COMPETENCIA

Bruselas, dispuesta a enterrar la fusión entre Siemens y Alstom

La Comisión Europea avisa de que no jugará a la política o tendrá favoritismos cuando se trata de garantizar la competencia

Aspecto de la factoría de Alstom en Santa Perpètua de Mogoda

Aspecto de la factoría de Alstom en Santa Perpètua de Mogoda / periodico

Silvia Martinez

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El proyecto de fusión entre la división ferroviaria de la compañía alemana Siemens y la francesa Alstom, llamada a crear el primer gran campeón europeo del sector, se prepara para chocar este miércoles contra el muro del Ejecutivo comunitario. A estas alturas nadie en París o Berlín se hace ilusiones sobre el éxito del proyecto y salvo sorpresa de última hora, todo indica que el veredicto final de la Comisión Europea será de veto a la operación que los dos grandes fabricantes comenzaron a preparar hace más de un año.

“Es probable que los equipos de la Comisión, sus servicios, propongan prohibir la operación. Una posición como esa, que el colegio de comisarios puede revertir, claramente no es el resultado de una aplicación estricta de las reglas de la competencia. Está dictada por prejuicios ideológicos. Cuando defendemos la creación de un campeón europeo, algunos funcionarios de la Comisión escuchan monopolio”, ha criticado Henri Poupart-Lafarge, el patrón de Alstom en una entrevista al diario francés Le Figaro.

Estas críticas se suman a las vertidas por el máximo responsable de Siemens, Joe Kaeser, que arremetió también contra los técnicos de la competencia al señalar que sería interesante ver si el futuro de la movilidad en Europa está determinado por tecnócratas que miran al pasado o “europeos orientados hacia el futuro”. Unas palabras que no han sentado nada bien en los pasillos del Ejecutivo comunitario a tenor del mensaje lanzado este martes por el presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker.

“Creemos en la competencia mientras sea justa para todos. Nunca jugaremos a la política o tendremos favoritismos cuando se trate de asegurar la igualdad de condiciones”, ha avisado el luxemburgués durante un foro empresarial recordando que han aprobado más de 6.000 fusiones y solo han bloqueado una treintena en su historia. “Es un mensaje para aquellos que dicen que la Comisión está compuesta por tecnócratas obstinados”.

Bruselas lanzó una investigación en profundidad en julio del año pasado por sus dudas sobre el posible impacto negativo del matrimonio empresarial para la alta velocidad y la señalización ferroviaria, al considerar que podría haber una subida de precios y una reducción de la oferta. A tenor de las pocas esperanzas de los implicados, los argumentos de las dos empresas no han logrado disipar las dudas de la comisaria de la competencia, Margrethe Vestager. Tampoco el argumento de la amenaza china ni la presión política de París y Berlín. “No veo ninguna razón aceptable para que la Comisión se oponga”, avisaba hace unos días el ministro francés, Bruno Le Maire, que considera “un error” económico y político rechazar la fusión.