidente de Kazajstán. Y parece que es cierto: "La tuvo, pero la vendió", afirma un vecino de la urbanización. Y está claro que algunos personajes relacionados con el entorno del presidente ruso, Vladímir Putin, tienen domicilio temporal en S'Agaró Vell, como queda acreditado en la investigación que publica este diario.

Limitaciones arquitectónicas

El caso es que, aparte de la limitación que impone el elevado  precio --solo el terreno puede llegar a valer dos millones de euros-- construir en esa urbanización implica ajustarse a determinadas obligaciones. Cada una de las parcelas tiene 1.200 metros cuadrados, pero solo se puede edificar en el 30% del suelo. Es un requisito básico para que la urbanización sea una zona esponjada por la naturaleza. La casa no puede superar los 360 metros cuadrados de la superficie total del suelo, pero además, la planta baja no puede rebasar el 20% de la superficie. Condiciones todas ellas que aportan intimidad a los propietarios. Y los ciudadanos rusos "son muy celosos de su privacidad", comenta un vecino. Apenas si se les ve cuando están en la urbanización y son muy discretos", agrega.

Esa reserva, sin embargo, se echa en falta en la arquitectura de algunas de las mansiones que han levantado de cero: "Son algo ostentosos. Utilizan materiales que a nosotros nos chirrían". Además de aflorar su estética, a pesar de la normativa, muchos propietarios del Este han conseguido que sus casas tengan mayor tamaño del permitido por el municipio. Se puede construir una planta sótano, destinada exclusivamente a los servicios y mantenimiento de la casa, y otras dos: planta baja y primer pisos.

Permisividad municpal

Algunos tenedores, sin embargo, han aprovechado para levantar, de forma más o menos disimulada, la planta baja en el espacio que le corresponde al sótano y otras dos plantas por encima. "Es que han gozado de cierta permisividad por parte del Ayuntamiento", acusan otros vecinos que sí han sido respetuosos con los límites.

Les acusan, también, de cierto mercadeo con el alquiler de la vivienda de la zona, particularmente en verano. S'Agaró Vell, está limitado, apenas si quedan solares para construir, pero hay arrendatarios dispuestos a pagar elevadas sumas por alquilar esas casas en verano, así como en otras zonas de la población, muchos de ellos relacionados con los extranjeros que viven todo el año en S'Agaró, una práctica que hace subir los precios. Y eso a pesar de que el 'boom' de la compra de propiedades inmobiliarias por ciudadanos rusos ya pasó. Se concentró entre el 2007 y el 2010. “Ahora más bien están vendiendo, porque algunos tienen problemas de liquidez en su país", explican fuentes de la inmobiliaria Engels and Völkers, especializada en propiedades de lujo. Los precios en la Costa Brava han subido mucho y algunos inversores rusos prefieren ahora mirar hacia el sur de España.

No son los únicos: la Fiscalía Anticorrupción también tiene sus ojos puestos en la urbanización de S'Agaró, pero no solo aquí: observa otras zonas exclusivas vacacionales españolas, como La Zagaleta, de Marbella. La urbanización más lujosa de la costa, donde muchos ricos ciudadanos rusos, ucranianos y de otras procedencias del Este llevan una vida discreta, pero , en algunos casos, también alejada de sus obligaciones legales.