actividad inmobiliaria en el 2018

Las liciencias de obras solicitadas se triplicaron en Barcelona para eludir la normativa del 30%

plan vivienda barcelona

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Max Jiménez Botías

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Entre junio del 2018 --cuando se anunció la normativa de incluir un 30% de vivienda protegida en los proyectos inmobiliarios superiores a los 600 metros cuadrados en Barcelona-- y noviembre del mismo año --cuando esa normativa fue finalmente aprobada-- se triplicaron la demanda de licencias de obra en la ciudad de Barcelona al pasar de 30 a 90 proyectos, que equivalen a unas 1.300 viviendas, cuando la cifra habitual está en torno a las 400 viviendas anuales, según ponen de manifiesto los datos del Col·legi d'Arquitectes de Catalunya (COAC), que recoge las licencias solictiadas en la ciudad de Barcelona. El  Col·legi también ha dado a conocer este lunes los datos de visados registrados en Catalunya durante el pasado ejercicio.

"No interpretamos a qué se debe ese incremento de licencias en Barcelona", ha comentado Assumpció Puig, decana del Col·legi d'Arquitectes, "pero no es muy difícil sacar conclusiones". En todo caso, el incremento de permisos solicitados para evitar la nueva normativa coincide con la impresión que tiene la asociación de promotores, así como el sector en general. Las licencias solicitadas proceden a los visados y esta es la razón por las que coincide el incremento de licencias con una bajada de los visados --por segundo año consecutivo-- en la ciudad de Barcelona. La superficie certificada cayó un 20%, hasta los 532.950, una situación que en gran medida se debe a la falta de suelo urbanizable en la ciudad.  

Es previsible que el aumento de licencias de la última parte del 2018, se acaben convirtiendo en visados a finales del próximo ejercicio, dado que el periodo de tramitación en el ayuntamiento barcelonés sueles exceder de los 12 meses. "Puede que haya un incremento de visados a finales del próximo año, pero antecederá a una caíada posterior", ha destcado Puig. Lo que han hecho los promotores es anticiparse a la entrada en vigor de la nueva normativa para evitar el 30% de vivienda protegida en sus promociones.

Más proyectos en la provincia

La bajada de proyectos listos para su ejecución en Barcelona coincide con un incremento del 15% en el resto de la provincia de Barcelona, hasta los 2,4 millones de metros cuadrados. Este ascenso responde al aumento de los proyectos de más de 10.000 metros cuadrados y los de tamaño medio. En este sentido, destacan iniciativas singulares  en el sector hotelero en Lloret de Mar y Badalona, una gran reforma de oficinas en Sant Joan Despí y un gran proyecto de viviendas y centros comerciales en Mataró.

Los visados de viviendas sumaron 14.516 casas nuevas en el 2018, lo que supuso un crecimiento del 29%. La vivienda no ha parado de crecer desde el 2013, cuando se visó la cifra más baja. No obstante quedan lejos las 26.300 viviendas al año que la Agència de l'Habitatge de Catalunya considera necesarias para el periodo 2020-2024. El caso es que según la distribución territorial de esas viviendas nuevas, se produce un crecimiento en todas las demarcaciones que supervisa el COAC, salvo en la ciudad de Barcelona, que bajó un 2,3%, hasta las 2.035 viviendas.

El retraso de la rehabilitación

Mientras que la obra nueva ha registrado crecimientos, la rehabilitación cayó (3%) por primera vez desde el 2014 y representó tan solo el 27% de la superficie total visada. Ante esta situación "los arquitectos incidimos en la urgencia de impulsar la renovación urbana y la rehabilitación con el objetivo de resolver las necesidades en materia de seguridad, accesibilidad, salud y bienestar de las personas, así como la transición energética, todos ellos requeridos por los ODS de Naciones Unidas y que, en Catalunya, se materializan a través de la Agenda Urbana", ha planteado Puig.

El 70% del parque residencial catalán (que cuenta con 3,8 millones de viviendas distribuidas en más de un millón de edificios) es anterior al año 1980, por lo tanto, la renovación urbana y la rehabilitación se hace claramente indispensable, destacan los arquitectos. Sin embargo, la edificación crece sobre todo en obra nueva, los proyectos de rehabilitación bajan. Mientras que los ciudadanos europeos gastan de media cerca de 1.400 euros al año en rehabilitación, el gasto en España es de 700 euros. "Esta diferencia pone de manifiesto la conveniencia de actuar rápidamente para situar Catalunya en el mismo nivel que la mayoría de los países europeos", ha destacado Puig.